El Miedo Del Amor ☆

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Karol

Todo iba bien mientras bailábamos canciones en el auto, tener los mismos gustos musicales es bueno en estos momentos.

Pero llegamos a su casa y los nervios volvieron, voy a tener que enfrentar nuevamente a su madre sabiendo que no le caigo muy bien.

Todo sea por mi novio.

Bajamos del auto y mi cuerpo comienza a temblar, no sé si por el frío o de los nervios.

-Ey, tranquila -Ruggero entrelaza nuestras manos para entrar, suspiro y sonrío.

Él abre la puerta y entramos.
No había nadie en la sala y eso me alivia un poco.

-Siéntate, voy a buscar algo de tomar -yo simplemente asiento y obedezco.

Mis ojos viajan por su espaciosa y bien decorada casa, al parecer ya está todo ordenado, no hay alguna caja que haya quedado desempacar.

La escalera resuena con unos tacos, alguien baja lentamente, y es ahora cuando siento que voy a morir, nunca fui buena entablando conversaciones y mucho menos cuando quiero caer bien a la gente, eso es lo que me pone más nerviosa.

-Hola Karol -la madre de Ruggero aparece perfectamente arreglada
-Cada vez mas bella.

-Hola -me pongo en pie y la saludo -Muchas gracias -sonrío sin saber muy bien qué decir.

Su acento italiano no es muy notorio como el de Ruggero, pero está ahí.

-Siéntate, creo que la primera vez no empezamos de una buena manera.

Vuelvo a mi lugar sin dejar de sonreír, no quiero poner una cara seria y de pronto caerle mal cuando todo parece marchar bien, o por lo menos finge estar bien, lo importante es que no haya alguna discusión o algo así.

Ruggero llega con una botella y copas en sus manos, dentro mío siento un alivio de no tener que sacar conversación.

-Por lo que escucho no eres de Argentina -comienza a hablar ella.

-No, soy de México, pero vine a vivir aquí hace poco -sonrío.

-¿Por qué razón? -ella todavía luce amable, pero su pregunta parece un poco intimidante, por así decirlo.

Dudo en qué responder, debería contarle toda mi historia y no es que me siento muy cómoda.

Ruggero parece notarlo y me salva
-Es algo largo de explicar, tal vez en otro momento puedan hablar de eso -me pasa una copa con lo que sea que tiene adentro.

Huele a champagne, o como le digan.
Sí, exactamente es eso, y a mi parecer es muy rico.

-No te preocupes, lo entiendo -ella toma un poco de su vino -Iré a buscar a Stefany para que hablen un poco antes de que nos vayamos.

Yo solo asiento y una vez que se va miro confundida a Ruggero.

-Se van a una cena, ni siquiera sé de qué -alza sus hombros.

Bueno, comer frente a personas que no conozco mucho no me gusta así que es un punto a favor, estaré sola con Ruggero.

-Así que Karol decidió deleitarnos con su presencia -miro de dónde proviene la voz y veo a esa chica otra vez bajando por los escalones tan segura de sí misma.

A pasos firmes se acerca a mí permitiéndome ver más de cerca su brillante vestido que se ajustaba a todas sus curvas y dejaba una pierna a la vista, sus tacos son muy altos y elegantes.

Imagínense, ella ya era más alta que yo sin tacos, ahora lo es el doble, parezco un puto minion en frente de ella.

Su cabello largo estaba suelto, solo tenía una trenza pequeña en ambos lados.

Cambiaste mi vida (Ruggarol) [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora