Pelirroja

Prólogo

Mi abuela estaba muy mal, la tuve que llevarla al hospital más cercano en donde vivimos, mi hermano pequeño estaba sentado a mi lado se notaba que él estaba muy asustado, y muy nervioso a la vez. Él me preguntaba por la abuela y solo le decía que la abuela se iba a recuperar pero ahora los niños son más listos que uno, y no creo que me vaya a creer, pero como muy buena hermana que soy, tenía que decirle que todo iba a salir bien.

Me daba mucha pena verlo como estaba, pero no sabía que más decirle en este momento. Yo también estaba muy asustada pero no quería demostrarle lo débil que podía ser enfrente de él.

Estuvimos esperando por un largo momento, para que los médicos me dijeran algo de mi abuela. Mire el teléfono y mi padre todavía no devolvía la llamada, lo estuve llamando muchas veces pero el no contesto y luego salía que estaba apagado, que diablo estaba pasando a mi padre.

Mi teléfono comenzó a sonar y pensé que era mi padre, pero era un número desconocido, no sabía si contestar o no. Pero podía ser mi padre quien me estaba llamando desde otro número, me pare de donde estaba y le dije a mi hermano que se sentara, le pedí a una enfermera que lo viera y ella asintió con la cabeza, ya que estaba en la recepción y lo podía ver. Me aleje para poder contestar la llamada.

-sí, dígame. – una voz de un hombre me hablo.

- ¿Eres la hija de Arthur? – yo dude un momento.

-sí, ¿Quién habla?

-tu sabes dónde estás tu padre. –dude en decirle algo, pero podía ser algo importante.

-no, no sé dónde está el.

-creo que estas mintiendo.

-no sé quién eres, pero de verdad que no sé dónde está. –colgué el teléfono y luego me fui donde estaba mi hermano.

El medico todavía no salían para decirme como esta mi abuela, yo y mi hermano solo esperamos que nos dijera algo, para poder estar más tranquilos.

-la abuela se va a morir. –yo mire a mi hermano pequeño y le tome las manos.

-tu sabes que la abuela es fuerte, y ya hemos pasado por algo así, no te preocupes que ella va a estar mejor. –él se quedó en silencio y yo también hice lo mismo.

Ha pasado una semana después que estuvimos con la abuela en el hospital, ella ya está mejor y descansando en casa. Tuve que hacerme un horario, ya que mi abuela no puede ir a dejar a mi hermano al colegio, es por eso que lo hago yo, aunque no me perjudicaba ya que tenía clases en la tarde y quiero que me abuela se recupere y no quiero que hagas cosas con fuerza en la casa.

-cariño no has sabido nada de tu padre. –no quería mentirle a la abuela, pero tampoco quería decirle la verdad.

-dijo que tenía unas cosas que hacer, es por eso que no ha venido a la casa. –no sé si ella me creyó o no, pero no sabía que decirle.

Una noche salí de clases antes, cuando estaba caminando para ir a tomar el bus que me dirigía a mi casa, un hombre apareció adelante mío.

-¿Quién es usted? –pero el hombre se quedó en silencio y me tomo por el brazo. – ¿Quién es usted? –el hombre me tapo la boca y me subió a un auto.

Estaba muy asustada y el auto comenzó andar, el hombre me quedo mirando y me dijo que me queda en silencio. No se cuánto tiempo paso, pero lo único que sé, que me bajaron de una camioneta y luego entramos a una casa que estaba abandonada.

-así que tú eres la hija de Arthur. –yo me quede en silencio. –sabes dónde está tu padre. –yo negué con la cabeza. –bueno, su tú no sabes y nosotros menos, que vamos hacer con la deuda de tu padre.

-¿De qué deuda están hablando? –él se paró y me quedo mirando.

-tu padre tiene una deuda con nosotros. –yo no sabía que decir, solo estaba escuchando lo que ellos me iban de decir. – él nos pidió veinticinco millones de pesos.

-¡Que!

Los hombres que estaban en el lugar comenzaron a moverse algo nervioso, ya que pensaban que alguien se estaba acercando. Yo volví a mirar al hombre que estaba enfrente de mí.

-como tu padre no estás aquí, tú vas a tener que pagar la deuda de él. –ellos me miraban y yo estaba nerviosa.

-pero yo no tengo ese dinero que me estás diciendo.

-bueno si no tienes ese dinero, vas a tener que trabajar para mí.

-no entiendo de lo que está hablando, como que tengo que trabajar para usted. –él se acercó a mi lado y luego me entrego una tarjeta.

Mire la tarjeta y salía "Club Nocturno Fantasía" me di cuenta que era un club donde la mujeres se sacar la ropa y ellos le dan dinero.

-¿Quiere que trabaje aquí?

-si niña, aquí tienes que trabajar para mí. –yo me quedé en silencio y lo quede mirando. –mañana te espero. –el me entrego dinero y luego se fue.

Me quede sentada por un momento, necesitaba analizar todo lo que meestaba pasando, un hombre está cobrando una deuda que mi padre le pidió, yahora que el no está la deuda me llego a mí por ser la hija, y más encima él sefue de la ciudad, porque si ellos no lo han encontrado es porque él se fue. Mislágrimas comenzaron a caer en mi mejilla, estaba muy enojada con él, como noshizo esto a su familia, cómo se va sin decir nada. 

Espero que les guste el comienzo de esta nueva novela.  No olvidar de comentar y votar. 

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Saludos y abrazo virtual. 

Misy Harrison.