El gato gris

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  Después de terminarse el verano y comenzar Septiembre todo volvió a ser igual. Por primera vez en mi vida no me importó que se terminasen las vacaciones. Ahora que volvía a estudiar estaría distraído. Por otra parte había dejado el tema de los judíos, mi madre había logrado convencerme. Mi hermana Diana había comenzado a estudiar enserio, quiere ser maestra ante todo, gracias  ello se ha centrado más y ha dejado de meterse en problemas. Hans esta cada vez más comprensivo conmigo, siempre que puede me visita. Le encanta como toco la guitarra, dice que gracias a eso se siente mejor. Hans tampoco recibe noticias de su padre, el pobre lo está pasando mal. Leonard sigue convencido que su pare sigue luchando como un valiente y que pronto volverá. Daniel, el pobre está pasando por malos momentos, ayer le dijeron que su padre había muerto. El y su familia están muy apenados. Espero que mi padre no lo este, espero que un día vuelva a aparecer por esa puerta y que esta pesadilla termine ya.

  Mientras caminaba de vuelta a mi casa después de un día duro de clase me di cuenta que algo me seguía, así que me giré para ver que era. ¡Es un gato!

  -Hola gato. Dije acercándome a él

  El se me acercó y empezó a ronronear. Es muy gracioso. Seguidamente comencé a acariciarlo sin más. Cuando se tumbó en el suelo vi que era hembra.

  -Eres una gata

Ella seguía ronroneando. La gata es de color gris y tiene unos ojos azulados, es preciosa. Más tarde me levanté y me despedí de ella, tenía que ir a casa. Al llegar me di cuenta de que me había seguido.

  -Vete, vete

Pero no se fue, se echo en el suelo y se quedo ahí.

  Yo entre en mi casa, más tarde me puse a contemplarla ¿No lo entiendo? ¿Por que no se va? Decidí no darle importancia ya se iría.

  Cuando terminamos de cenar y recogimos los platos me di cuenta de que aún seguía ahí. ¿Qué extraño? Al acostarme y apagar la luz volví a mis oscuros pensamientos, volví a pensar en mi padre y que era de él, volví a pensar en los judíos y en Hitler el causante de todo pero de pronto algo me despertó. Era el gato, no paraba de maullar, aquel ruido no me gustaba me ponía muy nervioso, así que salí a buscarla. Al abrir la puerta la vi con sus enormes ojitos azules.

  -¿Que quieres?

  De repente entro en mi casa y subió las escaleras.

  -¡Oye! Grité

  Entonces salí tras ella. La encontré en mi habitación tumbada al lado de mi cama, es tan adorable.

  -Vale hoy puedes quedarte aquí pero mañana deberás irte ¿vale?.

  Ella tan solo cerró los ojos, yo me tumbé en la cama y me quede observándola, aquel gato era un misterio

  A la mañana siguiente cuando me desperté estaba sobre mis pies y no paraba de ronronear. Sonreí y me levanté. Me cambie de ropa y baje a la cocina a desayunar, hoy tengo exámen de álgebra. La gata me siguió a todas partes, pero cuando salí a fuera se quedo sentada observándome.

  -Ven, tienes que irte

  Pero no salió se quedo ahí sin más.

  -Ven, ven aquí

Pero no me obedeció y más tarde salió corriendo hacia mi habitación. Yo me di por vencido y me dirigí a clase, no podía llegar tarde, hoy no.

Cuando terminaron las clases y me dirigía a casa me encontré con Erika.

  -¿Tom, tu sabes por que hay un gato en casa?

Baje la mirada y comencé a ponerme nervioso

  -¿Un gato? ¿Pero que dices?

  -Tom, no mientas, sabes que no se te da mentir

  -Pero si yo no se nada

  -¡Tom! Que mientes muy mal. Dijo sonriendo

  -Vale, el gato me lo  lleve a casa porque me daba pena que estuviese solo por las calles pero esta mañana le dije que se fuera y no me hizo caso.

Ella comenzó a reír y esa hermosa sonrisa suya volvió a aparecer

  -Me gustaría que el gato se quedara, estuve antes con él y es muy simpático

  -¿Quieres que se quede?

  -Sí desde niña siempre he querido un gato pero mama y papa nunca me lo dieron

Entonces sonreí yo también, me gustaba aquella gata quería que fuese mi compañera, quería distraerme con ella quería olvidar la guerra.

  La estuvimos ocultando durante dos semanas en casa, teníamos miedo de que a mama no le gustase y la echara sin más. Diana, Erika y yo disfrutamos mucho con ella y nos ha unido más. Entre los tres le pusimos el nombre de Moon. Todas las tardes vamos al sótano y nos ponemos a jugar con ella, siempre que toco la guitarra se apoya sobres mis pies y no para de mirarme, es tan adorable. A veces Diana la lleva a su cama y duerme con ella, parece una niña pequeña con un peluche. Erika siempre es la que le da de comer y a veces la coge en brazos y la pasea por toda la casa como si fuera un bebe. Cuando mi madre llega de trabajar siempre la escondemos en mi cuarto. Espero que nunca la descubra.

  Al terminar las clases Hans, Leonard y yo decidimos jugar un rato con la pelota y así divertirnos un poco, allí les conté que me había encontrado una gata y que la tenía en casa, ellos me contemplaron sorprendidos, no se esperaban eso. Al llegar a casa Erika y mama estaban discutiendo, Diana solo observaba.

  -¿Que ocurre? Dije extrañado

Mama se acercó y me dijo enfadada

  -¿Desde cuando ese gato está aquí?

Todo se me vino abajo, seguro que echaría al gato de casa

  -Mama no es un gato es una gata y es adorable

  -Tom esa no ha sido mi pregunta ¿Cuánto tiempo lleva ese gato aquí?

  -Tres semanas .Dije bajando la mirada

  -¡Que! Y cuando pensabais decírmelo.

Mis hermanas se miraron pero ninguna dijo nada, yo la miré fijamente y conteste sin más

  -Nunca

  -¿Como?

  -Nunca, nunca te lo hubiéramos dicho

  -¿Y por que no? Dijo extrañada

  -Porque no queríamos que le echases

  -Tom, los gatos traen pulgas, no se dan cuenta

  -Mama si coge yo se las quitaré no tienes de que preocuparte.

Entonces contempló a mis hermanas y ellas dijeron a la vez

  -¡Mama nosotras le daremos de comer, la cuidaremos por favor deja que se quede!

Nos miró algo sorprendidas pero después de un rato tomo una decisión

  -Vale se puede quedar pero si prometéis con vuestra palabra, además que hacía mucho que no os veía feliz.

  Después de decir eso la abrazamos muy fuerte, estábamos muy contentos.

  Ahora que ya no hace falta esconder a Moon todo es mejor, ella a veces sale al exterior y no aparece a veces hasta la tarde, me gustaría tanto saber  donde se mete.

Cartas de un judioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora