Capítulo 31: ¡Haré como me plazca porque soy un 'Como un Dios'!

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Bueno chicos, aquí les traigo este tan esperado capítulo 31 que la verdad planeaba hacerlos sufrir un poco más y subirlo hasta el domingo, pero me dijo un queridísimo amigo (quiero que se invite un jugo por eso lo de queridísimo :v) que ya quería leerlo y que los había hecho esperar demasiado. Así que como todo buen cámara aquí lo tienen con dedicatoria y todo ;3 ... Haber si es cierto que se lo devora en 15 minutos como dice :v

PD: Si no comenta dentro de los próximos 5 minutos me invita un sushi <3

Parte 1

[Punto de vista de Ayuseya]

La voz de Illsy era muy débil. Él intentaba tan duro como podía sobrevivir a las envestidas furiosas de Dankyun, empujándose sobre sus límites hasta el punto de quebrantarse y desmayarse.

En toda mi vida, nunca había visto a otro hombre que se esforzara tanto por mí, pero el ver su dolor, el verlo sufrir de esa manera, hacía que mi corazón se sintiera como estrangulado por dolorosas agujas.

¿Cómo podría dejarte sufrir de esta manera, Illsy? Dije, pero él no me respondió.

Me mantuve rogándole que me liberara. Esta era la única manera de ganar contra un monstruo como él, o mejor dicho... hacer que se marchara. Dankyun era un loco, un monstruo con un poder irrazonable. Nadie podía ganar contra él.

Lágrimas rodaron por mis mejillas sin siquiera darme cuenta. Estas eran lágrimas de miedo, por lo que pudiera pasar con el gentil Dungeon Lord que me ayudó cuando la mayoría ya habría huido. Mi corazón plañía al verlo sufrir, porque lo veía sufrir cuando no tenía razón para hacerlo... O quizá... quizá yo no veía sus razones.

Illsy, es la única manera de detener a este loco. ¡Por favor! Ya hiciste lo suficiente. Diste lo mejor de ti, pero esto... Le dije y sacudí mi cabeza. No quiero que mueras por mi causa, Illsy... No quiero eso. No quiero ver a Dankyun matar a mi... Me detuve. De nuevo, ¿qué era Illsy para mí? ¿Un guardián? ¿Un ayudante? ¿Un sirviente? ¿Un amigo? ¿O más? La respuesta a esta pregunta fue susurrada por mi corazón, y estas fueron palabras que nunca creí decir hacia un dungeon. Illsy, no quiero ver a Dankyun matar al que algún día yo podría... Algún día podría llegar a amar. Miré hacia arriba a donde él se encontraba, y fue ahí cuando escuché sus palabras finales.

Ayuseya... Te libero...

Fue una voz tan débil la que susurró esas palabras que casi y no las escuchaba.

Mi cuerpo fue envuelto en una luz brillante, y cerré mis ojos. Lo siguiente que sentí fue una punzada en mi mejilla izquierda y la atracción del suelo bajo mis pies. Estaba de vuelta en el mundo exterior.

"¿Ayuseya?" Preguntó Dankyun confundido.

Abriendo mis ojos, miré la afilada hoja de su espada negra. Las brillantes runas rojas la cubrían y propagaba un aura maliciosa a su alrededor. Lo que sentí en mi mejilla fue el corte de su arma. Afortunadamente, Dankyun tenía suficiente control sobre esta y detuvo su mano antes de que pudiera cortarme la cabeza.

Incluso aunque yo sangraba, lo miré a los ojos. Aún había lágrimas en los míos.

"¿Qué es esto?" Preguntó y retiró su espada. "¡Dungeon Lord! ¡Respóndeme!" Él gritó, pero no llegó respuesta de Illsy.

Mirando hacia atrás, miré al cristal verde que sólo flotaba, sin ni una sola respuesta viniendo de este. Illsy probablemente dormía, cansado de gastar tanta Energía Mágica. Él peleó valientemente, y para un dungeon tan joven, era una gran hazaña herir a un draconiano Rango Supremo como Dankyun.

Reencarné como una Academia MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora