Eventos más desafortunados

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Dos semanas han pasado desde el nacimiento del nuevo miembro de la familia Katsuki-Nikiforov, el pequeño bebé, Quien resultó tener los llamativos ojos del alfa también nació tan tranquilo como el omega, rara vez lloraba y solo pedía atención cuando sus necesidades vitales lo pedían, pero eso no quitaba el hecho de que su padre alfa siempre quisiera tenerlo cerca o que el rubio usara la mayor parte de su día en mirar al niño dormir sin atreverse nunca a cargarlo en brazos.

— Chicos, Haru crecerá con problemas si se siguen comportando así con él— Yuuri cargó a su cachorro en brazos para darle de comer. Mientras ambos rusos le miraban desde el sillón con expresión confundida— Yurio, mirar fijamente al niño podría hacerle mal, mi madre dice que pueden cargarlos con mala energía si los miran demasiado y Victor, por favor, nuestro hijo no es un avión, ni un tren, ni un cañón que lanzar en el aire, tiene dos semanas apenas, juega así con él cuando al menos sepa en qué parte del mundo está ¿Si? — El peliblanco bajó la cabeza mientras que el rubio se cruzó de brazos y miró a otro lado, nadie se podía oponer a Yuuri cuando usaba su voz de mamá.

— Yo lo cargo, solo que lo hago cuando ninguno de ustedes está mirando, es vergonzoso el escándalo que hacen cuando me ven con él.

— ¡Es que es emocionante ver a mis dos pequeños juntos, Yurio eres un excelente hermano mayor! —Victor estuvo a punto de lanzarse a abrazar al menor hasta que el pie de este en su cara lo detuvo.

— ¡Basta, que no soy tu hijo! ¿Ves que no me puedo ir de esta casa, Katsudon? El solo imaginar dos como Victor me da escalofríos.

Yuuri suspiró y dejó a los rusos hacer sus cosas mientras alimentaba al pequeño Haru, quien miraba con sus grandes ojos azules la escena — ¿Ves esto, bebé? Es precisamente lo que no debes hacer en la vida — Le susurró al bebé antes de dirigirse a la cocina a alimentar al pequeño lejos de los gritos.

— Ahora que lo dices ¿Cómo te fue con Otabek? Te perdimos todo el día ayer y no te apareciste por el hospital ¿La pasaron bien? —Preguntó el pentacampeón una vez la batalla con almohada que tuvo con el Omega terminó.

— Estuvo bien, salimos a almorzar y rentamos una moto por el día, Beka condujo todo el camino hasta Moscú y fuimos a ver mi abuelo, fue fabuloso, el abuelo nos dio mucha comida y perece que Beka le agradó mucho, incluso lo invitó a visitarlo otra vez cuando esté en Rusia en algún momento, es genial, pensé que siento mi abuelo tan como es no le agradaría porque no habla mucho, pero las cosas resultaron bien.

— Me alegra, podríamos reunirnos todos aquí y traer a tu abuelo para que conozca a Haru ¡Será genial! Podemos comer Katsudon, Nikolai nunca lo ha comido ¿Verdad? Sería genial que lo probara, de seguro le gustará. — Nikiforov es un profesional en hacer planes de la nada pero la idea de invitar a Otabek a Rusia nuevamente y estar con su abuelo y todo ese ambiente familiar se le hizo bastante agradable y ¿Por qué no? Podría transformarse pronto en una agradable tradición.

— No te excedas con lo cursi, Nikiforov, o yo no seré el único Plisetski que pateará tu trasero, me voy a entrenar ¿Vienes, anciano? Tus días libres por paternidad terminaron, si no llegamos en media hora a la pista Yakov nos cortará la cabeza, levanta tu viejo trasero, nos vamos — Victor reclamó un poco sobre el tiempo de apego con su pequeño cachorro haciendo un berrinche de infante pero llegaron a la pista de hielo a tiempo para que Yakov les gritara sin la necesidad de la amenaza de muerte pero les cortó un par de horas más entrenando en el hielo.

— ¡Yuratcha, basta de estar en el teléfono! — Gritó el severo entrenador ruso desde su lugar fuera de la pista— ¡Mila! Quítale el celular a Yuri, se le será confiscado hasta que termine la práctica — La pelirroja patinó 5 minutos detrás del rubio antes de poder quitarle el aparato pero lo logró finalmente. Yuri estaría sin celular por al menos las siguientes 4 horas que duraría la práctica.

Mejores amigos ¿O qué? [Otayuri - Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora