Aléjate, perra ☆

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Karol

Lidiar con seres humanos nunca fue mi fuerte, y sí, sé que estoy cambiando y todo eso pero tampoco puedo hacer milagros.

Pero se preguntarán ¿a qué viene esto? Pues a Ariana, esa perra.

¿Y saben por qué le digo perra? Porque está sentada con Ruggero en las gradas de la cancha de fútbol hablando de algo que parece serio. Es más, lo averiguaré.

—Vamos —le digo a Caro pero ella no parece estar de acuerdo.

—Eso está mal, estaríamos invadiendo su privacidad, y además es algo ¿insano?

—Da igual, ¿no lo harías si fuera Agus? —ella hace muecas raras pero acepta.

Y juro que esto no lo vuelvo a hacer, solo necesito asegurarme bien que es lo que planea ella.

Fuimos por detrás de ellos y nos quedamos bien cerca, nada más unas tablas nos dividan.

—Nunca me enamoré en verdad, todos son lo mismo, llegan, te hacen ver como que son lo mejor del mundo y terminan siendo la peor mierda, ya me cansé de eso —habla la morena con tristeza.

Perra, perra, perra.

—¿Jamás? Es lindo enamorarse
—mariposas revolotean al escucharlo decir eso, no sé porqué creo que es para mí.

—¿Te has enamorado? —pregunta ella poniendo sus manos en la pierna de Ruggero.

Aprieto mis dientes y Carolina me mira diciéndome con señas que me tranquilice.

Los celos son malos, los celos son malos, repito una y otra vez hasta que logré calmarme, ya hasta puedo ver la escena.

—Eso creo.

—De Karol ¿no? —Ruggero asiente y mi sonrisa aparece. Necesito ir y besarlo ya mismo —Que suerte tiene —suspira.

—Te aseguro que debe haber un hombre bueno y que te quiera, eres bonita, encontrarás a alguien -otra vez los celos tratan de tomar el control de mi cuerpo, pero me convenzo de que es verdad, ella es bonita, eso es innegable, así que nada que decir.

—Sabes, ya me resigne a eso del amor, ahora busco otra cosas, ya te imaginarás —muerde sus labios.

—Te refieres a... sexo —suelta Ruggero sin vueltas.

—Exacto —la perra comienza a tocar los músculos del brazo de Ruggero.

Perra, perra, perra. Esa palabra no se va de mi mente y quiero gritarla ahora mismo.

—Pero es muy difícil coincidir con alguien, todos son estúpidos calientes que quieren ir y contárselo a sus amigos —hace una pausa y lo mira fijamente. Cuida tus palabras —Tú no le contarías a nadie, no creo que quieras que Karol se entere, sería la relación perfecta que busco —sonríe ampliamente.

Siento que voy a explotar. Siento que voy a tirar todo y con ella junto.

¡PERRA, PERRA, PERRA!

—No haría eso —esas tres palabras pronunciadas por Ruggero fueron suficientes para no ir y pegarle en la cara a Ariana.

—¿Por qué no? Imaginate, pasamos una noche hermosa juntos, luego vas con Karol, yo no digo nada de nada, no soy de las que les gusta contar esas cosas, y tú obviamente no abrirás tu boca.

—No, no quiero, ¿que pensabas?

Carolina me hace señas para que vaya con ellos y sin esperar mucho más corro al final de las gradas hasta llegar a dónde puedo subir e ir hasta dónde se encuentran.

Cambiaste mi vida (Ruggarol) [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora