No eres un cobarde

851 32 11
                                    

PV Tom

  Sentía el frío recorrer mi cuerpo lentamente, me abrazaba fuertemente para entrar en calor pero aún así seguía sintiéndolo. Aunque estuviera resguardado debajo de aquel puente me sentía muy inseguro cualquier día me encontrarán y entonces será aún peor. Me sentía muy mal, triste, solo, cansado....además no me sentía bien conmigo mismo, no paro de pensar en que soy un cobarde y que no merezco seguir en este mundo, tal vez lo mejor es que vaya a la guerra y muera pero algo dentro de mí me lo impide ¿Qué será?

  Mientras dormía un poco escuche unos pasos, instantáneamente abrí los ojos con temor. Aquellos pasos cada vez se oían más y más cerca. Lentamente me levante y el corazón comenzó a latir rápidamente, más tarde comencé a sudar, ¿Serán ellos? Poco a poco caminé hacía atrás sin haciendo el menor ruido posible. Mientras lo hacía alguien me sujetó los hombros, no dije nada solo cerré los ojos.

  -¿Qué haces aquí?- Dijo.

Aquella voz me era muy familiar así que me giré lentamente y abrí los ojos.

  -¡Daniel!-Grité.

  -¿Idiota que haces aquí?

  -Eh ¿yo?

  -¿Has huido? –Dijo riendo.

Respiré hondo.

  -No, por supuesto que no.

  -¿Y qué haces aquí?

  -Eh.....eh......aquí descansando.

  -Ya, ya, ¿Qué ocurre Tom?

  -Nada, no ocurre nada.

  -Has huido.

  -No, no es verdad.

  -¿Y qué haces aquí?

Deje de mirarle.

  -Nada....déjame.

  -¿Cuánto tiempo llevas aquí?

  -Dos días.

  -¿Tienes hambre?

  -No.

  -¿Tom han venido a buscarte verdad?

  Volví a mirarlo.

  -Sí.

-Y no quieres ir, ¿verdad?

  -Yo.....no quiero morir tan joven.

  -Yo tampoco-Dijo poniendo su mano en mi hombro.

  -¿Qué hago?

  -Huye conmigo.

  -No puedo.

  -¿Por qué?

  -No quiero ser un cobarde.

  -No lo serias.

  -Sí que lo sería.

  -¿Crees que yo soy un cobarde?

  -Yo no, pero ellos sí.

  -Me da igual ellos.

  -Daniel, ¿ten cuidado?

  -No quieres venir conmigo.

  -No, voy a volver a casa.

  -¿Para qué? ¿Para morir?

  -No, quiero saber si mi padre sigue vivo.

  -Pero Tom.

  -Cuídate Daniel.

Cartas de un judioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora