Pelirroja

Capítulo Veintiocho

Audrey

-¿Cuándo voy a salir de aquí? –J la quedó mirando él estaba entregándole el desayuno. –no quiero nada de aquí, solo quiero ver a mi familia. –el la quedó mirando y estaba molesto. –no me has dicho sobre mi padre, la otra noche te fuiste sin decirme nada.

-no hay nada de qué hablar.

-algo me estas ocultando J. –él no le dijo nada y le dejo la bandeja en la mesa.

-tienes que comer.

-ha sabido algo de Miguel. –él se dio vuelta y la quedó mirando. –por favor J, necesito que me hables algo o que me cuentes lo que ha pasado con Miguel. –el seguía en silencio. –no me quiero volver loca.

-todavía no es el momento que lo sepas.

-¡basta! –Audrey se levantó de la cama y se acercó a donde estaba J. -¡basta con esta mierda! ¿Quiero saber quién mierda eres?

-no Audrey, no puedes saber.

-¡eres un imbécil J! –ella se sentó en la cama y lo quedó mirando. –todavía no sé lo que está pasando afuera, no sé nada de mi abuela y de mi hermano, solo me tengo que conformar con lo que tú me dices, no sé nada de Matt y de los demás, y menos se algo de ti.

-no tienes que saber nada de mí.

-creo que eres una mafioso igual que Miguel. –él tenía un odio en los ojos.

-no digas eso Audrey, tu no me conoces.

-puedo decir lo que quiera J, tú mismo lo has dicho, no te conozco y puedo decir lo que se me da la gana.

-es mejor que te deje sola.

-¡ándate imbécil! –grito Audrey. -¡no quiero verte!

-tienes que tranquilizarte. –J se acercó a Audrey, pero cuando la iba a tocar, ella lo empujo y lo rasguño. Ella abrió los ojos cuando se dio cuenta que lo había hecho.

–lo siento J, y....yo no....yo no quería hacer eso. –J se tocó el cuello, donde le estaba ardiendo. –no....no fue mi intensión.

J se vio la mano y se da cuenta que tenía algo de sangre, en la quedó mirando pero no le dijo nada ya que vio la cara asustada de ella.

-J.....-pero a Audrey no le estaba saliendo la voz.

-no hay problema. –el no dijo nada más y salió de la habitación.

Audrey se quedó otra vez sola en aquella habitación, ella estaba ya cansada de todo lo que le estaba pasando, no sabía cuánto días llevaba encerrada en aquel lugar, pero con las veces que le vienen a dejar el almuerzo, ella piensa que lleva unos cuatro o cinco días en ese lugar.

Busco algo para pasar el tiempo y se da cuenta que hay algunos libros, comenzó a revisar pero ninguno le llamó la atención, hasta que vio el libro Romeo y Julieta, así que comenzó a leerlo.

Cuando estaba leyendo el libro, la puerta de la habitación se abre y antes sus ojos estaban su hermano, ella se levantó rápidamente y lo abrazo con tantas ganas.

-pequeño, ¿Como estás?

-estoy bien Audrey, he estado haciendo muchas cosas con Laura.

-¿Quién es Laura?

-la chica que me cuida, ella es muy simpática, jugamos muchas cosas, pero no son los mismo juegos divertidos que hacemos nosotros, pero le digo que me gusta ya que también juego con Margarita.