15.

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—Entonces ¿qué quieres hacer? —pregunta Logan.

Entreabro mis ojos para verlo. Está acostado junto a mí, de costado, apoyando su cabeza en su mano.

—¿Qué quiero hacer?

Él asiente.

—Dije que sería un día para complacerte

—Creo que ya has cumplido con ese cometido

Logan ríe, acariciando mi mejilla con su mano libre.

—¿Cansada?

—Un poco —admito.

Él ríe antes de bajar la mano que tiene en mi mejilla a la parte baja de mi vientre, donde la tinta negra se encuentra con la palabra "sex" grabada en mi piel.

—¿Acaso esta palabra no significa nada?

Río descansando mis brazos sobre mi cabeza.

—Me encanta el sexo Logan, pero mi vagina tiene un límite de uso

Su mano asciende hasta el nacimiento de mis senos. Una cadena de flores se extiende debajo de estos, con unas cuantas subiendo por entre los dos.

—Me gusta éste, aunque mi favorito sigue siendo el árbol en tu espalda

Suspiro cuando su mano ahueca mi pecho izquierdo.

—Pero hoy, debo hacerle honor al sexo —continúa él antes de capturar mi pezón derecho con sus labios.

Mi espalda se arquea contra él y mis ojos se cierran. De verdad estoy agotada, sin embargo, su lengua y sus dedos están excitándome de nuevo. Flexiono mis piernas y aprieto la sábana debajo de mi cuerpo, mi cabeza cae hacia atrás y cuando los Logan muerde mi pezón, grito.

—Creí que ya habías tenido suficiente —musita mientras lame mi pezón.

—Es difícil negarse cuando me estás excitando

Una canción comienza a sonar de pronto, rompiendo con el silencio de la habitación. Logan se detiene y tras suspirar, se aleja de mi cuerpo. Lo veo revisar los bolsillos de sus jeans y salir de la habitación con el teléfono.

Cubro mi rostro con mis manos unos segundos antes de sentarme. No sé a ciencia cierta qué hora es, solo sé que el tiempo que llevo en la cama con Logan parece una eternidad solo interrumpida para un rápido e improvisado desayuno. Dado que mi estomago ha comenzado a protestar, intuyo que ha pasado bastante tiempo.

Salgo de la cama y tras cubrirme con mi camiseta, salgo de la habitación. Encuentro a Logan en la sala de estar, de espaldas a mí mirando por la ventana. No oigo lo que dice, pero tampoco me interesa. Prefiero ver su escultural cuerpo desnudo, desde la barra de la cocina. Sonrío y muerdo mi labio al recordar como los músculos de su espalda se contraían bajo mis manos cuando estábamos teniendo sexo, así como cuando veo algunos arañazos que deje en su espalda. Definitivamente ha sido del mejor sexo de mi vida.

—Susan —exclama su voz ronca.

Parpadeo un par de veces para encontrarlo frente a mí. Estaba tan centrada en mis divagaciones que no lo vi acercarse. Aún estoy sonriendo como tonta, pero en cuanto levanto la vista a su rostro, esa sonrisa desaparece.

—¿Qué ocurre? —pregunto al ver su rostro muy serio.

—La realidad —sisea dejando su teléfono sobre la barra—. Tomaré un baño y te llevaré a casa

Mi ceño se frunce, estoy un poco confundida por el cambio de humor y por la tensión que emana de su cuerpo ahora mismo. Sin embargo, no digo nada y él se aleja de mí.

Un divertido problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora