Mi Destino

Capítulo 32

Tres años habían pasado desde que me case con Sebastián, desde entonces todo ha sido direfente, puro amor. Mi familia me visitaba en navidad y nuestra casa era la elegida para celebrar las fiestas.

Desde hace dos años estamos intentando tener un bebé por el método invitro y no lo hemos logrado, cada vez estoy más triste y creo que no lo seguiré intentando.

Me desperté como todas las mañanas para comenzar con mi rutina, despertar a los niños,  llevarlos al colegio para luego Sebastián y yo irnos al trabajo. Ahora soy su asistente ejecutiva y me he estado entrenando en el departamento de  Administración de la Empresa,ya que fue lo que estudie.

En el camino a la oficina me pierdo en mis pensamientos mirando por la ventana del auto, Sebastián acaricia mi mano y me saca de mis pensamientos.

-Cariño estas muy pensativa, que te pasa?

-Nada amor.

-Creo que te pasa algo, a caso es por la consulta al medico, es hoy a las 2pm.

-Sebastián no voy a ir a la consulta.

-Por que cielo... Si tanto deseamos tener un bebé. O ya no quieres?

-Si quiero, pero es...

-Nada de pero.

-Llevamos 2 años intentando y nada. Mejor dejémoslo así. Yo quiero a Diana y a Dylan como quiero a Ricardo y a Luís.

-Eso es lo que tienes... Que paso con la mujer luchadora que conocí, se fue de vacaciones o que?

Su comentario me hizo sonreír,pero mis ojos estaban reteniendo mis lágrimas. Estaba tan anciosa de querer quedar embarazada que no se daba y eso me desanimaba.

Llegamos al estacionamiento de la empresa, Sebastián apaga el motor y toma mi cara y la voltea para que lo mire.

-Mariana vamos a ir a esa consulta hoy por la tarde y lo vamos a intentar una vez más, si no se da dejaremos de intentarlo por un tiempo. Te parece?

-Esta bien amor, una vez más.

-Esa es mi chica, te amo.

Seca con su pulgar una lagrima que sin querer se me escapo y besa mis labios tiernamente. Bajamos del auto y nos dirigimos hacia el ascensor privado.

Al llegar al piso Laura nos da la bienvenida. Laura es la chica que reemplazó a Rosita. Yo como asistente ejecutiva me encargo de la agenda diaria de Sebastián y Laura de las llamadas y el archivo.

-Buenos días Sr y Sra Ferrer.

-Buenos días Laura. Decimos al mismo tiempo.

Sonreímos y nos dirigimos a nuestras oficinas.

Sebastián mandó a realizar una pequeña oficina al lado de la de él.

La mañana fue muy ocupada. Agendando reuniones con clientes importantes. La hora se fue rápido, ya era hora de almorzar, Sebastián entró a mi oficina.

-Amor es hora de irnos a comer. Recuerda que luego nos vamos a la consulta, ya hable con el doctor Fuenmayer.

-Cariño déjame dejar esto listo y nos vamos.

-Ya le di indicaciones a Laura que no vamos a estar en la tarde y que no podemos ser molestados, que tome todas las llamadas y mañana nos pone al tanto de todo.

-Ok cielo...

Termine lo pendiente, apague el computador y me fui almorzar a un restaurante cerca de la clínica donde tendría mi consulta.