Capitulo 3

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El aula de química era como me esperaba.

Aburrida.

Nada había cambiado, los pupitres de madera seguían ordenados en filas y las paredes aún pintadas de celeste adornaban el salón.

Muchos alumnos comenzaron a entrar, logré distinguir algunos rostros familiares. Hubo un chico que llamó mi atención, era alto, de cabello castaño. Sus músculos se marcaban en la playera negra que vestía.

No me percaté de que lo estaba viendo por demasiado tiempo, se giró hacia mí. Me miró con sus ojos verdosos y me esbozó una gran sonrisa.

Aparté la mirada y empecé a juguetear con el lápiz dando golpecitos a mi cuaderno.

—¿Quién es ese?—dijo Becca a mi lado en voz baja.—Creo que está viendo hacia acá.

Agaché la cabeza, mechones ondulados cayeron sobre mi mejilla.

—¿Te está viendo a ti?—preguntó Becca.

En ese momento miré de lado, comprobando que Becca estaba en lo cierto. El chico me miraba, pero de una forma extraña.

—Todos tomen asientos.—anunció la maestra de química. Una mujer alta morena que siempre vestía blusas holgadas y faldas de tubo, haciendo juego con sus tacones de piel.

—De nuevo trae esos zapatos con piel de elefante.—gruñó Becca dándome un codazo en el brazo.—Apuesto a que ella misma les arranca la piel, suena bastante lógico ¿no crees?

—De acuerdo, el día de hoy tendrán que llevar a cabo un proyecto en el cual se les asignará un compañero.

Becca se recargó en el respaldo dando un resoplido.

—Dios, no entiendo nada de lo que sale de su boca. ¿Siempre tiene que hablar en otro idioma?

—Becca.—la reproché.

Se giró hacia mí.

—¿Qué? ¿Acaso no estás de acuerdo?

—De hecho iba a decirte que la maestra está a lado tuyo.—le sonreí.

Sus ojos se agrandaron y volteó en la misma dirección que le había indicado.

—¿Algún problema con el uso de mi lenguaje, señorita Sky?—arqueó ambas cejas.

Becca estaba por responder, pero intervine sin siquiera haberme dado cuenta.

—No claro que no, ella solo estaba bromeando.

—Eso espero, señorita...—dejó la frase sin terminar.

—West.—intervine.

Su rostro palideció y sus ojos se volvieron como platos.

No me había dado cuenta de que toda la clase nos estaba mirando.

—¿Tus hermanos son Liam, Aaron y Adam West?

—Afirmativo.—sonreí de manera angelical. Ya sabía a dónde giraría la conversación.

—De acuerdo Mackenzie, espero que tu comportamiento sea mejor que el de tus hermanos.—me miró fijamente.

—No se preocupe, lo será.—sonreí para mis adentros.

Asintió y caminó hasta su escritorio.

—Como les decía, el trabajo va a consistir en que realicen una maqueta de algún tipo de energía y explicarlo.

Mis 3 idiotas y yo© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora