Capitulo 16

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El reloj de la pared marcaba el final de la hora, segundos después el timbre retumbó en mis oídos sacándome de mis pensamientos. Tomé mis libros y salí por la puerta, una vez en el pasillo busqué mi casillero.

Moví con rapidez mis dedos, alineando los números de la combinación. Se abrió con un clic al mismo tiempo en que una hoja de papel doblado caía a mis pies. Me agaché y sostuve el papel entre mis manos, lo abrí y leí lo siguiente.

Mac, no comeré contigo a la hora del almuerzo. Lo siento, tarea.

No me odies.

-Becca.

Perfecto. Pensé.

Suspiré y cerré el casillero con fuerza, a mi lado un chico me miró con el ceño fruncido. Lo ignoré y obligué a mis piernas caminar hasta la cafetería.

Al llegar, el olor a pizza inundó mi nariz. Estiré el cuello en busca de la mesa de mis hermanos.

Adam se encontraba charlando con la capitana de las porristas, mientras que Liam no estaba. Fruncí el ceño y me encaminé hasta mi hermano.

—Adam.—lo llamé una vez junto a él.

Me miró todavía riéndose de lo que seguramente esa rubia le había dicho.

—¿Qué pasó, hermanita?—me miró sonriente.

Me percaté de que la porrista me echaba una mala mirada, estaba cruzada de brazos y con una expresión de frustración en su rostro. Claramente molesta de ser interrumpida en su pequeña fantasía con mi hermano.

—¿Dónde está Liam?—pregunté ignorando a la chica.

Mi hermano se encogió de hombros.

—No lo sé, creí que estaba contigo—se volvió a la chica guiñándole un ojo. Ella le respondió con una risita y quitando los mechones dorados de su cara.

—¿Por qué estaría conmigo?—quise saber, Liam siempre estaba con Adam y otras tres chicas asiéndoles compañía.

Si saben a lo que me refiero.

—Dijo que iría contigo a hablarte sobre algo.

—¿Podrías ayudarme a buscarlo?—me crucé de brazos—Becca me dejó plantada, y tú estás con...

—Stephanie.—dijo la rubia mostrándole una gran sonrisa a mi hermano.

—Si.—la miré con desprecio, odio a esa clase de chicas. Creen que con un bonito maquillaje y vistiendo mini-faldas lo pueden conseguir todo, solo que hay un pequeño detalle. Mis hermanos jamás se han fijado en una sola chica, y nunca lo harán.

—Bien.—suspiró Adam, rendido—.Te ayudaré a buscarlo.

Casi me parto de risa al ver a Stephanie abriendo los ojos como platos. Pero después cambió su expresión a esa sonrisa falsa.

—Estoy aburrida.—dijo abrazando el brazo de mi hermano y recargando la mejilla en su hombro.

—Lo siento, Steph. Será rápido—le respondió Adam mostrándose desinteresado.

Mis 3 idiotas y yo© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora