Capítulo 33

578 64 4
                                    

-Mariana, Sebastián.... Felicidades!!!
Ven esta pelotica latiendo aquí.

-Si lo vemos. Decimos los dos al mismo tiempo.

-Ese es su bebé.

Siento una enorme emoción. Mi corazón late fuertemente y mis lágrimas salen de mis ojos sin pedir permiso. Sebastián está igual que yo... Esta llorando... De felicidad.

-Lo logramos amor... Bueno el comienzo.

Las palabras no me salen, no digo que mis hijos no me emocionaron. Este bebé me ha costado tanto que me voy a cuidar y dejar cuidar, porque sé que Sebastián me va a estresar de tantos cuidados.

Ya calmada el doctor comienza a explicarnos los cuidados que debo tener. Apenas tengo 5 semanas por lo tanto no debo realizar ningún tipo de fuerza, no debo estresarme, comer sano y otras cosas. Sebastián parece una esponja reteniendo cada palabra del doctor.

-Bueno Mariana nos vemos dentro de 20 días. Comienza las vitaminas, cualquier eventualidad no dudes en llamarme no importa la hora que sea.

-Muchísimas gracias doctor. - dice Sebastián estrechandole la mano, yo igual me despido y salimos del consultorio tomados de la mano.

Entramos al auto, todavía estamos flotando de felicidad por la noticia

Llegamos a la casa pero decidimos esperar hasta la cena para darle la noticia a los niños. Subo a la habitación y me doy una ducha, al salir encuentro a Sebastián sentado en la orilla de la cama. Camino hacia él sus ojos brillan y su sonrisa no se borra de su rostro. Está feliz y yo también. Quita el nudo de mi bata de baño y mete las manos acariciando mi vientre lo besa y luego susurra.

-Serás mi pequeña o pequeño, no sabes lo feliz que soy por tenerte allí y me harás más feliz cuando nazcas. Ya te amo con todo mi corazón.

Al escucharlo mis lágrimas amenazan con salir pero no las dejo.

Se levanta de la cama me abraza y me da un beso casto, no me separo y lo beso. El posa sus manos en mi trasero y lo aprieta. Mi centro se humedece, mi lengua entra en su boca buscando la suya sin pedir permiso. El acaricia mis nalgas y yo comienzo a desabotonar su camisa, acaricio su pecho y el gruñe.

-Amor para... No creo que sea bueno para el bebé. Recién nos enteramos y no quiero perderlo.

-Pero... Te deseo.

-Igual yo... Me da un poco de miedo. Mejor esperemos más tiempo.

-Y cuanto tiempo me vas a tener en abstinencia.

-El que sea necesario, tampoco el fácil para mi. Mira como me tienes.

Miro su pantalón y allí esta mi amiguito tratando de salir. Lo acaricio y esta duro, muy duro como me gusta. Intento liberarlo pero el no me lo permite.

-Quedate tranquila amor.

El tiene razón, ha costado tanto concebir este bebé que no podemos arriesgarnos a perderlo.

Entra al baño y yo aprovecho de vestirme y me acuesto en la cama acariciando mi vientre. Mi cuerpo se relaja y mis ojos se me cierran solos.

-Cielo duerme tranquila.

-No amor... No quiero dormir.

Sebastián se pone un bóxer y se recuesta a mi lado.

-Duerme un rato, yo te levanto para cenar y luego hablamos con los niños.

Me acomodo en su pecho aspirando su aroma y morfeo se apodera de mi.

-Mami mami despierta...

Abro los ojos y veo a Diana, Sebastián duerme a mi lado.

Mi Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora