¿Un tigre? ☆

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Karol

¡Corre Karol, corre!
Sé que no haces algún deporte pero ahora es tiempo de mostrar todo tu potencial y ¡Correr por tu vida! Literalmente.

Nunca más voy a confiar en Agustín y sus ideas.

¿A quién se le ocurre ir a ver al tigre que sus vecinos tienen como mascota?

Y ahora, ese gran tigre nos anda buscando porque adivinen que, ¡no encontramos la salida! Debíamos quedarnos cerca de la entrada, que por cierto estaba cerrada, y que gracias a Dios no hay alarmas, ni cámaras pero si un gran tigre, que se soltó, claramente.

-¿No hay algún tipo de cosa que tranquilice a este animal? No creo que lo tengan acá sin tomar precauciones -Carolina habla una vez que recupera un poco su respiración.

-Yo... -tomo aire -Agustín -trato de recomponerme pero me es muy difícil -Voy a matarte -me tiro al suelo.

-No te obligué a venir -me saca la lengua.

-Pues ni modo que me quede sola en el parque ¿no? -alzo las cejas esperando por su respuesta.

-Accediste a venir, no podés quejarte.

-Chicos.

-Nadie tiene la culpa, solo busquemos la manera de salir -sugiere Ruggero.

-Eh, chicos -repite Carolina mientras camina hacia atrás.

-¿Qué? -volteamos todos a la vez.

-Corran -y no necesitó decir nada más porque lo vimos, ahí estaba el tigre mirándonos.

Mis piernas ya no pueden más, mis pulmones exigen aire, mi garganta está seca, necesito agua. Necesito descansar.

-¡Por acá! -la voz de Ruggero nos guía a la gloriosa salida, es un portón bastante alto, pero pude subirlo una vez, aunque no estaba tan cansada como ahora.

Oh Dios mío. Yo puedo.

Miro hacia atrás, el tigre no viene, no tengo idea de dónde habrá quedado.

Comienzo a subir, mis sudorosas manos me juegan una mala pasada pero consigo mi objetivo y estoy del otro lado, Agus y Ruggero ya pasaron, solo falta Carolina.

-Mierda -no puedo evitar abrir mi boca al ver al felino caminando hacia Carolina.

Si tenía mas agilidad podría ayudarla, pero soy estúpidamente inútil.

¿Por qué Agustín no la ayuda? ¿Acaso quiere ver como ese tigre devora a su novia en frente de nuestros ojos? No lo creo.

-No, no no -sus pies comienza a fallarle y tambalea en aquel portón.
-Aléjate gatito -su voz suena nerviosa.

-¡Carolina, sube! -grita Agustín. El miedo invade el cuerpo de mi amiga y sin pensarlo vuelve a su posición y comienza a subir, una vez que llega a la cima suspira y salta hasta que por fin llega a nosotros.

Con la respiración agitada nos miramos todos.

Que noche.

-Creo que no volveré a salir contigo -palmeo el hombro de Agustín y él comienza a reír.

-Eso fue... wow -caro cae al piso, su pecho baja y sube rápidamente.

No me imagino lo rápido que debió haber latido su corazón cuando estaba del otro lado, si fuera yo, ya estaría muerta, seguramente.

Sin embargo los chicos están perfectos, su respiración normal, ni siquiera sudan y hasta se ríen. ¿Estarán tan asustados que no reaccionan o simplemente les causa gracia?

Cambiaste mi vida (Ruggarol) [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora