¿Cambiar? ☆

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Karol 

Abro mis ojos sin dificultad alguna. Es como si hubiera descansado tan bien que siento que este día puedo con todo y puedo hacer todo lo que me proponga.

Wow, que hermoso es sentirse "viva".

Carolina al parecer sigue dormida. Según el reloj de la pared son las 8 de la mañana, doble wow. El desayuno ya se sirve a partir de las 8 así que deben de estar terminando de servir todo.

Entro al baño y me doy una ducha, cepillo mis dientes y ahora sí estoy lista.

Toco la puerta de Carolina.

—¿Mmm? —una voz adormilada se oye del otro lado.

—¿Bajas a desayunar? —pregunto y no se oye nada así que vuelvo a tocar la puerta.

—¿Si? Pasa —se apura a decir.

—Quería saber si quieres bajar a desayunar o duermes un rato más.

—Ah, claro. Emmm, voy con vos -se levanta de la cama estirando su cuerpo.

—Okey, te espero entonces —salgo de la habitación dejando que se prepare.

Unos minutos y Carolina ya había terminado de prepararse así que bajamos.

Las mesas y todo el desayuno estaban en el piso N1, uno arriba del lobby.

Al entrar pude ver mucha comida, desde frutas hasta cereales y galletas, facturas y otras cosas. Había chocolatada, leche y chocolate aparte en realidad, café, té, jugos, yogures, en fin. Muchas cosas para elegir.

Me elegí algunas cosas y debíamos ir a la mesa que tenía nuestro número de habitación.

—Te levantaste temprano hoy —me dice Carolina una vez acomodadas en la mesa.

—Si, sabes, me siento muy bien, es satisfactorio haber dormido las horas suficientes —sonrío.

—Me alegra que hayas descansado bien. Yo en cambio hablé con Agustín durante la madrugada así que no dormí mucho —reímos las dos ante su comentario.

—Así te tiene Agus eh —levanto las cejas pícara y sus mejillas se tornan levemente rosas.

—¿Puede ser que me guste un chico si apenas lo conozco? —me pregunta como si yo fuera experta en eso.

—Tal vez sí. Creo que es cuestión de química y no de tiempo —ella sonríe satisfecha con mi respuesta.

De verdad que me cayó bien esto de salir de mi zona de confort.

Terminamos de desayunar y subimos a nuestro piso nuevamente, no tenemos idea de que hacer, aunque no niego que tengo un poco de ganas de ver a Ruggero. Sí, lo dije.

Es algo muy raro en mí tener ganas de ver a alguien, en especial a un chico, pero ya creo que no me sorprende porque mi vida está cambiando y para bien, me gusta estos sentimientos nuevos, creo que cada persona del mundo merece tener la oportunidad de experimentar el amor y lo digo en general, ya sea el amor de familia, amigos o pareja, cada uno es distinto pero todos son hermosos.

Se preguntarán ¿y tú como sabes del amor de pareja? Y mi respuesta es que ya tuve uno.  Me enamoré perdidamente de un chico que creí que sentía lo mismo, pensé que él se moría de amor por mí tanto como yo por él, pero no fue así, el sentía ese amor por alguien más y yo simplemente era una distracción, yo era la persona que él usaba cuando estaba aburrido. Yo lo consolaba cuando estaba triste sin saber que él sufría por otra y enterarme de eso me hizo tan mal, llegué hasta querer desaparecer de aquí, replanteandome una y mil veces que no sirvo, que no tengo que estar en este mundo. Luego llegué a la conclusión de que simplemente no teníamos que estar juntos. Me costó entenderlo pero lo hice, igual estaba triste y de ahí no volví a relacionarme amorosamente con nadie.

Cambiaste mi vida (Ruggarol) [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora