Capítulo 37:

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___ P.O.V.

-          Hey – me saludó la rubia. A continuación empezó a hablarme en su idioma natal y la paré.

-          No hablo noruego – le informé en inglés.

Ella asintió con la cabeza y se fue de allí. Esa chica era muy rara, pero de pronto apareció con una tablet. Se paró delante de mí y pareció escribir algo en ella.

“Hola, yo soy Dara, y como ves, no hablo nada de inglés” – soltó una voz robótica proveniente del aparato tecnológico.

Le sonreí y me despedí de ella para irme con Rubén. Confirmé que era la chica más extraña que había conocido nunca. ¿De veras se creería que íbamos a ser amigas con un traductor?

“Espera” – la voz electrónico volvió a sonar y me agarraron por el brazo – “Me gustaría que hablásemos”

-          Lo siento, pero me da cosa hablar con… eso – señalé la tablet. Ella pareció no entenderlo, así que cogí el aparato y lo escribí, automáticamente se tradujo.

-          Oh… Okay, no problem – susurró ella con un peculiar acento – En realidad habló inglés perfectamente – exclamó de pronto.

Abrí mucho los ojos. Si sabía hablarlo, ¿por qué me engañaba?

-          ¿Entonces, por qué me has mentido? – le pregunté con una ceja levantada.

Ella rió y me miró cruzada de brazos.

-          Quería probarte – sonrió malvada – Quería ver si eras lo suficientemente buena para Rubén.

Eso me sorprendió. ¿Acaso creía que no lo merecía?

-          ¿Qué quieres decir con eso?

-          Que te quede claro una cosa – pausó – Rubén y yo no somos primos de sangre – dicho eso, me guiñó el ojo y desapareció de allí.

¿Qué narices acababa de pasar?

-          ¡Rojiza! – me giré y vi a Rubius corriendo hacia mí. Llegó a mi lado y lo besé – Quiero que conozcas a mi abuelo – me cogió la mano y me arrastró hasta la casa de madera.

Cuando estábamos delante, abrió la puerta roja y nos adentramos. Era una casa y acogedora, con su chimenea y los sofás de pieles. Una cabaña típica escandinava. Allí estaban sentados los padres de él, que ya los conocía cuando vinieron a España. Se levantaron y nos dimos dos besos.

-          ¡___! ¡Cuánto tiempo! – dijo la madre.

-          Sí – reímos.

Escuché unas voces provenientes de la cocina y apareció un señor mayor con una niña de unos 7 años cogida de la mano. Ésa era la hermanita de Rubén, era un cielo de niña. El hombre tenía el pelo blanco y llevaba gafas. Rubius se apresuró en abrazarlo y después le dijo unas cosas en noruego que no logré entender.

-          Hey, ¿eres ___? – se dirigió a mí el hombre hablando en inglés.

-          S-sí – respondí tímida.

Me abrazó sin previo aviso. Yo le correspondí el abrazo y me dio unas palmaditas en la espalda, cosa que me asustó. Rubén se empezó a reír por mi cara y yo lo fulminé con la mirada.

-          Eres muy guapa – soltó cuando nos separamos.

Me sonrojé al instante y bajé la mirada.

Todo cambió. (2a TEMPORADA de ¿Los sueños se cumplen?) [ElRubius y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora