Reencarné como una Academia Mágica

~Capítulo 32: Fuego. Sangre. Confianza (Parte 4)~

"¿Bueno?" Preguntó Nanya levantando una ceja.

"Terminé con mis mejoras...Iré rápido a mejorar este nivel y luego me dirigiré a mi interior para hablar con Ayuseya y Shanteya acerca de la batalla que se avecina. ¿Tú qué es lo que harás?" Le pregunté.

"Me sentaré aquí y meditaré por que quiero quitar este sello antes de enfrentarme con Dankyun." Ella dijo encogiendo los hombros e hizo eso.

Nanya se sentó dónde estaba, cruzó sus piernas y quedó en posición de Loto. Parpadeé cuando la miré, pero me encogí de hombros y luego salí a reparar este nivel.

Desde que no pude terminar todas las paredes y las trampas, inicialmente había planeado que todo lo que quedaba por hacer era amontonar trampas y monstruos. Primero que nada, incremente el tamaño del cuarto agregándole otros seis metros. En el área entre la zona óptima de los láseres y la pared, puse tantos círculos de invocación como pude, poniendo por lo menos 2000 Puntos de Energía Mágica en cada uno de ellos. También me aseguré de que los círculos estuvieran listos para invocar dos monstruos de 1000 puntos cada uno.

En la pared de afuera, conecté las paredes del maze que faltaban y le agregué unas pocas trampas rápidas a este. Con mi Regeneración de Energía Mágica incrementada las cosas fueron mucho más fáciles de lo que había anticipado, La regeneración fue prácticamente el doble de rápido que la primera vez que llegué a este mundo.

Desde mi punto de vista, era algo obvio que había apurado las cosas, pero dudaba que alguien como Dankyun o sus soldados lo notaran. A lo mucho, ellos creerían que habían llegado a una parte mucho más fácil del maze.

Regresé a mi mente interna y me dirigí derecho hacia Shanteya y Ayuseya. Las dos estaban juntas y hablando de algo.

¡Maestro! ¿Se encuentra bien? Preguntó Shanteya asustada al momento de verme allí.

Estoy bien. No las arreglamos para escapar a salvo y ahora estamos dentro de mi calabozo. Les dije con una sonrisa.

Entiendo. Maestro, yo... Shanteya se detuvo antes de terminar lo que quería decir y miró de regreso a Ayuseya. No, es mejor si habla con ella primero. Lo mío puede esperar... La hermosa el'doraw asintió y se alejó de mí.

Parpadeando de la sorpresa, miré hacia Ayuseya y me acerqué a ella.

Lo siento, no mantuve mi promesa... Le dije y me agaché.

Illsy... Ella dijo y luego algo sorprendente pasó.

Ayuseya voló hacia mí, ella levantó mi barbilla y luego me besó. Ella fue un poco torpe con su beso, pero este era uno verdaderamente sincero, sin ningún tipo de cadena obligándola, con nada que la restringiera. Ella enredó sus brazos a mi alrededor y me acercó a ella mientras compartíamos un segundo beso, pero esta vez yo era el que lideraba.

El ambiente era tan placentero y relajante, me olvidé por completo de Dankyun y su banda de ratas, pero eso no era algo malo. Me di cuenta de que disfrutaba besar a Ayuseya tanto como lo hacía con Shanteya. Sosteniéndola en mis brazos y sintiendo su gran pecho presionando contra el mío me traía un sentimiento confortable. La dragonesa era gentil con su abrazo y yo también lo era.

Entonces recordé mi sueño donde Alina me mostraba aquella foto con ella y luego con Ayuseya, Shanteya y Nanya. Creo que, hice mi elección. Amaba a Alina, pero nuestro viaje juntos había acabado. Ella estaba en su mundo, allá en la tierra, y yo tenía a tres adorables mujeres esperando por mí aquí. No era algo difícil elegir entre ellas, era sólo que, en lo profundo de mí, aún me aferraba fuertemente a mi relación con Alina y esto no me dejaba dedicarme por completo al nuevo amor que encontré aquí. De hecho, este no fue uno al que le tomó años para formarse. Este tuvo algunas muy extrañas y únicas circunstancias, pero al final, lo que importaba eran los puros e inmaculados sentimientos entre nosotros.