Mi Destino

Capítulo 20 (+18)

Estaba exhausta sin embargo le di un vistazo a los niños en sus habitaciones, estaban todos dormidos. Entro a nuestra habitación y consigo a Sebastián recostado en la cama completamente desnudo con un gorro de Santa y una cajita de regalo tapando su pene, pero este se encontraba erecto esperando por mi. En ese momento mis energías volvieron a mi cuerpo.

-Hola... Tartamudeo un poco y el sonríe picaramente.

-Ho ho ho!!! Aquí tu regalo.

-Yo también tengo uno para ti. - camino hacia el armario y lo ignoro.

Sebastián se levanta y llega hasta a mi rodeando mi cintura para luego acariciar mis pechos y pegando su firmeza a mi trasero. Besa mi cuello y ladeo mi cabeza a un lado para darle más acceso. Comienza a mordisquear con el besar mi cuello y susurra con voz ronca. Tan sexy que me excita.

-Te dije que no te me escaparias y que ese vestido lo quitaba yo.

Gira mi cuerpo tan rápido quedando frente a él, sus ojos se vuelven un azul oscuro, indicando deseo hacia a mi.

-Deja eso para después.

Cierra la puerta del armario y comienza a bajar el cierre de mi vestido, haciendo que se deslice por mi cuerpo pero queda atorado ya que su ereccion está pegada a mi y no permite al vestido caer... Miro hacia su dureza y sonrió. El se separa solo lo necesario para que mi vestido caiga a mis pies.

Mira mi cuerpo y ve mi conjunto de encaje rojo que llevo puesto y me mira. Yo llamo mis labios.

-Te gusta lo que ves?

El solo sonríe y comienza a besarme lento pero apasionado. Lleva una mano a mi trasero masajeandolo y con la otra la lleva a mi sexo acariciando, estoy muy húmeda.

-Lista para mi - sonríe en mis labios.

Su beso se vuelve salvaje metiendo su lengua reclamando la mía, cuando se encuentran la entrelaza y comienza una danza de sensaciones.

Rueda mi panty a un lado acariciando mi clictoris de arriba hacia abajo, introduce el dedo medio y con el pulgar hace movimientos circulares en mi clictoris. Siento la presión en mi vientre, estoy tan excitada que ya estoy por venirme.

-Amor - digo jadeando - ya casi.

-Dámelo cielo.

Intensifica sus movimientos con sus dedos dentro de mi de adentro hacia afuera dándome mi liberación. Calla mis gemidos besandome luego se separa saca sus dedos de mi y se los chupa.

-Uhnm... Eres deliciosa.

Aún con la respiración agitada me toma por la cintura y me lleva a la cama donde está la cajita de regalo.

-Ábrelo.

-Uhnm... Pensé que ya me lo habías dado.

-Eso fue solo un anticipo - sonríe con picardia.

Tomo la cajita y la abro, es una gargantilla de oro con mi nombre como dije.

-Esta hermosa amor, gracias.

Lo beso ruedo mi cabello dejándolo suelto le doy la espalda para que me la coloque y el accede.

-Esta vista esta provocativa - termina de colocar la gargantilla y me da una nalgada.

-Voy por él. - dice.

-Voy a buscar tu regalo - digo y por fin me deja, voy por sus obsequios al armario y se los doy.

-Pero son dos y yo solo te di uno...

-No amor... Me diste dos... Recuerda el anticipo.

Sonríe y asiente.

-Espero que te guste, es algo sencillo pero significa mucho.

Abre la cajita pequeña, es un llavero con una plaquita que dice tu y yo por siempre. Atrás tiene grabado : Sebastián Te Amo!!!

-Esta hermoso nena. - me besa.

Abre el otro obsequio, es un portaretrato con una foto donde salimos él, los niños y yo en la sala de juegos. Se quedó mirándola por un rato sin decir nada.

-Que paso amor, no te gusta?

-Cielo no tengo palabras para describir como me siento, este es el mejor regalo que me han dado. Me recuerda la familia que somos. La colocaré en mi oficina para verla todos los días.

Me abraza y me empuja hacia la cama dándome besos por todo mi cuerpo. Comenzó por mi cuello, descendió por mis senos luego a mis costados, mi ombligo hasta llegar a mi sexo, el cual exploró con su lengua haciendome estremecer.

Succionaba, mordía y lamia mi clictoris dandome fuertes descargas recorriendo mi cuerpo. El se dio cuenta que mi orgasmo se aproximaba y me embistió con su dureza.

-Oh... Ah.. Ah.. Se.. Sebastián amor.

-Oh.. Cariño... Vamos.

Sus embestidas fueron más fuertes y rápidas, mis piernas temblaban y mi corazón latía a mil dando la bienvenida a mi orgasmo. El siguió tomándome fuerte hasta obtener su liberación dejando su néctar dentro de mi.

Luego de recuperarnos de nuestro orgasmo nos fuimos a la ducha, donde Sebastián con sus atenciones de bañarme tuvimos otro round...

Este hombre no se cansa, ni yo de él...

Nos dormimos exhaustos pero felices.