—Bonito —dice Logan entrando a mi habitación y observando a su alrededor.
Las paredes siguen estando rosas, y aunque me molestaba al principio, no me molesté en cambiarlas entonces ni lo haré ahora.
—Aunque no se parece en nada a ti —habla de nuevo, cerrando la puerta a su espalda y recostándose a ella.
Me encojo de hombros, sentándome en la cama y recostándome al respaldar de ésta.
—Es solo una habitación temporal, por eso no me he molestado en cambiar nada
Logan asiente, cruzándose de brazos pero no dice nada. Los músculos de sus brazos captan mi atención.
—Has cambiado —digo ladeando mi cabeza.
—¿Eso crees?
Asiento.
—Físicamente si, al menos. Estás más musculoso —aclaro.
Una sonrisa divertida aparece en su rostro.
—Creí que ya habíamos superado tu enamoramiento hacia mí, Sue
Me río con ganas.
—Nunca hubo tal enamoramiento —le aseguro.
Es la realidad. Nunca me he enamorado, y de haberlo hecho alguna vez definitivamente no iba a ser del chico que hacía que las chicas se bajaran las bragas con solo sonreír. Además era el mejor amigo de mi hermano, sin embargo, no dejaba de disfrutar de la vista. Siempre había sido un chico caliente y atractivo, él lo sabía y yo no era ciega. Así que no podemos denominar enamoramiento al simple hecho de fantasear con Logan, aunque igual había superado eso también.
—Por la manera en que me miras, cualquiera dudaría de tal afirmación
—Desear no es amar, Logan —musito mirándolo a los ojos—. Recuérdalo
Un silencio se extiende sobre nosotros y no sé cómo salir de él. Mis palabras lo han dejado sin habla y aunque eso me haga sonreír en mi interior y me haga sentir poderosa, quiero seguir hablando con él. Siempre es divertido hablar con él.
—De cualquier manera —continúo—, lo que sea está más que superado. Tienes nuevos músculos, lo veo porque no soy ciega, pero eso no significa que voy a saltar sobre ti así que puedes mover tu culo aquí y sentarte junto a mí —le guiño un ojo—. Te prometo que no muerdo
Él sonríe y todo parece volver a la normalidad. Se arrastra hacia la cama con paso perezoso y se sienta junto a mí. La sonrisa nunca abandona su rostro y me gusta, es una sonrisa bastante atractiva.
—Este no lo había visto —dice tomando mi mano izquierda y acariciando con un dedo el lazo tatuado en el dorso de ésta—. Me gusta, aunque no tanto como el árbol marchito tatuado en tu espalda. Ese tiene que ser mi favorito
Mi ceño se frunce.
—¿Cómo sabes que tengo ese tatuaje? No lo tenía la última vez que nos vimos
—Existen redes sociales —dice simplemente.
Asiento, sin decir nada. Había olvidado que Dean me convenció de subir la fotografía a Instagram porque quería que todos se enteraran de su trabajo. Él se sentía muy orgulloso de ese tatuaje, mucho más de lo que yo lo hacía.
—Bueno, he agregado un par de tatuajes más a mi colección que no has visto. Así que hasta que no los veas todos no puedes afirmar que ese es tu favorito
—¿Puedo verlos ahora?
Río, quitando mi mano de su agarre y me levanto para tomar de mi bolso un cigarrillo.

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Un divertido problema
RomantikSusan Swartz siempre deseo tener un poco de atención de sus padres, atención que nunca tuvo. Estaban demasiado ocupados hablando del futuro de su hermano mayor Patrick o asistiendo a los partidos de su prodigioso hermanito menor Kevin como para tene...