.
.
Despertó con un fuerte portazo, atolondrado se sentó mientras buscaba enfocar la razón ante dicho escándalo, solo para hallarlo de pie a lado del closet. No era otro que Aomine Daiki, quien con los brazos a cada lado de su cuerpo parecía botar humo por las orejas, el moreno respiraba irregularmente, mirándolo ferozmente.
Bajo la vista hasta verse a sí mismo, en una maraña de sabanas que se entre cruzaban, pero por lo que dejaban ver, evidenciaban la razón de dicho escándalo. No dijo nada y se mantuvo viendo a un lugar lejano en la habitación, esperando un final al que siempre estuvo destinado desde que puso sus ojos en el moreno.
Un amor unilateral auto-destructivo y una falsa amistad que estaba por acabar.
El silencio reino por unos segundos.
Kise no dijo nada.
Aomine tampoco lo hizo.
Después de lo que pareció una tortuosa eternidad, fuertes pasos fueron los que le anunciaron al rubio lo que vendría, y fue entonces cuando sintió el puño del más alto estrellarse en su mejilla, provocando que cayera sosteniéndose en sus brazos en la cama. Aun así no dijo nada, podía sentir como poco a poco, su mejilla comenzaba a palpitar del dolor.
—¡¿Cómo pudiste?! ¡Sabias lo que hacías!—el moreno se mantuvo vociferando, mientras el rubio mantuvo la mirada gacha, incapaz de mirarlo a los ojos, sentía vergüenza de sí mismo por haber llegado hasta este extremo. Pero en un pequeño rincón de su mente, pensó que era así como debía ser. Quizá fue lo necesario para acabar con todo eso, para dejar de sonreír hipócritamente cuando Aomine le contaba de sus encuentros en la cancha con el pelirrojo, el momento de dejar de escuchar sus absurdas confesiones de lo mucho que le gustaba por tal o cual razón. Tuvo suficiente, suficiente de ser el confidente de un amor que se alejaba cada vez más.
Una sonrisa apareció en sus labios, quizá la última que el moreno miraría.
—Tenía curiosidad, hablabas tanto de él que quise probar también. —El rubio alzo la mirada hasta toparla con las gemas azules que lo miraron desconcertado. —Debo decir que fue agradable, fue algo torpe pero agradable al fin.
—T-tu...¡Eras mi amigo! —Aomine se veía indignado y contrariado.
—Supongo que ya no lo soy.
Ante aquello Aomine termino por abalanzarse encima de él.
—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! —Lo tomo de los brazos mientras lo zarandeaba. —¿Por qué lo hiciste?
La pregunta fue abandonada como una súplica, ante la negación de creer que lo que acababan de ver sus ojos fuera cierto. Kise nunca le haría eso, ¿verdad?
—Estaba cansado. —Kise suspiro mientras miraba hacia su pecho, a la calcomanía impresa en el polo negro de Aomine. —Cansado de todo esto.
Aomine lo miro desconcertado mientras poco a poco lo dejaba ir.
—Deberías irte y seguirlo. —Kise evito su mirada mientras buscaba salir de esa cercanía en la que se le había obligado permanecer, Aomine no se opuso seguía callado mientras miraba el sitio abandonado. El rubio tomo su pantalón olvidado del suelo mientras se lo colocaba. —Probablemente este confundido, y no sepa que hacer. Sera bueno para ti, si se lo dices ahora, es muy probable que te acepte.
Kise termino de abrocharse el pantalón, dejando caer los brazos a cada lado de su cuerpo. Miro a la puerta.
—Por fin podrás estar con él, Aominecchi.
Sintió como el hueco en su estómago creía a cada segundo, poco después de las palabras pronunciadas, ya nada importaba. La decisión había sido tomada y pronto dejaría esto atrás. Iría a Francia junto a su hermana, entraría a la academia de pilotos en Paris, y trabajaría ocasionalmente como asistente de Mary. Reiniciaría su vida, o lo que quedaba de ella.
Salió rumbo al baño, cerrando la puerta a sus espaldas. El sonido de pasos le anunció que el moreno lo había seguido, miro hacia la puerta blanca conteniendo la respiración, mas no hubo nada, un largo silencio se hizo un espacio, pronto esos pasos se fueron alejando hasta que escucho la puerta principal siendo cerrada con brusquedad. Sus hombros tiritaron y sus piernas le fallaron, sostuvo el borde del tocado con fuerza mientras caía en cuclillas. Un desgarrador grito escapo de su garganta, seguido por un llanto infantil que no había dejado salir en años, lloro como si la vida se le fuese en ello, como si cada lagrima pudiera llevarse consigo toda esa agonía que se acumulaba en su pecho.
Lloro hasta quedarse seco, hasta que sus emociones se fueron marchitando, hasta que solo quedara de él un despojo humano, uno de amplia sonrisa, y mirada vacía.
.
.
.
|||||
Si han llegado hasta aquí y tienen ganas de patearme, permitanme decirles que este no es el final. Bueno de algún modo lo es, pero es el final del punto de vista de Kise. Continuare con el punto de vista de Aomine, para poder darle un final mas digno a esta historia. Por otro lado me siento un poco disconforme con el resultado, así que es muy probable que constantemente lo este editando, por lo menos hasta darle mas sentido a la historia.
Dejenme saber que les pareció, o ideas para la parte de Aomine, yo ya tengo una idea de lo que quiero pero el drama se hace conmigo, y no quiero exagerar.
Y pese a ser un precursora de [No hagamos sufrir a Ki-chan], hasta yo lo hago sufrir en mis fics.
Ah, también he estado subiendo varias historias del aoki que tenia guardado en mi computadora, en su mayoría son ideas inconclusas a las cuales no supe como darles fin, pero aun así las he subido para poder editarlas desde el celular, y si surge algo, agregarlo. Cuando culmine alguno de estos escritos y este satisfecha con el resultado, recién lo agregare en amor-yaoi. Así que pueden pasar a dejarme ideas, que estoy falta de imaginación estos días.
![](https://img.wattpad.com/cover/78152648-288-k30043.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sensorial » [ AoKi ]
RandomBloc de notas, ideas que se agrupan para formar una historia. ✧Fandom: Kuroko no Basuke - The Basketball Which Kuroko Plays ✧Pareja principal: Aomine Daiki x Kise Ryouta ✧Universo alterno, romance. ✧Contenido adulto: escenas sexuales...