No te rindas

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  PV Tom

 Mi enfermedad seguía su curso, a veces tenía días malos y otros buenos pero poco a poco me iba recuperando. Me habían ingresado en el hospital de nuestro barrio. Mi madre y mi hermana me velan cada noche e intentan no dejarme solo. Dereck viene de vez en cuando para informarse de mi estado. Yo estoy muy débil, es una enfermedad muy dura. Todos temen por mí, no les gusta verme así. A veces me sube mucho la fiebre, otras vomito y otras simplemente pierdo el conocimiento. La enfermedad me quita todas las fuerzas pero no las ganas de vivir, sé que tengo ganar esta batalla.

   Una noche mientras dormía comencé a contemplar a mi madre y a pensar en lo fuerte que es. Trabaja todo el día y cuando único puede descansar viene al hospital para estar conmigo. Deseaba con todas mis fuerzas recuperarme para que ella pueda descansar. También comencé a recordar aquellos momentos en los cuales éramos felices y disfrutábamos.

   A la mañana siguiente me encontraba mucho mejor, la enfermedad estaba desapareciendo. Me sentía más fuerte y con ganas de vivir. Mi hermana se encontraba conmigo leyendo cuando de pronto oímos unos gritos. Ella se levanto sobresaltada y salió de la habitación para ver qué pasaba, yo mientras seguí oyendo gritos que más tarde se convirtieron en sollozos. Seguidamente volvió con una mirada triste.

-¿Qué ocurre ahí fuera?

Se sentó lentamente de nuevo en la silla y respiró hondo.

-Han traído a un chico más o menos de tu edad, le han herido en combate.

En aquel momento sentí gran lástima por aquel chico.

-El pobre...puede que pierda la pierna.

No dije nada, me tape con la manta y cerré los ojos, temía que fuera alguien de mis amigos.

  Por la noche mientras dormía volví a oír aquellos mismos sollozos se notaban más cerca así que supe que se encontraba en la misma planta que yo. Mi madre dormía así que me levante lentamente de la cama y salí de la habitación. Mientras caminaba por la planta comencé a ver un montón de enfermos y gente herida, todo aquello era horrible. Mientras más avanzaba más me acercaba a esos sollozos. Finalmente llegué, la puerta estaba cerrada así que la abrí lentamente intentado hacer el menor ruido posible.

Cuando entré me quede perplejo, no podía creer lo que estaba viendo, estaba allí, Leonard estaba allí.

-¡Leonard!. Grité.

Seguidamente levanto la mirada y me miró asombrado.

- ¡Cuánto tiempo!- Entonces corrí hacia el sin acercarme demasiado.

-Hola Tom- Dijo débilmente.

-¿Qué te ha pasado?

-Alguien me disparó hace días, me quitaron la bala pero la herida se ha infectado, quieren cortarme la pierna.

Comenzó a llorar.

-Tom no dejes que lo hagan, no dejes que me corten una pierna, me conoces muy bien y sabes que no podría vivir así.

Ahora el que tenía ganas de llorar era yo, odiaba verle así.

-Leonard , ¿prefieres morir?

-Sí joder, no quiero vivir más y menos así.

-¿Por qué quieres morir?

- Porque no puedo más y esto me supera, por favor diles que no lo hagan, diles que no puedo más.

Seguidamente comencé a llorar.

-Leonard no me puedes pedir eso, no me puedes pedir que te deje morir, lo siento.

-Joder Tom, no me hagas esto, ¡no!

De repente una enfermera entró y yo salí corriendo, no podía hacer lo que me pedía, no quería verle muero.

   A la mañana siguiente no paraba de pensar en Leonard, temía tanto por él.

   Dos días después cogí valor y me dirigí a la habitación de Leonard, necesitaba saber como estaba, necesitaba saber si estaba bien. Cuando entre me lo encontré completamente tapado.

-¿Leonard?

-¡Vete!

-Leonard lo siento.

-¡Déjame, eres un capullo!

-Pero Leonard.

-¡Déjame, no quiero verte!

-Leonard déjame estar aquí un rato contigo.

Entonces se destapo y grito.

-¡Vete de aquí!¡No quiero saber nada ni de ti, ni de nadie!¡ Quiero estar solo joder!

   Seguidamente abrí la puerta y me fui, me encontraba fatal, sabía que me guardaba rencor, sabía que odiaba a todo el mundo por no dejarle morir.

   Aquel día no probé bocado de nada, no tenía ganas. Por la tarde le conté a mi hermana lo que pasaba y como me sentía, ella no dijo nada simplemente me abrazó


  Quería pedir perdón por haber tardado tanto, pero no he encontrado momentos para escribir este último trimestre. Ahora que he terminado la seguiré espero que os guste y siento haber tardado tanto:(


Cartas de un judioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora