Capítulo 8 - El grupo agradecido

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Afuera, nuevamente, el grupo se miró entre ellos, esperando en silencio que los maleantes se hubieran alejado.
Una vez estaban a salvo de que les oyeran, las personas rescatadas y los que habían estado esperando afuera se abrazaron en una serie de risas y palabras de alegría.
(T/N) les entregó con cuidado el intacto galón de cinco litros de agua y, casi llorando de alegría, los rescatados les pidieron que les acompañaran hasta llegar con sus compañeros para que les pudieran agradecer como se debía.
A lo cual el pequeño grupo asintió, y se unieron a la tranquila caminata, jalando la moto al final de la gente.

Peter les sonreía con orgullo a la joven y a Ivan, y Yao simplemente observaba el lugar, alegre porque ambos hubieran salido en una pieza.

Caminando mientras jalaba el vehículo del manubrio al final del grupo de gente, (T/N) se dispuso a limpiar su capa llena de polvo. Se limpió con las manos un poco, se la sacó, la sacudió y se la volvió a poner. Guardó las armas que había usado en su mochila personal y en el equipaje general guardó las que le había prestado al ruso.
Nadie se dio cuenta que ambos jóvenes la miraron de reojo, para luego girar la vista a cualquier otro punto en el cielo.
A ella le picaba la curiosidad acerca del insulto que había lanzado Ivan a través del comunicador, pero no estaba segura de querer saber qué significaba.

No habían pasado más de cinco minutos desde que salieron del callejón cuando se percató que el muchacho que la había acompañado durante la batalla no estaba.
El aparente ladrón asiático con el que había hecho una tregua.
Bueno, si era por agua, muy poca gente podía ser considerada ladrona. Era probable que el chico ni siquiera supiera que ese galón lo había encontrado gente noble y humilde en lo que hacían, y que simplemente creyera que tenía suerte de sacar semejante botín de los maleantes.
No podía culparlo. Y además, si había accedido a la tregua con tanta facilidad y, encima, la había ayudado dando ideas a lo mejor era un muchacho tratando de sobrevivir que tenía la habilidad de escurrirse en las batallas y salir sin que nadie se hubiera percatado que estaba ahí.
No sabía en qué momento, pero se había llevado su espada de madera.
Ella no recordaba habérsela regresado, pero bueno.
Sería interesante encontrarlo otra vez.

Avanzaron a través de las desiertas calles de la abandonada ciudad, evitando tropezarse con las plantas mutadas que obstruían el camino y apartándose cada vez que pasaban frente a un edificio alto en muy mal estado, pues se podía caer en cualquier momento.

Al cabo de media hora o algo así, llegaron frente a lo que habría sido un hotel en algún momento y ahora era una de las edificaciones menos decrépitas. Dentro, se encontraron con el resto del gran grupo de gente.
Todos los que estaban presentes se giraron en cuanto les oyeron entrar, y sus expresiones cambiaron de preocupación a alegría en los efímeros instantes que les tomó reconocerles.
Durante diez minutos se abrazaron, lloraron de alegría, se contaron lo que había pasado, mostraron el galón y lo aseguraron en uno de los dos camiones en los que viajaban. Se contaron de la pérdida de sus dos compañeros y lloraron su muerte.
Calmadas las emociones, los que habían venido con nuestra protagonista y los otros tres les presentaron ante todos los demás, y ante quien parecía ser el "líder": un hombre algo mayor de esos que a primera impresión dan la idea de ser la cosa más amable del mundo.
Un característico señor bonachón.

Se presentaron como una pequeña comunidad de sobrevivientes pacíficos que gustaban de llamarse "Killa". Les dieron todos los agradecimientos posibles en palabras, y explicaron que lamentaban no tener mucho con lo que demostrarles su gratitud. Aun así, les entregaron un par de gafas de aviador, una manzana y un encendedor.
Se disculparon, diciendo que tenían una pequeña cantidad de cosas aleatorias, y que creían que tal vez esas les servirían mucho más que el resto.
Pero que sabían que no era gran cosa a cambio de lo que habían hecho por ellos.

Agua, por favor [Hetalia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora