Historia Paralela 1: Un abrazo como ningún otro

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[Punto de vista de Shanteya]

Un grupo de monstruos de rango Maestro y una escolta de caballeros redujeron nuestros números de 40 a 25. Soy la que sufrió más heridas de entre todos nosotros, pero aún puedo correr, aún puedo pelear, aún puedo matar si se me ordena.

Después de que entráramos al territorio de la academia, me era difícil mantenerme en pie. Estaba entre los últimos, así que cuando nos vimos bajo ataque, fui la última en cubrirme. A diferencia de los demás, que se escondieron detrás de árboles, yo me escondí tras una roca. Escuché sus gritos haciendo eco por el bosque y entonces nuestro líder nos ordenó que nos mantuviéramos alerta. La estrategia era simple: escondernos en la obscuridad, esperar a que el enemigo se mostrara y después atacarlo, pero nunca tuvimos oportunidad de hacerlo, el último ataque nos golpeó con todo su poder.

Después de una luz brillante y una poderosa explosión, cerré mis ojos y cubrí mis orejas, pero después sentí que un calor doloroso lamia mi espalda. Y podía sentir la esencia de carne quemándose. Era algo que yo conocía muy bien, pero no me daba cuenta de que yo era la que la liberaba. Empujándome hacia arriba, intenté mantenerme de pie y huir de ahí, pero si lo hacía, estaría desobedeciendo las ordenes...

Él me dijo que me mantuviera alerta, pero ¿cómo se suponía que lo hiciera? Era muy caliente, doloroso, y atemorizante.

Tengo que huir... Tengo que... Me dije a mi misma mientras me levantaba e intentaba huir.

Como un fiero rayo derribando un árbol, dolor surgió a través de mi cuerpo desde la cabeza hasta los pies. Mis músculos se tensaron, y me quedé allí con la boca y los ojos abiertos, pero no tenía voz, sólo salía aire.

Duele... duele... Gritaba dentro de mí.

Tenía una maldición de obediencia. Mi deseo de huir, mis acciones mismas la habían activado, pero no me importaba. Con sólo un paso más, si tan sólo pudiera huir y salvar mi vida, entonces podría regresar con el maestro del gremio y rogarle que detuviera la cuenta regresiva antes de que me matara.

Necesito alejarme... Pensé, pero la falta de aire me estaba venciendo, el terrible calor me estaba hirviendo en vida, y el dolor de mis huesos rotos era terrible.

¿Tenía alguna oportunidad alejarme? Podía yo, la Muñeca Rota del gremio Phantom's Rage, ¿ser salvada? Pero, ¿por quién?

N-no puedo... Pensé por última vez antes de sentir como mi fuerza me abandonaba y caía sobre mis rodillas.

Mi visión estaba borrosa, el dolor anulaba mis sentidos, y ahí, en medio de ese feroz infierno, me desmallé...

No sé cuánto tiempo pasó mientras estaba tirada allí, paralítica, quemada, herida, y sufriendo por más cosas de las que podía contar, pero así era mi vida. Era la Muñeca Rota. Algo extraño pasó, el calor se disipó poco a poco y mis pulmones dejaron de doler. Después vino el frío, y la voz de un extraño me forzó a despertar.

Sorprendida, mi cuerpo se tensó, y brinqué hacia atrás debido a la voz del extraño, pero estaba demasiado debilitada. Cayendo hacia atrás, moví mi mano para detener mi caída, pero toqué la roca detrás de mí, esta estaba hirviendo... Eso dolió, y abrí mi boca para gritar, pero esto no era más que un pobre reflejo que quedo después de que perdiera mi voz.

Me alejé de la piedra y miré a mi alrededor con sorpresa.

Definitivamente escuché una voz justo ahora. ¿Un enemigo? Me pregunté a mí misma mientras alcanzaba mi daga.

Reencarné como una Academia MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora