Sebastián...
La reunión tardó más de lo esperado, he llamado varias veces a Mariana y me manda al buzón de voz. Salgo de la oficina y paso por su departamento, sus compañeros de habitación me indican que no ha llegado pensaron que estaba conmigo, ahora quedaron preocupados.
Llamó a la casa y no está. No creo que aún siga en el apartamento nuevo pero decido ir allá.
Al entrar todo esta oscuro solo es iluminado por la luz proveniente de la ciudad.
-Mariana... Mariana. - la llamo no responde.
Sigo caminando hasta que la veo en una esquina echo un ovillo en el piso y corro hacia ella.
-Mariana cielo que te paso?
Levanto suavemente su cara, su maquillaje está corrido y sus mejillas mojadas. Acaricio sus mejillas limpiando su rostro.
-Amor que te paso, alguien te hizo daño?
No responde solo trata de abrir los ojos con dificultad.-Sebastián.. Llegaste.
-Amor perdoname por llegar tarde, te estuve llamando salía la contestadora. Pensé que te habías ido a casa.
Trata de levantarse pero le cuesta abrír los ojos y se agarra la cabeza.
-Me duele mucho la cabeza, por favor sácame de aquí amor.
-Vamos a casa nena.
La tomo de los brazos ayudándole a levantarse intente cargarla pero me lo impidió.
En el auto solo me pidió que parará en una farmacia y le comprará algo para la migraña.
Dentro de la farmacia llamo al doctor de la familia y le comento lo sucedido, me receta unos analgésicos y quedamos que la vería en un rato en mi casa.
Llegamos y la llevo a mi habitación, me dice que se dará un baño. Me ofrecí ayudarla pero no quiso, no quiere hablarme debe estar molesta por no buscarla a tiempo.
Mariana....
Solo quiero que se me quite el dolor de cabeza. Término de ducharme me visto con un pantalón de algodón de Sebastián y una franela, necesitaba estar cómoda. Me siento en el sillón junto a la ventana ya que el dolor no me permite acostarme.
Tocan la puerta y es Sebastián.
-Hola amor como te sientes?
-Igual cariño.
-El Doctor Jiménez ya está aquí lo voy hacer pasar.
-Ok...
El doctor pasa, me pide recostarme y hago lo que me indica y le pido que solo seamos nosotros dos, Sebastián sale de la habitación. El doctor toma mi presión arterial y está alta luego coloca una vía en mi vena para pasarme un calmante y pone una pastilla debajo de mi lengua.
-Como te llamas?... - me pregunta.
-Mariana Márquez.
-Eres de España?
-No señor soy Venezolana.
Así continuó preguntando y yo respondiendo. El dolor fue disminuyendo, me hacía bien hablar y este doctor me escuchaba, era como desahogarme todo lo que tenia reprimido. Le conté sobre la expiración de mi permiso y que no sabia como contárselo a Sebastián.
-Solo habla con él, lo entenderá y te ayudará. Sabes Sebastián cuando ama lo da todo y desde que su esposa murió no lo había visto con ninguna mujer.
Me sorprendió cuando me llamó para que viniera a chequear a su novia, se escuchaba muy preocupado. Se nota que te ama.
ESTÁS LEYENDO
Mi Destino
RomanceUna mujer divorciada con dos hijos, viaja sola a otro país en busca de un mejor futuro para ella y sus niños q se encuentran a la espera de su búsqueda . Al principio no fue como ella lo esperaba hasta que conoció por accidente a un hombre empresari...