II

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Conduzco rápido, sintiendo el vibrar de la moto entre mis piernas; llevo una hora conduciendo y estaciono cerca de un lago, no se como llegue aquí, ni tampoco porque razón estoy en este lugar; esta oscuro, y aun así lo reconozco; estoy en el centro de la cuidad, es el lago Serpentine, lado este; el viento choca con las ramas de los arboles haciendo un crujido estremecedor, me siento en una de las rocas cercanas a un árbol, no tan grande; acomodo mi espalda contra el árbol y empiezo a analizar todo lo ocurrido esta noche: el dolor de mis amigas, su vida; reacciono al escuchar disparos, uno tras otro, me pongo de pie con la espalda contra el grueso tronco del árbol, y una espalda choca con mi pecho, hasta que da la vuelta y se posiciona frente a mi, tan cerca que puedo sentir su respiración al lado de mi oreja.

- No se que busca una señorita por estos rumbos, pero si quieres permanecer viva no te muevas.- susurró al oído. Su voz. Había escuchado esa voz, pero estoy aturdida y no puedo pensar con claridad, no me toca, su único contacto fue ese, y al pensarlo, me vuelvo a enfurecer.

- Alejate de mi o te corto las bolas.- los disparos seguían, y de un momento a otro su cara esta frente a la mía respirando el mismo aire.

- Esas no son palabras para una señorita. ¿como te llamas?

- Me vale mierda si son o no son; te alejas o te corto las bolas, tienes 10 segundos y contando.- se movió de lado a lado observando el lugar de donde habían provenido el tiroteo.

- Listo, me alejo.- por fin pude respirar.- ¿como te llamas?

- Te importa eso?

- Una chica tan borde y agresiva, no te imaginas cuanta curiosidad tengo de conocer el nombre de esa señorita; Nicolás Clark, comerciante, y usted pequeña princesita. - me extiende su mano y dudosa la tomo.

- Megan Cornielle.

- Es un nombre muy bonito, ya lo he escuchado dos veces el día de hoy.

- Muy interesante su platica. - me despego del tronco para irme.

- Sarcástica y contante, ¿acaso no le enseñaron modales a la princesita?

- Pues no, fui criada por lobos y osos salvajes. - monte mi moto y aceleré.

Al llegar a casa, son mas de las 4 de la mañana, y mi nana está en la sala de estar con cara larga.

- Megan, estas bien?

- Si nana, y Evelyn?

- Esta dormida, junto con Marcy tuvimos que cedarlas. - tomo sus manos y las aprieto un poco con las mías.

- Gracias nana, me voy a mi cuarto, estoy cansada, tu también debes dormir.

- Ahora podre hacerlo en paz, Carolina.

- Buenas noches nana.

- Que descanses mi niña.

Subo las escaleras, entro a mi cuarto, me quito la ropa y la tiro al cesto de la ropa sucia; me meto al baño a por una ducha. Al estar dentro de la bañera pienso en todo, y analizo cada uno de los acontecimientos de esta noche; al pensar que Blackson ya esta libre, me tiembla la piel, mi cuerpo se pone rígido y mis ojos nublados por las lágrimas y la frustración. Tengo que ser fuerte, tengo que ser fuerte. Me repito una y otra vez antes de llegar a la cama y caer dormida.

Cuando abro los ojos, aun es de noche; observo el reloj en mi pared y marca las 5:43 de la mañana. Es un progreso, poco mas de una hora al dormir, me levanto, busco unos pantalones de deporte y unas zapatillas y voy al cuarto de entrenamiento a ejercitarme un rato, lo que me sorprende es encontrar a Ben en el pasillo con ropa para correr.

Triste ArcoIris (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora