Conduzco rápido, sintiendo el vibrar de la moto entre mis piernas; llevo una hora conduciendo y estaciono cerca de un lago, no se como llegue aquí, ni tampoco porque razón estoy en este lugar; esta oscuro, y aun así lo reconozco; estoy en el centro de la cuidad, es el lago Serpentine, lado este; el viento choca con las ramas de los arboles haciendo un crujido estremecedor, me siento en una de las rocas cercanas a un árbol, no tan grande; acomodo mi espalda contra el árbol y empiezo a analizar todo lo ocurrido esta noche: el dolor de mis amigas, su vida; reacciono al escuchar disparos, uno tras otro, me pongo de pie con la espalda contra el grueso tronco del árbol, y una espalda choca con mi pecho, hasta que da la vuelta y se posiciona frente a mi, tan cerca que puedo sentir su respiración al lado de mi oreja.
- No se que busca una señorita por estos rumbos, pero si quieres permanecer viva no te muevas.- susurró al oído. Su voz. Había escuchado esa voz, pero estoy aturdida y no puedo pensar con claridad, no me toca, su único contacto fue ese, y al pensarlo, me vuelvo a enfurecer.
- Alejate de mi o te corto las bolas.- los disparos seguían, y de un momento a otro su cara esta frente a la mía respirando el mismo aire.
- Esas no son palabras para una señorita. ¿como te llamas?
- Me vale mierda si son o no son; te alejas o te corto las bolas, tienes 10 segundos y contando.- se movió de lado a lado observando el lugar de donde habían provenido el tiroteo.
- Listo, me alejo.- por fin pude respirar.- ¿como te llamas?
- Te importa eso?
- Una chica tan borde y agresiva, no te imaginas cuanta curiosidad tengo de conocer el nombre de esa señorita; Nicolás Clark, comerciante, y usted pequeña princesita. - me extiende su mano y dudosa la tomo.
- Megan Cornielle.
- Es un nombre muy bonito, ya lo he escuchado dos veces el día de hoy.
- Muy interesante su platica. - me despego del tronco para irme.
- Sarcástica y contante, ¿acaso no le enseñaron modales a la princesita?
- Pues no, fui criada por lobos y osos salvajes. - monte mi moto y aceleré.
Al llegar a casa, son mas de las 4 de la mañana, y mi nana está en la sala de estar con cara larga.
- Megan, estas bien?
- Si nana, y Evelyn?
- Esta dormida, junto con Marcy tuvimos que cedarlas. - tomo sus manos y las aprieto un poco con las mías.
- Gracias nana, me voy a mi cuarto, estoy cansada, tu también debes dormir.
- Ahora podre hacerlo en paz, Carolina.
- Buenas noches nana.
- Que descanses mi niña.
Subo las escaleras, entro a mi cuarto, me quito la ropa y la tiro al cesto de la ropa sucia; me meto al baño a por una ducha. Al estar dentro de la bañera pienso en todo, y analizo cada uno de los acontecimientos de esta noche; al pensar que Blackson ya esta libre, me tiembla la piel, mi cuerpo se pone rígido y mis ojos nublados por las lágrimas y la frustración. Tengo que ser fuerte, tengo que ser fuerte. Me repito una y otra vez antes de llegar a la cama y caer dormida.
Cuando abro los ojos, aun es de noche; observo el reloj en mi pared y marca las 5:43 de la mañana. Es un progreso, poco mas de una hora al dormir, me levanto, busco unos pantalones de deporte y unas zapatillas y voy al cuarto de entrenamiento a ejercitarme un rato, lo que me sorprende es encontrar a Ben en el pasillo con ropa para correr.
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Triste ArcoIris (EDITANDO)
Roman pour AdolescentsMientras buscaba en la biblioteca de la casa de mi tia Luna, un libro forrado en piel con un pequeño listón rosa llamó mi atención. Al sacarlo de la estantería y abrirlo, una fotografía y unos pétalos de girasol ya negros, salieron de el. Era un lib...