—¿Qué? —es lo único que puedo decir.
Lo observo y veo preocupación en sus ojos, pero se ve tan sereno mientras toma su café cuando yo no he sido capaz de probar el mío. Imagino lo que debe estar sintiendo y mis ganas de gritar son incontrolables. ¿Liam papá? No puede ser cierto.
—¿Estás seguro? —pregunto de nuevo—. Quiero decir, estabas muy borracho esa noche, Liam. Pudiste haberte acostado con otra chica
Él me mira.
—Me acosté con ella, Susan. No sabía que era virgen, no lo sentí cuando la penetraba con furia. Solo pensaba en mi placer y en correrme dentro de ella. Tampoco me preocupe en usar un condón —él suspira—. No pensé en ningún momento en ella, Sue. Cuando me di cuenta que era virgen, salí corriendo. Y definitivamente, es la chica que ahorita está en mi apartamento
Él cree merecer esto, y me duele verlo así. Puede que haya hecho todo eso, pero si esta chica se acostó con él sin protección sin conocerlo siquiera, pudo hacerlo con cualquier otro.
—Eso le podría pasar a cualquiera Liam —replicó extendiendo mi mano para colocarla sobre la de él—. Eso no significa que debas aceptar un bebé que no es tuyo
Liam mira por la ventana.
—¿Realmente crees eso posible? ¿Crees que la chica que ahora está en mi apartamento, probablemente llorando, sin saber qué hacer, me esté diciendo que está embarazada y es de otro? —él me mira—. ¿La crees esa clase de chica?
Suspiro.
—No lo sé, Liam. Apenas le di un vistazo
—Exacto, me pasa lo mismo. Ayer llegué a casa y la encontré allí. Inmediatamente la recordé, pero fingí que no lo hacía. No fue hasta que me dijo que tenía un atraso cuando tuve que dejar de ser un imbécil y asumir, aunque no quisiera, lo que había hecho
—¿Así que es solo un atraso? —pregunto esperanzada.
—Fuimos a una clínica. Está en su semana siete
Mentalmente hago cálculos, y parece coincidir. Sin embargo...
—Las fechas coinciden —vuelve a hablar él—. Y bueno, aunque sería muy bueno pensar que es de otro, no lo creo.
—Sé que no la conozco, Liam. ¿Pero te puedes fiar de la palabra de una chica que te entregó su virginidad sin saber quién eras? ¿Y que lo hizo sin estar en ningún tipo de control de natalidad? Solo digo, que existe una posibilidad de que no sea tuyo
—¿Ah, sí? —sisea con frialdad—. Bueno, recuerdo que la primera vez que me acosté contigo, no me conocías en absoluto. Viniste a mi apartamento, luego de conocerme en un club sin siquiera preocuparte si yo era un jodido asesino en serie o algo así
Presiono mis labios en una fina línea, pensando mis palabras con cuidado.
—Oye, solo intento buscar otra opción ¿de acuerdo? Sé que no quieres ser padre —suspiro—. Sé que no te conocía cuando nos acostamos, Liam pero tenía un control de natalidad y a pesar de las drogas te hice usar un condón
Él hace una mueca, y deja de mirarme de nuevo, pero no permito que se aleje.
—Solo prométeme que por lo menos harás la prueba de ADN ¿sí?
Liam finalmente asiente y extendiendo su mano, toma la mía y la besa. Nos quedamos en silencio unos minutos, bebiendo de nuestros cafés, con su mano aun sosteniendo la mía y sólo puedo pensar en lo mucho que cambiará su vida si ese bebé llega a ser suyo realmente. Creo que incluso desde este momento lo hará.

ESTÁS LEYENDO
Un divertido problema
RomansaSusan Swartz siempre deseo tener un poco de atención de sus padres, atención que nunca tuvo. Estaban demasiado ocupados hablando del futuro de su hermano mayor Patrick o asistiendo a los partidos de su prodigioso hermanito menor Kevin como para tene...