-No puede ser -solté con un hilo de voz.
Había vuelto, llevaba días pensando en ese momento y tras varios minutos de espera había sucedido, no me lo podía creer, jamás pensé que sucedería, jamás pensé que la audiencia la llevaría de vuelta a la casa, no podía ser.
La vi recorriendo el jardín desde la sala de expulsión hasta la puerta, sentado desde el sofá vi como saludaba alegremente a mis compañeros, no me podía levantar, estaba paralizado.
-Felicidades Adara -susurré mientras me tapaba la cara para que no me viesen llorar.
-Gracias -me sonrió levemente -Me ha dicho que te diga que eres su ganador y que siempre te va a apoyar, pase lo que pase. -me dijo al oído.
No pude evitarlo, el mundo se me vino encima, esa vez era la definitiva, no la iba a volver a ver. Durante esa semana solo quería que llegara el Jueves, solo pensaba en que iba a volver y en que la volvería a tener conmigo, en que volvería a dormir acompañado y no tendría que soñar con ella porque la tendría a mi lado. Pero ya no, no tendría a nadie que me abrazase cuando estaba mal, nadie que me alegrase las mañanas con su risa, nadie que me acompañase en las noches frías, nadie que me quisiese como ella.
Me levanté y me fui al sofá del vestidor para llorar libremente, me senté y me deje llevar por la tristeza, era tal mi desconcierto que no me di cuenta de que a pocos centímetros de mi estaban Miguel y Fer.
-Tranquilo -me animaba Fer mientras me ponía su mano en mi hombro -Ella tiene cinco cajas, seguro que una de ellas es la elegida.
Tenía razón, era muy probable que volviese pero no quería ser optimista, eran demasiadas decepciones en cuatro días, no podía soportar ninguna más, prefería ponerme en lo peor, todavía quedaban un par de cajas en la casa, no tenía porque ser la suya la que tuviese el premio gordo, y si no era así era mejor ir mentalizándose pronto aunque eso me destrozase por dentro.
-Ella no querría vernos así -me dijo Miguel que tenía el lagrimal húmedo.
-Piensa en positivo -me recordó Fernando mientras me apretaba más fuerte
-Chicos al salón por favor -nos pidió el Súper.
Miguel me estiró la mano para ayudar a levantarme, con el poco músculo que tenía a penas pudo conmigo con lo que al final tuve que apoyar mis manos en el sofá y elevarme yo solo.
Saliendo del baño me di cuenta del panorama, el salón era un océano de lagrimas, únicamente Adara, Bárbara, Alain y obviamente las nuevas no lloraban, únicamente ellos, los que menos relación tenían con la enana, todos los demás sentían su salida, pero estaba seguro que ninguno como yo, ella era la felicidad de la casa, la alegría de todos, ella hacía que saliese el Sol en los días nublados, hacía que saliese el arco iris sin haber llovido, pero ninguno la quería tanto como yo, estaba completamente seguro de ello.
Me senté junto a Clara que a penas podía respirar del sofoco que tenía, puse mi mano sobre su pierna en un intento nulo de animarla y la agarre lo más fuerte que pude en ese instante.
De pronto el plasma se encendió y en él apareció Jorge Javier.
-Muy buenas noches -dijo desde plató con total seriedad
-Hola -dijeron aquellos menos afectados mientras que los demás permanecíamos callados
-Rodrigo -dijo JJ -Lo siento.
-Gracias -fue lo único que pude decir
-¿Cómo estas? -me preguntó
-Mal, no me lo esperaba.
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Quien no arriesga no gana
RomanceLa historia de amor entre el pijo y la choni contada desde el principio. Eran polos opuestos, demasiado diferentes, ¿Conseguirían encontrar un punto intermedio o terminarían con su amistad? Venían de dos mundos diferentes, a ninguno le gusta...