Eventos Desafortunados.

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Yuri Plisetski tenía una sola palabra para describir cómo fue que alguien más se enterara de que es un Omega, pesadilla. Y aunque esa persona hubiese sido su mejor amigo, definitivamente no se imaginaba así la forma en la que él se enterara de su naturaleza, lo hubiese preferido de una forma más directa y sobre todo, tiempo después, mucho tiempo después.

Han pasado dos años después de su presentación como Omega, y las cosas no han ido del todo bien, Yuri levantó una especie de barrera protectora frente a cualquier Alfa que se le acercara, exceptuando a Viktor, desarrollando así un rechazo rotundo hacia cualquier persona de esa naturaleza, fue algo que no planeó, pero terminó rechazando cualquier comportamiento Alfa que alguien tuviese a metros de su persona. Yuuri y Viktor piensan que su "alfobia" es solo una etapa, Yuri por su parte opina lo contrario, que no hay forma en que tolere (y tolerancia a medias) A otro alfa que no fuese Viktor.

Pasó esa misma cantidad de tiempo para que Yuri y Otabek coincidieran finalmente en una competición (Para su mala suerte, nunca compartían sede de los eventos del Grand Prix y solo se encontraron en las finales) Y como ya se hizo costumbre en el par de amigos disfrutaron de sus días libres juntos en el hotel, haciendo cualquier cosa menos preocuparse por el patinaje, ya llevaban en eso tres días casi seguidos, el rubio ya no puede recordar como su habitación lucía antes de que llegara Otabek, y es que los ambos jóvenes se encargaron de hacer del lugar un desastre de ropa sucia, bolsas de comida basura y botellas vacías de gaseosa. El kazajo no se ha movido de allí desde el día uno y la ropa sucia de ambos se transformó en la nueva alfombra del cuarto, ninguno de los dos sabe cómo comenzó, solo fueron dejando las cosas allí con la promesa de recogerlo después hasta que la madera y la alfombra original dejaron de verse. Finalmente el rubio decidió que venía siendo tiempo de ordenar la maldita habitación, después de todo debían desocuparla después de competir.

Las cosas se complicaron cuando no supo reconocer qué cosas eran suyas y cuales las de Otabek, la solución más fácil a ese problema era preguntar al kazajo pero él se encontraba fuera comprando algo para comer en su última noche de películas. No le importó demasiado, simplemente guardó las cosas al azar en ambas maletas, los mejores amigos se comparten cosas, después de todo.

- ¿El huracán de la limpieza pasó por esta habitación o Yakov vino a regañarte? -Otabek entró al cuarto cargando una bolsa de chips orgánicos y jugo del mismo tipo (Ambos tenían la terminante prohibición de comer pesado el día antes de la competencia mas ambos coincidían en la idea de que ver una película sin comida es pecado) Los cuales dejó sobre la mesa frente al sofá- O quizás te raptaron los alienígenas y no eres Yuri.

- ¡No molestes, solo quise ordenar un poco! Existe un límite para el desastre y lo cruzamos cuando acumulamos la quinta bolsa de papas en el suelo -Yuri le lanzó a una almohada a su mejor amigo, este la evitó y el mullido objeto terminó impactando contra la pared- Apenas terminé de limpiar, arregla todo para ver la película mientras tomo una ducha ¡No vuelvas a desordenar o patearé tu trasero! ¿Me entiendes? -Advirtió el rubio antes de encerrarse en el cuarto de baño. El héroe de Kazajistán por su parte inició la tarea que Yuri le encomendó, desafortunadamente conoce de fuente directa los dolorosas que son las venganzas de su mejor amigo, lo mejor que podía hacer por su última noche y por su trasero es apresurarse y tener todo listo antes de que Yuri saliera de la ducha, solo necesitarían un par de mantas, más almohadas y platos para la comida, pero ¿Dónde diablos Yuri ha metido las mantas que siempre carga consigo durante los viajes? Un hecho que pocos conocen sobre Otabek Altin es que es extremadamente sensible a los climas fríos y afuera había por lo menos un par de grados bajo cero. Necesitaba esas mantas, y en su maleta no estaban.

- Este Yuri, él simplemente puso las cosas donde cayeran... -Murmuró, antes de acercarse a la maleta del ruso en búsqueda de sus muy necesarias mantas para el frío. Abrió el cierre y fue una explosión de ropa, accesorios y productos para el cabello por todo el suelo, Otabek entró en pánico, si Yuri veía el desorden otra vez de seguro se encargaría de golpearlo tan fuerte que sería incapaz de volver a patinar, se apresuró en devolver todo a la maleta lo más rápido que pudo, pero cuando tomó una especie de estuche de lápices un montón de cajas volvieron a caer al suelo - Maldición... -Reclamó el kazajo, concentrándose en recoger el nuevo desastre que había dejado con las cajas de lo que parecían ser medicamentos ¿Para qué Yuri necesitaría tantos medicamentos? Se preocupó un poco, deportes y muchos medicamentos no van bien juntos, muchas veces ha visto a grandes deportistas terminar con sus carreras por el abuso de medicamentos ¿Qué mal le haría mirar un poco, para acabar con la preocupación de una vez? Leyó una de las cajas y revisó su contenido, pero antes de poder comenzar a atar cabos, Yuri salió del baño. Vistiendo su chaqueta del equipo Kazajistán (Una costumbre que había tomado hace poco más de un año) La cara del rubio cambió de inmediato apenas vio a su amigo con esas cajas entre las manos.

Mejores amigos ¿O qué? [Otayuri - Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora