Primer día

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  Vergüenza, eso fue lo que sentí, esperaba con todas mis fuerzas que no lo hubiese escuchado, noestaba segura, pero por como me miraba sospechaba que sí, joder, primer día y ya la había cagado. 

El chaval no estaba mal, era algo innegable, una noche loca sí que tendría, pero no quería que sepensase que quería algo serio con él, porque para nada era de mi rollo. Era el típico pijo de clase alta, yyo era la choni de barrio, no pegábamos ni con cola, además en mi mente no cabía espacio para otrapersona.¿Me habría visto desde su casa? No creo, él era anti tele. Fue él mismo el que me dio a escoger entre élo Gran Hermano, no confiaba en mí. Es cierto que las cosas no iban bien antes de este verano, pero encuanto le dije que me iba a presentar al casting me dio un ultimátum, ¿Con qué clase de persona habíaestado? ¿Me estaba dando a escoger entre mi sueño y él, enserio? Dude, sí, dude, pero me di cuentade que si de verdad me quisiese se alegraría de que cumpliese mi sueño, no quería estar con alguienque no me dejase ser feliz, así que me planté mis extensiones, cogí el tren y no le volví a ver.En el viaje fue en el único momento en el que me arrepentí, se iban a presentar muchas personas,estaba claro que ninguna como yo, pero ¿Y si no me cogían? A lo mejor había destrozado una relaciónde dos años por nada, si nada se considera intentar cumplir un sueño. Dos años en los que habíasufrido, pero también habían sido los más felices de mi vida. Pensar que después de haber estadoveinticuatro horas juntos durante los trescientos sesenta y cinco días que tiene un año no lo iba avolver a ver me hizo entristecer fuertemente, pero todo se me pasó al llegar al centro, vi un montón degente ilusionada como yo, ¿Podría ser este el principio de algo grande?

 -Tenéis la cena en el almacén -el Súper se hizo notar. 

¿Habría bocadillos de chorizo? No sabía si otra cosa me iba a entrar en el estómago después del gofre,pero para un bocata de chorizo siempre hay hueco.

Cuando llegue al almacén estaba lleno de gente, era una pequeña sala rectangular en la que íbamos aguardar la comida y los objetos de limpieza, en ella no cabían más de cinco personas así que esperefuera hasta que sacasen toda la comida. Tortilla, croquetas, jamón, sacaban de todo, de todo menos misbocatas, estarían al final y no los verían pensaba.

 - Esto es todo -dijo Fer mientras cerraba la puerta del almacén. 

-¿No hay más? -pregunté sorprendida 

-No 

Se había equivocado, no podía ser. Abrí la puerta y pude observar como todas las baldas de laestantería estaban vacías. Habían puesto de todo menos de mi comida favorita, ellos lo sabían, sabíanmi obsesión con el chorizo, lo dije en el casting y estaba segura de que no se habían olvidado. 

 Salí y cerré la puerta tras de mí, al salir me choqué con Adara, la última chica en entrar. Era guapa, muyguapa, iba vestida de negro y aunque no me gustase su conjunto le quedaba bien, aunque al ir sinsujetador por poco se le sale un pecho en el impacto. 

-Upss perdona - le dije

-Nada tranquila 

Sin saber ni el porque ni el como nos empezamos a partir la caja, no podía parar, lo intentaba, pero encuanto recobraba un poco la compostura la veía la cara, escuchaba como se reía y volvía a empezar.Creo que a ella le pasaba lo mismo, y empezamos un bucle interminable.Al rato vino Pol, nosotras seguíamos riéndonos a carcajadas, nos miró con cara sorprendida. 

-¿Qué ha pasado? - gritó para que le pudiésemos escuchar. 

No podíamos responderle, no es que no quisiésemos, es que no podíamos parar, me estaba quedandosin aire, tenía que acabar con esto, pero ¿Cómo?

 -¡Chicas! -gritó todavía más fuerte con la intención de que parásemos. 

Lo consiguió, sí, poco a poco, fuimos calmándonos hasta llegar a la paz. Adara y yo nos miramos, ¿Quéacababa de pasar? Miramos a Pol y no sabíamos cómo explicarle lo sucedido, parecíamos unas locas,bueno, éramos unas locas, pero, creo que a las dos nos gustaba serlo y se notaba. 

Quien no arriesga no ganaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora