Capítulo 29: Y entonces comenzó...

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Levantando mi cabeza desde el pecho de la el'doraw, miré a la princesa draconiana. Mis párpados pesaban, pero no estaba tan cansado como para no notar la hermosa vista que se mostraba frente a mí.

Ayuseya vestía un camisón parcialmente transparente que apenas y cubría su pecho. Su usualmente escondido pecho ahora se mostraba, dejándome saborear cada rincón de este, exceptuando su región inferior, ella vestía bragas. Sus escamas doradas podían verse a través de la tela, dejándome saber de la presencia de su vientre; caderas; parte baja del pecho, justo encima de las últimas costillas; bajo sus rodillas; tibia; brazos, y la clavícula. Con su cola tapando en frente, mirando hacia abajo con timidez, y una hebra de su largo y rojo cabello que fluía sobre su mejilla derecha, Ayuseya era un bello espectáculo para la vista.

Mi boca se abrió involuntariamente, y Shanteya la cerró por mí.

¿Qué pasa? Pregunté, volviendo de esta agradable sorpresa.

Yo... Ella se sorprendió por mi pregunta y me miró con sus ojos draconianos.

¿Hm? Incliné mi cabeza hacia la izquierda e intenté de manera desesperada eliminar todos los pensamientos traviesos de mi cabeza.

Yo... Yo escuché... bueno, verás... erm... Ella miró alrededor, tratando de evitar mi vista.

Sabiendo lo que pasó antes, el como ella lloraba, y su complicada situación en general, la única razón válida en la que podía pensar para que ella se mostrara vestida así era con el fin de apaciguarme con su cuerpo. Debido a que ella me gritó y lloró después de lo que pasó antes, quizá ella pensó que estaba molesto o enojado con ella. Todo esto era sólo para apaciguarme, aun así, esto sólo me hacía sentir como un villano que tomaba ventaja de una chica inocente.

Dejando salir un suspiro, rasqué la parte posterior de mi cabeza y pensé un poco en como acercarme a ella. Estaba claro que Ayuseya no era como Shanteya, de otra manera, la habilidad [Vínculo de Confianza] hubiera aparecido esa noche también.

Escucha, Ayuseya, no estoy enojado ni molesto contigo. Como ya dije, puede que haya hecho algo malo antes, me disculpo. Dije e incliné mi cabeza hacia ella. No hay necesidad de que te esfuerces por complacerme si no quieres hacerlo. No te tocaré de forma inapropiada. Ni siquiera he tocado a Shanteya de esa manera tampoco. Nanya está fuera de cuestión debido a que ella nunca ha entrado a mi Mente Interna. Continué hablando con mi cabeza inclinada hacia abajo en frente de ella.

Como alguien nacido y criado en Rumania, no veía la necesidad de estar en dicha postura, pero leí en algún lugar que cuando te disculpabas y mostrabas tu lado sumiso a la mujer que has hecho enojar, como hombre, tendrías una delgada posibilidad de ser perdonado al instante. Por supuesto, leí eso en un meme posteado, así que la credibilidad del consejo era dudosa.

E-Entonces... ¿qué deseas de mí? Ella preguntó con un tono de voz tembloroso.

Tragué saliva y miré hacia ella. Mis ojos se movieron rápidamente para detenerse en los suyos, pero era difícil no notar el encanto tentador de su apenas cubierto cuerpo.

Que te sientas cómoda y segura a mi alrededor, no amenazada... No quiero hacerte daño. Erm, creo que a pesar de ser marido y mujer, de acuerdo con lo que este anillo representa, no podemos pasar directamente a ser amantes. Lo siento, ¡cometí un error! Así que, ¿qué tal si somos amigos desde ahora? Honestamente hablando, la primera señal de confianza que te ofrecí fue traerte aquí, dentro de mi Mente Interna. ¿Hay algo que pueda hacer? Dije, y le mostré una brillante sonrisa.

Reencarné como una Academia MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora