𝙎𝙖𝙫𝙚 𝙈𝙚 ❦ [𝙅𝙖𝙚𝙝𝙮𝙪𝙣]

5 (Editado 2023)

"Jae" no dejó de hablarme mientras comíamos, contándome sobre de videos extraños que encontraba en Youtube, videojuegos nuevos que le parecían interesantes y otros que lo habían decepcionado completamente. Me comentó también de que su madre trabajaba en una clínica como enfermera y que por eso no solía estar demasiado en el departamento, dejándolo ahí con Johnny, su primo.

Su relación con Johnny era buena, habló muy bien de él, aunque obviamente había cosas que le molestaban. Por ejemplo, Jae anoche no quería que se hiciera la fiesta,
pero su primo le rogó para que lo dejara, y que por favor no le dijera nada a su madre. Solo por cariño aceptó, ya que me contó que no deseaba estar ahí.

—Es por eso que fui a la azotea. Quería escaparme un poco de todo ese ruido, ver otras cosas. Entonces te encontré a ti tras seguir las huellas en el piso —Ya había terminado de comer y estaba casi acostado en su silla, demasiado satisfecho a mi parecer—. Por si acaso ya limpie todo eso, y no es por ofender, pero parecía sacado de una película de terror.

—¿Qué pensaste al verme ahí en la azotea? —Ya estaba más en confianza como para  entablar una conversación con él. Era como cuando yo era más pequeña, esperando a sentirme segura antes de por fin poder hablar con tranquilidad con mis compañeros de clase.

—Casi me da un infarto. No es algo normal ver a una persona a punto de lanzarse desde un edificio, menos a una chica bonita —Había dicho eso como si nada, haciéndome sonrojar. Debía verme tan ridícula que sólo agaché mi cabeza para que mi largo cabello ocultara mis mejillas.

—Pero piensa, quizás más adelante sea una anécdota divertida para contar —Dije en forma de broma, sintiéndome peor porque no era algo muy gracioso. Me arrepentí por hablar con tanta confianza.

—Eso no tiene nada de divertido. No quiero que se vuelva a repetir, y tampoco quiero que lo vuelvas a pensar —Jaehyun parecía muy molesto con lo que había dicho y supe que había arruinado todo. Quise pedir perdón, cosa que no pude hacer ya que se escucharon pasos desde el pasillo.

—No debí tomar anoche, mi cabeza duele —Debía ser Johnny, quién solo llegó para sentarse en una de las sillas comenzando a comer pizza. Nos miraba a ambos con curiosidad, y luego un poco avergonzado recordó que aún no nos habíamos presentado de buena forma—. Lo siento, soy Johnny, primo de Jaehyun. Te ví anoche, pero no recuerdo tu nombre.

—Soy Soyul. Mucho gusto, Johnny —Para no verme tan seria le respondí con una sonrisa algo forzada, pero creo que lució natural.

—¿Eres amiga de Jae? —Preguntó este, haciendo que Jaehyun suspirara. Desvié mi mirada hasta él y vi como miraba a su primo un tanto avergonzado.

—Pues, eso creo... —La verdad es que no tenía ni idea que decir a su pregunta. No podía improvisar en esos momentos.

—¿Eso crees?, Espera... ¿Son más que amigos? —Añadió lo último con un tono de sorpresa, alzando sus cejas.

—No, solo somos amigos —Jaehyun estaba nervioso, haciéndome pensar en que yo podía darle algo de vergüenza. Como era guapo imaginé que sus amistades también debían serlo, y yo obviamente no lucía muy bien.

—Quizás deba irme —Hablé algo bajo, pero no demasiado para que pudieran escucharme. Jae de inmediato me miró y se puso de pie.

—Primero ven conmigo —Como ya era típico, este hizo que me levantara tomándome del brazo, llevándome junto a él hasta su habitación. Alcancé a despedirme de Johnny algo confundida.

Entramos a su habitación y Jae se fue derecho hasta su escritorio, dejándome de pie cerca suyo. Sacó un papel y ahí comenzó a anotar unas cosas mientras murmuraba, repitiendo muy bajo todo lo que había puesto ahí. Luego guardó el papel en su bolsillo y salió de la habitación bastante rápido. Pude escuchar mucho ruido en una habitación que estaba cerca de la suya, y como maldijo varias veces.

Estaba demorando entonces solo me senté en su cama. El dolor en mis pies ya iba pasando aunque quizás era solo por estar acostumbrándome a la incómoda sensación. Por suerte mi resistencia al dolor era muy buena a comparación de otras personas, solo que también podía ser malo porque también era resistente a otras cosas, como los calmantes. Pasaron unos minutos y Jaehyun por fin volvió a la habitación con un par de zapatillas negras, que al parecer eran de su madre.

—Te traje esto. No se si sean de tu talla, pero necesitas tener algo en tus pies para que no te sea difícil caminar —Me pasó las zapatillas y le di las gracias, colocándolas de inmediato en mis pies.

—Están bien, un poco más grandes de lo normal, pero cumplen su función —Dije tras dejar la cama y dar algunos pasos. No tuve problema alguno a pesar de que se me salieran en ocasiones. Jaehyun sonrió despreocupado.

—Perfecto. Ahora me llevarás a tu casa, quiero conocer a tus padres —Lo miré con mis cejas alzadas ¿Estaba hablando en serio?

—¿Qué?

—Quiero ir a tu casa para que tus padres me conozcan —Sin decir nada más me tomó de la mano para salir conmigo de la habitación, pero yo me solté. Podía caminar sola, sabía donde estaba la puerta.

Fuimos hasta la salida y Johnny ya no estaba en la sala, por lo que no pude despedirme correctamente. Sólo continuamos nuestro camino llegando al ascensor, nos subimos en él, esperamos a que bajara sin decir ninguna palabra, y al llegar al primer piso seguimos caminando como si nada.

No aguantaba demasiado la sensación en mis pies, pero preferí no hablar. Tenía miedo, y de verdad no quería llevar a Jaehyun hasta mi casa. Cuando estuvimos fuera del edificio él me miró con las manos metidas en los bolsillos de sus pantalones.

—¿Hacia dónde debemos ir? —Me preguntó mirando hacia el norte y sur de la larga y amplia calle. Anoche por la adrenalina ni me había fijado que llegué a una zona muy concurrida, llena de cafeterías y tiendas, además de el edificio donde Jaehyun vivía.

—Puedo llegar sola, gracias Jae —Traté de sonar amistosa acercándome a acariciar su brazo. Ojalá así me dejara tranquila.

—No, ya te dije. No te dejaré sola hasta que estés junto a tus padres en casa —No podía creer que siguiera con lo mismo, así que le dí en el gusto.

—Por allá... —Apunté hacia el sur y caminé, dándole la espalda para guiarlo hasta mi hogar. Jaehyun rió triunfante y pasó un brazo sobre mi espalda.

Estuve a punto de separarlo, pero de nada serviría porque estaba segura de que luego volvería a hacerlo.