Capitulo 21

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Al llegar al instituto, todas las miradas se dirigían a mi dirección. Por un lado, las chicas posaban sus ojos devorando con la mirada a mis hermanos. Por otro, los demás miraban a la chica que había sobrevivido al ataque de dos criminales.

Me despedí de mis hermanos, aunque parecieron no haberse percatado ya que unas porristas estaban prácticamente encima de ellos.

Divisé a Becca de entre el montón de alumnos corriendo a clases. Le dediqué una gran sonrisa a mi amiga, y sus ojos se posaron en Liam. Giré mi cabeza hasta donde se encontraba mi hermano sonriendo de oreja a oreja.

Bufé.

Me abrí paso entre la gente, dando empujones y una que otra disculpa.

—Perdona.—dije girándome al chico de ojos azules fríos.

—No hay cuidado.—me sonrió Derek con un brillo de diversión en los ojos.

Mi pulso comenzó a acelerarse frenéticamente, un balde de agua helada se colaba en mi columna haciéndome estremecer. Casi podía pensar que Derek lograba percibir el miedo corriendo por mis venas.

—¿Qué haces aquí?—logré articular las palabras con un nudo en mi garganta.

—Vine a verte.—dio un paso hacia a mí pero retrocedí. Su expresión se ensombreció.

—Pues yo no quiero verte.—miré de reojo donde habían estado mis hermanos, sin ninguna suerte.

—Debemos hablar, Mackenzie.—dijo restándole importancia a mi comentario.

—No voy a hablar contigo.—comencé a alejarme de él, pero me tomó del brazo. Una chica que pasó a nuestro lado nos miró con curiosidad.

—Escucha—apretó mi brazo fuertemente, a tal punto que creí que me dejaría marcado sus dedos—.Creo que merezco una oportunidad, ya sabes.

—¿Qué quieres decir?—traté de zafarme de su agarre, sin mucho éxito.

—Te extraño, y quiero volver a intentarlo.

Al escuchar esas palabras no pude evitar soltar una amarga risa.

—Si claro, Derek—miré su mano que se aferraba a mi brazo, y después a él—.Ya suéltame.

Me soltó y una mirada de enojo cruzó por sus ojos.

—He cambiado—apretó los puños a ambos lados, tratando de contener su ira—.No volveré a perderte, una orden de restricción no puede impedirlo. Sólo te pido una oportunidad, por favor.

De repente ya no lo escuchaba, mis ojos viajaron al chico que se encontraba detrás de Derek. Estaba recargado contra uno de los casilleros, hablando con una chica de cabello castaño similar al suyo. Los dos reían y él la miraba con esos brillantes ojos verdes que me habían salvado de una caída en picada.

Nate.

Algo en mi interior comenzó a hervir, un sentimiento extraño revoloteó en mi estómago deseando poder arrancarle la cabeza a esa chica.

—¿Mac?—Derek me penetró con sus ojos fríos—¿Qué estás mirando?

Sus ojos viajaron detrás suyo, mirando con detenimiento a Nate. En ese momento, él también miró en nuestra dirección. Nuestros ojos se encontraron, pero de nuevo me dirigí a Derek.

Entonces no pensaba con claridad, lo único que tenía en mente era Nate.

¿Cómo podía casi besarme y después estar con otra chica?

Mis 3 idiotas y yo© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora