Capítulo 19

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Es noche buena, la comida y los regalos están listos. Después de esta noche debo decirle a Sebastián sobre la espiración de mi permiso, me duele tanto tener que irme que solo me queda disfrutar estos pocos días a su lado.
Siento unos brazos rodearme la cintura y al girarme me encuentro con mis ojos favoritos.

-Que tanto piensa mi reina?

-Nada amor... Cosas. - le doy un dulce beso.

-Has estado muy pensativa últimamente, pasa algo?

-Bueno... - pienso en decirle, pero no quiero arruinar el día - hay algo pero hablamos luego, hoy es un día para celebrar y compartir en familia.

-Ok amor... Ahh se me olvido comentarte que hoy vendrá mi madre a cenar, quiero que la conozcas. Ya verás se la van a llevar muy bien.

La noche llego, Maria me ayudo a preparar la mesa. Subo ayudar a los niños arreglarse, pero están tan emocionados que estaban listos.

Sebastián salió hacer algo de imprevisto, según él.

Entro a la habitación, voy al cuarto de baño y me doy una ducha relajante para luego vestirme. Hoy decidí ponerme un vestido ceñido al cuerpo, estilo coctel, color verde botella. Me coloco mis accesorios : collar, pulsera entre otros. Nada extravagante, un poco de maquillaje, recojo mi cabello en un moño y coloco un broche de pedrería muy bonito. Cuando me estoy mirando en el espejo entra Sebastián.

-Wow... Pero que hermosa está mi reina.

-Gracias cielo... Debes apurarte ya casi llegará tu madre.

Me abraza y aprieta una de mis nalgas.

-Si no fuera por que tendremos invitados, te quitaría todo ahorita y te haría el amor... Pero tendré que esperar.

***
Estamos en la sala conversando Sebastián, su madre y yo... La señora Patricia es muy cariñosa y los niños la adoran.

-Mariana gracias a dios por ponerte en el camino de mi hijo, se respira pura alegría.

-Gracias señora.

Joseph entra con una señora y un señor.

-Disculpe Sr. Sebastián la sra Lucía y el Sr Fabricio lo buscan.

Diana y Dylan al ver hacia la puerta salen corriendo.

-Abuelitos - los niños abrazan a los señores.

Sebastián se levanta y los invita a sentarse, la señora patricia los saluda.

-Hola tanto tiempo sin vernos, bienvenidos - dice la madre de Sebastián.

-Hola querida estamos de paso. - me mira - Esperamos no interrumpir, solo queríamos ver a los niños y entregarles unos regalos.

-Ustedes siempre serán bienvenidos, les presento a mi novia.

La señora me mira sorprendida pero a la vez alegre.

-Mucho gusto querida, me llamo Lucía y este es mi esposo Fabricio.

-El gusto es mio señora, mi nombre es Mariana.

Sebastián se sienta a mi lado y los señores toman asiento frente a nosotros.

Le entregan los regalos a Diana y a Dylan. Ellos agradecen con un beso y un abrazo.

-Abuela te presento a mis amigos Ricardo y Luis.

-Son mis hijos. - le digo.

-Si hubiese sabido que habían más niños, abría traído más obsequios.

-No se preocupe, gracias.

La conversación se puso muy amena, la pareja le reprochaba a Sebastián que ya no los visitaba, ahora ya estaba invitada para pasar un fin de semana en su hacienda.

Sebastián los convenció a quedarse a cenar con nosotros. Quedaron encantados con la cena, primera vez que comían hallacas. Luego de cenar volvimos a la sala. Los niños impacientes por abrir los regalos.
Diana se acerca y la siento en mis piernas, sus abuelos no dejan de mirarme.

-Mariana podemos abrir los regalos?

Sebastián la escucha.

-Mañana, princesa. - le dice.

-Papá... - se cruza de brazos y hace puchero.

-Amor deja que abra el que les trajo sus abuelitos.

Sebastián rueda los ojos.

-Ok princesa, mañana es navidad y abriremos el resto.

La niña me da un beso y otro a su padre.

-Gracias Mariana, gracias papi.

La abuela le da los obsequios y luego sale corriendo a buscar a su hermano.

Sebastián besa mi mano y susurra.

-Tu siempre complaciendola.

-Es una niña amor.

Las dos señoras se miran y sonríen. Es como si entre ellas se hablaban con las miradas.

Es tarde son pasada las 2am, Diana tiene sueño y me pide que la acompañe a su habitación, me disculpo y voy con ella.

***
Sebastián

Está noche ha sido fantástica con mi madre y la visita inesperada de mis suegros. Se que les agrado Mariana, estoy esperando su interrogatorio.

-Hijo - comienza mi madre - Mariana se ve una buena mujer.

Continúa la señora Lucía

-Sebastián ya era hora que consiguieras a alguien y siento que ella es la indicada, veo como trata a los niños. Ellos la adoran.

-De verdad... Cada día doy gracias a dios por colocarla en mi camino, Mariana se ha ganado el cariño de todos en esta casa. Ella es muy atenta y super cariñosa.

Mis madre se levanta y me abraza, al igual que la sra Lucía.

En ese momento Mariana baja y se incorpora.

-Los niños ya están en sus habitaciones.

-Nosotros nos retiramos, ha sido un excelente día. Gracias por todo.

-Si gustan pueden quedarse, la casa tiene muchas habitaciones.

-Tranquilo Sebastián, nuestro chófer nos llevará a casa.

Los acompañamos a la salida, la señora Lucía me abraza y me dice al oído.

-Me alegra verte feliz, te lo mereces. Mi hija debe estar orgullosa.

Se aparta y se despide de Mariana.

-Gracias por todo Mariana, esperamos su visita.

-Gracias a ustedes por venir, pronto iremos.

Suben al auto y se marchan.

Mis madre se despide y sube a una de las habitaciones. Mariana decide ver a los niños y yo la esperaré desnudo en nuestra habitación para darle su regalo de navidad.

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