Mi Destino

Capítulo 27

El equipaje esta listo, el avión sale a las 8pm decidí tomar el último vuelo. Luego de esa noche con Sebastián no quise pasar la siguiente con él, necesitaba desahogarme así que lloré hasta quedarme dormida. Me negué a que me llevara al aeropuerto pero sé que no me va hacer caso.
Ayer nos despedimos de Dylan y Diana para mi fue triste para mis hijos normal,ellos seguirían en contacto como siempre.

Aquí estoy observando todo el apartamento a pesar que viví poco tiempo en el ya lo sentía como mi hogar. Solo me llevo unas cuantas prendas de ropa, ya que mi equipaje lo llene con lo que realmente necesitamos en mi país "Comida"... Todo lo demás se queda aquí. Ya es la hora que vengan por nosotros, no tardo el timbre en sonar y cuando abro la puerta allí esta Sebastián más triste que nunca, por más que intente sonreír para disimular lo conozco lo suficiente para saber que está triste.

-Veo que ya están listos.

-Hola Amor - lo beso y me separo de él, pero me toma de la cintura abrasandome y besandome lento. Era un beso lleno de sentimientos, de tristeza, de amor.

-Amor no lo hagas más difícil - le digo al separarme - por esta razón es que no quería que vinieras.

-Como puedes pedirme tal cosa que sabes que no voy hacer, es más si quieres puedo llevarlos...

Lo interrumpi

-No... Sabes que así sufriremos más... No podemos seguir alargando la despedida.

-Ok... Pero... Vamos.

Pensó en decirme algo más pero no lo dijo. Solo tomo las maletas y los ayudaron entrando al ascensor en silencio.

En la entrada se encontraba Joseph que al vernos se acercó y tomó nuestro equipaje y lo guardo en el auto.

Sebastián se sentó adelante, los niños y yo en la parte trasera.

Nuevamente el silencio invadía el auto hasta nuestro destino, nos chequeamos y entregamos el equipaje. Faltaban 2 horas para irnos. Sebastián me pide tomarnos un café, me toma de la mano y nos dirigimos a la cafetería más cercana.

Los niños toman asiento y el a mi lado sin soltar mi mano besa mis nudillos.

-Nena quiero que sepas que a pesar de la distancia no voy a dejarte sola, te llamaré todos los días y todas las noches.

-Lo sé amor y estaré esperando con ancias tus llamadas.

Los niños tomaron sus bebidas al igual que nosotros, conversando se paso el tiempo.

-Amor ya es hora.

Sebastián se dirige a los niños.

-Chicos espero que cuiden mucho a su madre, esto no es una despedida solo es un hasta luego... Volveremos a estar juntos y formaremos la familia que nos merecemos. Se lo prometo.

Los abraza y besa sus cabezas, al verlo mis lágrimas comienzan a caer a mis mejillas. Se voltea hacia a mi, toma mi cara y limpia suavemente con su pulgar mis lágrimas.

-No llores cielo, voy a estar contigo cuando tu menos lo pienses. Recuerda que te llevas mi corazón. Te amo.

Me besa. Entre susurros.

-Yo también te amo.

Lo abrazo... Nos separamos y sin más entre a la sala de embarque. El vuelo transcurrió lento, muy lento para mi. Mis pensamientos se habían quedado con él. La azafata anuncia la llegada todavía estaba oscuro pero faltaba poco para que amaneciera. Desperté a los niños que se habían quedado dormidos.

Al salir del avión unos guardias de seguridad nos separan de lis demás pasajeros.

-Buenos días por favor su pasaporte.

Se dirige únicamente a mi. Sin nada que temer saco mi pasaporte de la cartera y se lo entrego.

El guardia dice por el radio mi nombre y la voz del otro lado le indica positivo que proceda, sin saber que está pasando pregunto.

-Disculpe pasa algo?

-Señora debe acompañarnos usted esta detenida por traición a la patria.

-Que!!!