-Mariana, Sebastián.... Felicidades!!!
Ven esta pelotica latiendo aquí.-Si lo vemos. Decimos los dos al mismo tiempo.
-Ese es su bebé.
Siento una enorme emoción. Mi corazón late fuertemente y mis lágrimas salen de mis ojos sin pedir permiso. Sebastián está igual que yo... Esta llorando... De felicidad.
-Lo logramos amor... Bueno el comienzo.
Las palabras no me salen, no digo que mis hijos no me emocionaron. Este bebé me ha costado tanto que me voy a cuidar y dejar cuidar, porque sé que Sebastián me va a estresar de tantos cuidados.
Ya calmada el doctor comienza a explicarnos los cuidados que debo tener. Apenas tengo 5 semanas por lo tanto no debo realizar ningún tipo de fuerza, no debo estresarme, comer sano y otras cosas. Sebastián parece una esponja reteniendo cada palabra del doctor.
-Bueno Mariana nos vemos dentro de 20 días. Comienza las vitaminas, cualquier eventualidad no dudes en llamarme no importa la hora que sea.
-Muchísimas gracias doctor. - dice Sebastián estrechandole la mano, yo igual me despido y salimos del consultorio tomados de la mano.
Entramos al auto, todavía estamos flotando de felicidad por la noticia
Llegamos a la casa pero decidimos esperar hasta la cena para darle la noticia a los niños. Subo a la habitación y me doy una ducha, al salir encuentro a Sebastián sentado en la orilla de la cama. Camino hacia él sus ojos brillan y su sonrisa no se borra de su rostro. Está feliz y yo también. Quita el nudo de mi bata de baño y mete las manos acariciando mi vientre lo besa y luego susurra.
-Serás mi pequeña o pequeño, no sabes lo feliz que soy por tenerte allí y me harás más feliz cuando nazcas. Ya te amo con todo mi corazón.
Al escucharlo mis lágrimas amenazan con salir pero no las dejo.
Se levanta de la cama me abraza y me da un beso casto, no me separo y lo beso. El posa sus manos en mi trasero y lo aprieta. Mi centro se humedece, mi lengua entra en su boca buscando la suya sin pedir permiso. El acaricia mis nalgas y yo comienzo a desabotonar su camisa, acaricio su pecho y el gruñe.
-Amor para... No creo que sea bueno para el bebé. Recién nos enteramos y no quiero perderlo.
-Pero... Te deseo.
-Igual yo... Me da un poco de miedo. Mejor esperemos más tiempo.
-Y cuanto tiempo me vas a tener en abstinencia.
-El que sea necesario, tampoco el fácil para mi. Mira como me tienes.
Miro su pantalón y allí esta mi amiguito tratando de salir. Lo acaricio y esta duro, muy duro como me gusta. Intento liberarlo pero el no me lo permite.
-Quedate tranquila amor.
El tiene razón, ha costado tanto concebir este bebé que no podemos arriesgarnos a perderlo.
Entra al baño y yo aprovecho de vestirme y me acuesto en la cama acariciando mi vientre. Mi cuerpo se relaja y mis ojos se me cierran solos.
-Cielo duerme tranquila.
-No amor... No quiero dormir.
Sebastián se pone un bóxer y se recuesta a mi lado.
-Duerme un rato, yo te levanto para cenar y luego hablamos con los niños.
Me acomodo en su pecho aspirando su aroma y morfeo se apodera de mi.
-Mami mami despierta...
Abro los ojos y veo a Diana, Sebastián duerme a mi lado.
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Mi Destino
RomanceUna mujer divorciada con dos hijos, viaja sola a otro país en busca de un mejor futuro para ella y sus niños q se encuentran a la espera de su búsqueda . Al principio no fue como ella lo esperaba hasta que conoció por accidente a un hombre empresari...