He luchado contra reinas malvadas, dragones gigantes e incluso con el ser oscuro. Pero ahora, tengo que lidiar con un niñato que se cree el rey de la isla. Gracias a dios, he tenido que poner a varios chicos a raya en mi vida, este no sera una excep...
Aquellamañana me desperté unos minutos antes de que sonara el despertador. Era agradable sentir el sol a través de mis cortinas. Me recuerda a mi estancia en el libro. Pero en pocos minutos, sonó A head full of dreams, me sentía orgullosa de haber modificado mi despertador de esta manera.
Me levanté de la cama y descorri las cortinas de golpe. El sol brillaba y yo me sentía genial. Me acerque a mi armario y me puse una camiseta azul cielo de tirantes, unos pantalones cortos, unos calzetines por las rodillas y unas botas. Después, peine mi pelo rubio y lo deje suelto. Había dormido con una trenza, así que ahora lo tenía rizado.
Cuando llegue a la cocina, y me senté junto a Dani, el cual estaba muy contento por mi nuevo aspecto. Decía que parecía una princesa de cuento, y bueno, la verdad es que lo había sido en cierto modo.
Después de eso, cogí mis cosas, una chaqueta de cuero roja y salí de casa con Dani.
Cuando deje a Dani en el colegio, le dije que la Sra. Olsen no iba a venir en un tiempo. Le dije que se había cogido unas vacaciones para visitar unos familiares lejanos. En cierto modo era verdad.
Cuando llegue al instituto, Malina y Dylan me esperaban en la puerta.
-¡Jane!- Grito Malina.- ¿Que te has hecho? ¡Estas genial!-
-Gracias Malina.-
-Si, te queda muy bien.-
-Gracias chicos. ¿Que clase tenemos?-
-Literatura.- Contesto Dylan.
-Mierda, tengo el libro en la taquilla, id adelantándoos.-
Subí a nuestra clase y cogí el libro de literatura de la taquilla y dejé todo lo demás. Pero cuando salí de clase, me choqué con alguien que me tiro los libros.
-¡Oh! Lo siento mucho.- Dijo el chico.
-Tranquilo.- Dije agachándome a por el libro, pero cuando me fijé en él por primera vez, casi me da algo.
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¿¡Pan!? ¿¡Ese era Pan!? ¿Me estaba volviendo loca? ¡¡Si que lo era!! ¡Que estaba haciendo él en mi mundo!
-¿Nos conocemos?- Pregunté confusa.
-Yo creo que no.- Sonrió.- Me acordaría de conocer a alguien como tú. ¿Como te llamas?-
-Jane. ¿Y tu?-
-Nathan.- Volvió a Sonreír.- ¿Te... apetece quedar después de clase en el Starbucks de la esquina, Jane?-
-Claro, ¿Por que no?-
¿Por que le dije que si? Puede que solo fuera imaginaciones mías y no fuera Pan al fin y al cabo.
-Genial.- Dijo Nathan.- Nos vemos luego entonces, niña perdida.- Dijo marchándose.
