El reencuentro ☆

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Karol

Chiara tenía su auto en el estacionamiento así que primero fuimos a dejar a Carolina en la casa de Agustín.

-Chau y espero que salga todo bien -nos tira un beso y la saludamos.

En el camino íbamos escuchando música, yo traté de distraerme mirando hacia la ventana o enfocarme en la canción pero me fue imposible, los nervios seguían conmigo, especialmente podía sentirlo en mi estómago.

Saber que estoy a minutos de encontrarme con quienes podrían ser mis padres biológicos me da cosquillas en todo el cuerpo, así mismo me da una rara sensación imaginar que ellos no sean quién esperamos que sean.

-¡Llegamos! -dice Chiara mientras apaga el auto.

¿Como hago para actuar normal? Estoy muriendo lentamente.

-Es hermosa -hablo mirando a la casa, es realmente grande o por lo menos eso se ve desde afuera. Tiene un patio delantero enorme y la asa tiene dos pisos.

Ella me mira y sonríe.

-Vamos -sale del auto y yo suelto un suspiro. Sé que puedo.

Bajo del auto y caminamos hacia la puerta.

-¡Hola! -entra Chiara saludado a todos y dejando las llaves de su auto en un lugar en dónde se encontraban otras llaves.

-Hola hija y hola... -el papá espera por mi nombre.

Dios mío, quiero correr y abrazarlos, parecen tan amables y se siente tan familiar esto que me es difícil ocultarlo, siento que había estado aquí antes.

-Soy Karol -sonrío.

La mamá de Chiara me mira detenidamente, al oír mi nombre pude ver como causó algo en ellos pero trataron de disimularlo.

-Bienvenida, Karol -la madre pronuncia con un poco de dificultad mi nombre.
-Te pareces muchísimo a una hija mía -trago saliva.

-Paula... -el padre la toma del brazo y hace una seña para que pare.

-Existe la posibilidad de que ella sea su hija -suelta así sin más Chiara.

Las lágrimas de Paula no tardaron el salir y corre a mi como si importara nada, me abraza tan fuerte que hasta mis lágrimas salen sin control. El papá de Chiara está parado sin poder creer esto, lágrimas corren por sus mejillas pero aún sigue sin entender mucho.

-Pero ¿como...? -la mamá llora y me vuelve a abrazar -Tenés que ser vos -habla muy segura, tanto que me dan escalofríos pensar que sí soy yo su hija perdida.

-Mami, dejala respirar -Chiara la toma del hombro suavemente, ella también tenía algunas lágrimas en sus mejillas -Ella es Paula como te había contado -Paula sonríe con dificultad, luego se acerca al papá -Y él es Diego.

-¿Como se encontraron? -pregunta Diego.

-Ella es amiga de Carolina también, hay mucha coincidencia, y quise traerla para ver que opinaban ustedes -nos sentamos todos en la mesa.

-Preparé una tarta, supongo que tienen hambre -dice Paula y yo asiento.

-¿Como podemos comprobar que ella es nuestra hija? -Diego se sienta a mi lado.

-Un exámen de sangre, ya lo hicimos, falta esperar los resultados nada más -responde Chiara.

Paula y Diego asienten, saben que no hay nada más por hacer que esperar, y que feo se siente tener esta duda de ser o no parte de esta familia, de todas formas me caen de lo mejor, sin dudas me encantaría poder ser un miembro más de ellos.

Cambiaste mi vida (Ruggarol) [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora