Fiesta I

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Todo había sido demasiado extraño, no sabría explicarlo con palabras.Nada más terminar de asignar las tareas Clara y yo nos levantamos de la mesa y fuimos a buscar a lapequeña. 

-Eyy tú -grité nada más salir por la puerta del jardín 

Estaba acostada en la tumbona, no sabía si estaba dormida, pero de todos modos no iba a dejar que seperdiese lo que le iba a decir. 

-¿Qué pasa contigo? -continuó Clara 

-Ehh nada -contestó medio aturdida 

-Traemos buenas noticias 

No parecía que le hiciese mucha ilusión, estaba desanimada, no era ella.En todos las horas que llevábamos juntos no la había visto parar, ella era un terremoto, era como untsunami que llegaba y lo arrasaba todo. 

-¿Quieres que te las contemos sí o no? -preguntó Clara con su habitual tono de autoridad 

-Venga va, que estaba durmiéndome -nos respondió levantándose 

-Haber, después de muchos gritos y desacuerdos hemos llegado a la conclusión de que... -empecé yo 

-Nosotros tres y Miguel no vamos a hacer nada esta semana -terminó Clara 

Nos miramos extrañados, ni un grito, ni un salto, nada, no había hecho nada.No parecida muy alegre de la noticia, le había sido indiferente.Después de todo lo que habíamos luchado para conseguirlo, ahora no le importaba. Estaba seguro quegracias a eso seguramente saldría nominado, de esa conversación me lleve un par de enemigos comoBarbara o Candelas. 

-¿No te alegras? -preguntó tan sorprendida como yo Clara 

-Sí, claro que me hace ilusión, gracias chicos pero es que después de la pelea me he acordado de mifamilia y me he venido abajo. 

Clara y yo nos sentamos a su lado y la estuvimos arropando durante un buen rato, nos estuvo hablandode su madre Yolanda, de su yaya Carmen y de un ex novio suyo cuyo nombre no recuerdo.Parecía que todavía estaba pillada por él, eso me aliviaba porque eso significaba que conmigo no iba aquerer nada. 

 Al hablar de la familia me hizo acordarme de la mía, pensaba en mi padre, él no estaba muy de acuerdoen que viniese aquí pero me apoyaba de todos modos, no sabía si le estaría gustando como me estabacomportando, él al igual que mi madre no estaría de acuerdo en que pelease. 

La mía era una familia muy apacible, desde que mis padres se separaron cuando yo tenía ocho años nohubo ninguna discusión en mi casa, por ello me había vuelto un chico tan introvertido, antes de que seseparasen mi casa estaba repleta a diario de gritos e insultos, yo, a mi edad tenía que encerrarme enmi cuarto ponerme música y esperar a que terminase la "tormenta". Desde aquel entonces odio lasdiscusiones, me hacen acordarme de esos momentos. 

-Todos al salón -la voz del Súper nos interrumpió 

Los tres nos levantamos a la vez y nos dirigimos al salón, me senté al lado de Álvaro y Pol, dos de laspersonas que mejor me habían caído en este par de horas que llevábamos en la casa. Vi como Bea yClara se sentaban en la esquina junto a Miguel. 

-Vamos a proceder a la lectura de la prueba semanal -prosiguió el Súper cuando vió que todos noshabíamos sentado 

-¿Algún voluntario para leer? -preguntó a continuación 

-Yo mismo -respondió Kris mientras levantaba la mano. 

-Muy bien, coge el sobre que hay en el confesionario y léelo delante de tus compañeros -continuó elSúper. 

Quien no arriesga no ganaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora