Pelirroja

Capítulo Tres

Ya estaba acabando la hora del trabajo para Audrey, solo tenía que terminar de lavar algunas cosas que estaban en la cocina del club. Marcus entró a la cocina y la vio que está guardando algunas cosas arriba de un estante pero ella era más bajar y n llegaba pero Marcus se acercó a ella y le ayudo.

Ella se alejó rápidamente ya que se puso un poco nerviosa, ya que ningún hombre se había acercado tanto a ella, como lo estaba haciendo aquel hombre, sin que ambos hayan hablado más cosas.

-lo siento, solo quería ayudarte. –Audrey se quedó en silencio y seco los platos que le quedaban.

-es...está bien. –Audrey trago un poco de saliva y siguió haciendo lo que estaba haciendo.

-no sabía que todavía seguías aquí. –Audrey asintió con la cabeza. –creo que no eres muy conversadora Luna.

Ella seguía en silencio, Marcus se sintió un poco incómodo y no quería molestarla, así que camino hacia la salida, pero Audrey hablo.

-lo siento Marcus, pero no pudo hablar contigo. –Marcus se dio vuelta y la quedó mirando. –hay cámaras en todos lados y no puedo hablar contigo, lo siento.

Marcus no le dijo nada y salió de la cocina. Audrey puso la mano en su pecho y respiro de apoco. Hay términos en el contrato que ella odia con todo el corazón, pero también hay términos que la favorecen, pero uno de ellos, era que no tenía que hacer amigos hombres en el club, sólo tenía que tener contacto con Jim y con los gorilas que la siguen.

-Luna, tenemos que irnos. –Audrey miro y era unos de los gorilas que la seguían para todos lados. Ella asintió y fue al camarín para cambiarse de ropa y poder taparse el rostro.

Como todos los días, la camioneta la estaba esperando afuera del club, uno de los gorilas la miro y ella se tapó el rostro con la capucha y luego se subió a la camioneta.

Cuando Audrey se bajó del auto, vio que ya estaba todo apagado, su abuela había cumplido con el trato de no esperarla despierta y eso le gusto a Audrey ya que no quería que su abuela se enfermera por la culpa de ella. Los gorilas como le decía ella, se fueron en la camioneta, pero ella sabía que no se iban a ir tan lejos de donde ella vive, ya que le vigilan día y noche.

-creo que la están vigilando. –dijo Antonio. Matt miró y vio y se dio cuenta que la camioneta se había quedado parado a unas cuadras en donde vive la chica.

-¿Qué vamos hacer? –Matt no sabía qué hacer. No sabía quién era la chica, y menos cuál era su rutina y porque era que la estaban cuidando tanto.

-sabes, no tengo idea. Pero lo que hay que hacer, es que tenemos que ver la rutina que hace la chica, y ver si no la siguen a alguna parte.

Audrey se levantó muy temprano en la mañana ya que tenía que lavar la ropa, ella comenzó hacer las cosas en la casa, su abuela seguía acostada y su hermano todavía no era la hora que tenía que levantarse. Audrey miro y se dio cuenta que había un auto parado, no le tomo importancia ya que podría ser un auto de un vecino.

Ella despertó a su hermano, él no quería levantarse pero ya era la hora, su abuela también hizo lo mismo y cuando la vio se sorprendió.

-cariño qué estás haciendo.

-despertando a Martín.

-no me refiero a eso cariño. ¿Por qué estás haciendo las cosas?

-no quería que te llevaras todo el trabajo yaya, por eso me levante temprano y ayude en algo.