¡NO!

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 PV Asa   

  Mientras soñaba corriendo con los caballos en una enorme pradera unos horribles gritos me despertaron de mi confortable sueño. Al abrirlos miré a mi hermano pequeño muy extrañado, entonces me levante de la cama y abrí suavemente la puerta de la habitación. Al abrirla los gritos se oían con más claridad eran de mi madre. Cerré la puerta enseguida, mi hermano me observaba asustado, ¿Qué es lo que esta pasando? Me acurruqué a él y lo abracé con fuerza, tenia mucho miedo. Más tarde pararon los gritos, mi hermano me miró con los ojos llorosos, yo le mire asustado. De repente alguien abrió la puerta. Era alto y fuerte, blanco y con una mirada fría, entonces me agarró del brazo y nos dijo.

  -Venid conmigo

  -¿Por que? Le conteste confundido

  -¡He dicho que vengáis conmigo!

Entonces me apretó mas fuerte el brazo. Yo le miré asustado y seguidamente me levanté

  -¿Donde están mis padres que has hecho?

  Entonces se acercó a mi agarrándome del cuello y me contestó

  -Lo que se merecían

  Esas palabras me helaron la sangre, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y comencé a marearme, después de eso aquel hombre nos sacó de la habitación y nos empujó por las escaleras. Al llegar a la planta baja todo estaba tirado por el suelo, había muchas cosas destrozas incluido una maqueta que le había echo a mi padre. Al salir de la casa había una camioneta y en ella había más personas. ¿Pero que está pasando? A mi  alrededor había más personas como aquel hombre que nos había sacado de la habitación, todos tenían puesto el mismo uniforme y en su mirada solo se reflejaba odio ¿Por que qué hemos echo? Mi hermano me agarró fuertemente la mano al girar mi mirada hacia un lado mi mirada se lleno de dolor, mis lágrimas comenzaron a salir de mis ojos y mi mirada se volvió pálida, no podía creer lo que estaba viendo. Seguidamente solté a mi hermano y corrí hacia la catástrofe. En ella estaba mi padre, muerto y todo lleno de golpes. Entonces la furia se apoderó de mi y dije enfadadamente.

  -¡Que habéis hecho!

  Aquellos misteriosos hombres comenzaron a reiré de una manera muy desagradable.

  -¡Por que lo han matado!

  Al decir eso mi madre comenzó a llorar, ella estaba dentro de la camioneta contemplándolo todo, ella también había recibido algún golpe. Ahora entendí los gritos de mi madre, gritaba porque aquellos hombres no pararon de golpear a mi padre hasta matarlo. De repente me agarraron del brazo y me empujaron hasta la camioneta, al caer me hice daño en los brazos. Seguidamente cogieron a mi hermano y lo metieron dentro, yo no quería entrar así que me levanté e intenté salir corriendo pero aquellos hombres volvieron a sujetarme y volvieron a tirarme al suelo, entonces mi madre dijo tristemente.

  -Asa sube es inútil

   Yo la miré apenado pero intente huir por ultima vez pero fue inútil volvieron a tirarme al suelo pero esta vez tan fuerte que mis brazos comenzaron a sangrar por la heridas.

  -Asa sube. Volvió a decir mi madre

  Entonces me levanté del suelo eleve la mirada hacia mi padre y subí a la camioneta. Allí mi madre me arropo en sus brazos y me susurró al oído que todo saldría bien. ¿Cómo iba a salir todo bien si habían matado a mi padre y no sabíamos a donde nos llevaban?

  El trayecto fue largo, en el mi madre comenzó a hablar con las otras personas que estaban en la misma situación que nosotros. Mi hermano se durmió y mientras observaba el oscuro paisaje mi madre me dijo.

  -Asa se que solo tienes 11 años pero debes saber que van a hacer con nosotros

La miré extrañado

  -¿Mama que ocurre?

  -Asa hay un grave problema con todos los judíos

  -¿Cual?

  -No nos quieren tener cerca de ellos

  -¿Y eso?

  -Hitler

  -¿Quien es ese?

  -El hombre que ha ordenado esto

  -¿Por que ha hecho esto?¿Es que acaso le hemos hecho algo?

  -No mi amor no le hemos hecho nada

  - Entonces no lo entiendo ¿Por que quiere que suframos?

Al decir eso mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas

  -Mi amor no llores

  -Mama por culpa suya mi padre ha muerto,¡ le odio!

  -Asa baja la voz y no vuelvas a decir eso si no quieres morir

Baje mi mirada apenado y me acurruque a ella

  -Asa. Dijo acariciando mi cabeza

  -¿Que?

  -Prométeme que cuidaras de tu hermano pequeño 

  -Claro mama pero ¿a que viene eso?

  -Verás no vamos a estar juntos, a mi me llevarán a otro sitio

  -¡Que! ¿pero por qué?

  - Cariño a las mujeres nos separan de los hombres

  -Pero mama yo no soy un hombre soy un niño

  -Pero serás un hombre de mayor

  -¡Mama!.Chillé dolorido

  -Lo siento

  -Mama no puedes dejarnos

Entonces me apretó contra ella y comenzó a llorar, los demás nos miraban apenados, estaban igual que nosotros y no podían hacer nada para cambiarlo. Mas tarde paró la camioneta y ordenaron a todos los hombres que se bajaran. En mis ojos cada vez se acumulaban más lágrimas.

  -¡Venga coño! Gritó uno de los hombres trajeados

Mi madre me miro apenada y me dio un beso en la frente después de eso despertó a mi hermano y nos ordenó que bajáramos, yo la abracé fuertemente y baje seguidamente ayude a mi hermano y nos colocamos junto a los demás hombres judíos, cuando la camioneta se puso en marcha y vi que se alejaba comencé a correr tras ella..

  -¡Mama!

  -Asa cuida de tu hermano

  -¡Mama, no te vayas!

De repente me volvieron a agarrar y volví a caer al suelo, en el contemple como mi madre desaparecía en la oscura niebla. Entonces me levante y uno me pegó una torta, yo le contemplé apenado y volví con los  demás. Mi hermano me abrazó mientras lloraba, entonces le apreté fuertemente contra mi y eleve mi mirada hacia el cielo. ¿No sabía que nos iba a pasar?, solo sabia que si miraba al cielo todo lo malo desaparecía.

Cartas de un judioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora