Cambiaste mi vida (Ruggarol) [Editando]

no quiero alejarme de ti

K: -cerré la puerta con seguro por si alguien quería entrar, Ruggero me llevo cargada hasta mi habitación- gracias -dije cuando el me dejó sobre la cama- si quieres puedes darte una ducha caliente

R: si, voy a bañarme rápido, no te quiero dejar sola en este estado -dijo mirándome con ternura, lo amo, creo que jamás superare a este chico-

K: bueno, igual yo también me voy a bañar... Así que de todas formas me tendrás que dejar sola un ratito -dije y sonreímos. Ruggero buscó unas toallas que tenía por ahí y me dio dos y el se llevó una, se iba a poner la misma ropa pero con unas pantuflas de mi papá- Ruggero ! -grite antes de que bajara las escaleras-

R: ¿si?

K: ¿puedes pasarme la pijama que está allí? -dije señalando el lugar, el asintió y fue por ella, me ayudó a entrar en el baño y luego fue el al otro baño de abajo, me quité la ropa, con dificultad pero lo hice, Prendí la ducha y en unos segundos ya estaba bajo esa agua calentita que recorría mi cuerpo, casi no podía estar parada por mi tobillo lesionado pero soportaba ese minúsculo dolor, terminé de bañarme entonces agarro la toalla, me la envuelvo en el cabello y agarro la otra para secar mi cuerpo. Ya estaba seca ahora tenia que cambiarme, era muy difícil ponerme mis bragas y pantalones me dolía casi toda la columna. Y todo por una tonta caída. Estaba poniendo mi pantalón y hago un mal movimiento. Solté un quejido ya que me dolió muchísimo, y en eso la puerta sonó- ¿si? -dije tratando de disimular que me dolía demasiado-

R: ¿estas bien? -dijo Ruggero del otro lado de la puerta, me impresiona como está tan pendiente a mi, es muy atento, eso me encanta-

K: emmm, si, si estoy bien -rápidamente me puse el brasier por si se le ocurría entrar, pero no pude ponerme los pantalones ya que me había lastimado mucho en el intento de agacharme- ¿puedes ayudarme? -me daba mucha vergüenza que me vea así pero no quería seguir sufriendo por ese dolor, aunque parezca algo tonto que no pueda cambiarme. Además Ruggero me vio una vez completamente desnuda... Pero es diferente. La puerta se abrió y el me miró y sonrió al verme así o eso creo, me había olvidado de la remera... Mierda.- solo ayudame a ponerme los pantalones -sentía vergüenza pero a la vez confianza, era algo extraño. El agarró mi pantalón y comenzó poniendo un pie primero, luego el otro y comenzó a subirlo, un cosquilleo extraño recorría mi cuerpo en ese momento. Llegó hasta mis cintura y me miró a los ojos, se acercó y besó mis labios lentamente y dulce, pareciera como si nuestros labios fueron hechos para estar juntos, me sentía completa. Al fin. Sus tiernos labios sobre los mios moviéndose lento, . Es increíble las miles de sensaciones que puede causar en mi este chico... Aunque no lo crean para mi esto es adictivo, no se como sorportaré estar sin el y sus ricos besos, por eso estoy decidida a convencerle que se quede, pero de una manera que no se de cuenta, no creo que lo logre pero na verdad es que no tengo nada para perder. Nuestros labios se separaron pero sentía una gran necesidad de tener sus labios con los míos y eso se cumplió, me dio un pequeño beso nuevamente para así separarse definitivamente.- emm yo, voy a terminar de cambiarme -dije, estaba un poco  nerviosa porque Ruggero y yo no somos nada, no se como terminará esta historia que da tantas idas y vueltas-

R: claro, te dejo -dijo y sonrió para luego irse. Yo me terminé de cambiar y salí, me cepille el cabello y le pedí a Ruggero que me ayudara a bajar las escaleras- con cuidado -dijo el ya que yo quería bajar de prisa, estar tan pegada a su cuerpo me hace desearlo, mis hormonas se alborotan y no quiero que nada raro pase... Ya saben, que terminemos los dos en la cama-

K: si, si -seguimos bajando hasta al fin llegar-  ¿quieres algo de comer?

R: si, muero de hambre -dijo tocando su barriga se forma que me hizo reír- pero hoy te voy a hacer algo que te gustará o eso espero