Capítulo 33: Vuelvo a casa llena de sorpresas

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Narra Jane:

Estaba tumbada en el suelo con los ojos cerrados. Creo que estaba dormida. Pero cuando deje de estarlo, pase la mano por el suelo hasta que toqué algo, madera. ¿Madera?

Abrí los ojos de golpe y vi mi cuarto... ¿Esto era otro sueño? Me levanté y me puse de rodillas intentado asimilar todo. Me gire hacia mi espejo y vi que volvía a tener el pelo marrón. Cuando mire hacia mi cama, vi el libro y corrí hacia él.

Las historias habían cambiado. Chellsy había decidido volver a Wonderland, pero gracias a un espejo mágico que creo la reina blanca en nuestra ausencia, podía ver a sus padres y su hermana en el bosque encantado. La primera vez que se vieron fue realmente emocionante, y aquella noche le montaron en baile increíble al que ella asistió con Travis.

Ninguno de los dos había asistido antes a un baile, así que estaban nerviosos, pero rápidamente los nervios se convirtieron en lágrimas de alegría cuando Chellsy abrazo a sus padres y a su hermana por primera vez en nosecuántos años en aquel baile

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Ninguno de los dos había asistido antes a un baile, así que estaban nerviosos, pero rápidamente los nervios se convirtieron en lágrimas de alegría cuando Chellsy abrazo a sus padres y a su hermana por primera vez en nosecuántos años en aquel baile.

Eso me recordó a algo. Me levanté de golpe del suelo y corrí por el pasillo.

-¡Dani!- Grité cuando entre en su cuarto.

Dani estaba a punto de meterse a la cama, pero yo le cogí en brazos y le abrace. Seguía siendo mi hermanito de ocho años.

-Jane ¿Que te pasa? Me estas ahogando.-

-Dani tenía tantas ganas de verte.-

-¡Pero si nos acabamos de ver!-

-¿Que?-

¿Me estás diciendo que todo el tiempo que yo he pasado en el libro aquí no ha pasado nada?¿Y aquel sueño que tuve en el que pasaban 8 años?

-¿Pasa algo? Estás rara.-

-¡Dani tenías razón!-

-¿En que?-

-La magia existe.-

-Pero si decías que...-

-Se muy bien lo que dije, pero no era cierto. Oh Dani, no te vas a creer todo lo que ha pasado...-

-¿Que gritos son esos?- Pregunto mi madre entrando en el cuarto de Dani.

-¡Mama!- Corrí a abrazarla.

-¿Jane que pasa?-

-¡Jane cree en la magia!- Grito Dani.

-¿Enserio? ¿Y como ha sido?-

-Si yo te contara...-

-¡Cuenta! ¡Cuenta!- Decía Dani.

-Esta bien.- Dijo cogiéndole en brazos y sentándome en mi regazo mientras yo me sentaba en la cama.

Comencé a contarle a Dani todo lo que había pasado, como él si creía, todo era real para él, y para mi. Mientras, mi madre nos miraba desde la puerta, cuando de repente escuchamos el timbre.

-¿Esperáis a alguien?- Pregunto mi madre.

-¿A estás horas?- Pregunté, aunque no sabía que hora era.

-Quedaos aquí.- Dijo mi madre mientras se acercaba a la puerta.

Se supone que no deberíamos salir, pero Dani y yo asomamos la cabeza por la puerta.

Mi madre se acercó a la puerta y miro por la mirilla, no se qué pasó, pero al abrir la puerta casi se cae de culo.

Mi madre se acercó a la puerta y miro por la mirilla, no se qué pasó, pero al abrir la puerta casi se cae de culo

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Era un hombre alto, con algo de perilla y parecía emocionado al ver a mamá.

-Hola Emma.-

-Neal...- Dijo en un suspiro.

-¿Cuanto tiempo, eh?-

-¿Que haces aquí?-

-¿Mama?...- Dijo Dani.

Mi madre se dio la vuelta sorprendida mientras Dani y yo salíamos de su cuarto.

-¿Quien es?- Pregunto Dani.

-Chicos este es Neal... vuestro padre.- Dijo al borde del llanto. Espera, ¿¡QUE!?

-¿Eres... nuestro padre de verdad?- Pregunté desconfiada.

-Si, lo soy.- Sonrió un poco y yo mire a mi madre desconfiada mientras ella asentía.

-¡Papa!- Grito Dani y corrió ha sus brazos.

No sabía qué hacer en ese momento. Me acerque un poco a ellos, no entendía que hacia él aquí.

-¿Por que has vuelto?- Pregunto mi madre.

-Mejor dicho, ¿Por que te fuiste?- Dije yo.

-Me ofrecieron un trabajo muy importante en China, pero no me dejaron viajar con mi familia.- Agarró la mano de mi madre.- Tuve que dejaros aquí, pero me he dado cuenta de que os echaba demasiado de menos.-

-¿Has tardado ocho años en darte cuenta?-

-Es lo que duraba mi contrato. Ahorré algo de dinero y me vine de nuevo a New York lo antes que pude.-

Mi madre parecía feliz. Dani seguía siendo un niño. Mi padre estaba de nuevo en casa, y yo creía en la magia. Todo era rarísimo. ¿Se puede pedir algo más?

-Bienvenido a casa, papá.- Dije emocionada y todos nos abrazamos como la familia que somos, ahora completa.

Believe in NeverlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora