𝙎𝙖𝙫𝙚 𝙈𝙚 ❦ [𝙅𝙖𝙚𝙝𝙮𝙪𝙣]

13

Jaehyun, luego de terminar de comer y de beber nuestros cafés, decidió ir a dejarme a casa. Ya habían pasado horas y ni siquiera había agarrado mi móvil para ver si ellos me habían mandado algún mensaje. Yo simplemente no estaba concentrada en la hora, y menos en mis padres. Jaehyun había tomado toda mi atención y como si fuera magia había eliminado cada uno de mis malos pensamientos en ese rato que tuve junto a él.
Lamentablemente nada era para siempre y sentí algo en mi interior cuando el se había puesto de pie para pagar la cuenta. Yo lo seguí, intentando no mostrar esa tristeza que iba sintiendo. No podía arruinar el momento.

Ambos salimos de la cafetería, caminando despacio ya que le mentí diciendo que mis pies a veces dolían por el incidente ya pasado hace varios días atrás. Yo ya no sentía nada, mis pies estaban a la perfección y ni siquiera habían quedado marcas. Supongo que era una de esas mentiras blancas, que no dañaban a nadie.

Jaehyun fue contándome más cosas sobre el, logrando llamar aún más mi atención.

–Cuando iba a la escuela decidí tomar clases de canto, y creo que me fue bien. Mis profesores encontraron que mi voz era especial y bueno, me hacían cantar algunas canciones de Disney –Sus mejillas se sonrojaron un poco al decirlo, al igual que sus orejas. Fue lo más tierno que había visto en alguien– Ahí conocí a mis amigos. Además que también tomé clases de baile, porque siempre me llamó la atención.

–Eres un chico muy talentoso.

–No lo soy, pero si le pongo empeño. Intento dar lo mejor de mi en cada clase, y obviamente a veces me imagino en algún grupo musical.

–Eres popular, ¿No? –Pregunté algo tímida, y también algo celosa. Imaginé a Jaehyun rodeado de chicas y mi ánimo por alguna extraña razón se derrumbó–

–No creo ser popular, para nada –Negó rápidamente con su cabeza, y yo supe que estaba mintiendo. Tuve que aceptar la realidad– Creo que algunos de mis amigos si lo son. Incluso algunos de los más jóvenes.

–Oh, debe ser genial –Dije con una sonrisa forzada. Esta vez si quería llegar rápido a casa–

–A ellos les fascina, pero para mi debe ser algo molesto. Reciben flores y chocolates.

–Entiendo...

–¿Pasa algo? –Tomó mi muñeca cuando este se detuvo y yo seguí caminando. Al principio intenté que me soltara, no quería sentir contacto físico con él–

–No, nada –Mentí, nuevamente sonriendo de forma fingida. Por dentro recordé mil cosas que nunca podría eliminar de mi cabeza. Cosas que yo nunca llegaría a compartir, ni siquiera con mis padres– Solo estoy algo cansada. Ya sabes... Dormí mal anoche por mi insomnio.

–¿Segura? –Finalmente me soltó, aunque vi algo de confusión en el rostro del chico–

–Si... Si quieres puedes ir a tu departamento ahora, yo puedo caminar sola hasta mi casa. Ya es tarde y...

–¿Y?

–No quiero darte problemas, Jaehyun... Si haces esto por lástima me dañarías, y a mis padres no les gustará eso.

–¿Por qué no confías en mi? –Dijo algo ¿Dolido? ¿Triste?–

–Porque tengo miedo de ser lastimada nuevamente... Tengo miedo de que te aburras de mi –Ahí en ese instante intenté no llorar, pero la angustia y ansiedad no me ayudaron. El nombre de esa persona aparecía mil veces en mi cabeza, y otra vez me estaba haciendo trizas por dentro–

El chico no respondió y lo único que hizo fue acercarse a mi para darme un abrazo. Di un salto de puro miedo, de temor a que llegara a hacer algo más, pero no. Solo me abrazo, rodeando me pequeño cuerpo con sus brazos, dándome calor y ¿Cariño? No podría explicar todo lo que llegué a sentir, y menos cuando sentí su aroma a café.
Por tan solo unos minutos volví a sentirme en confianza y no pude evitar que de mis ojos se escaparan varias lágrimas.

–Soyul, sé que quizás muchas personas te hicieron daño, pero yo no soy ese tipo de personas –Dijo con suavidad, sin llegar a soltarme, dándome ese calor que tanto necesitaba– Mi madre siempre me enseñó a ser siempre un chico educado y amable... En mi escuela defendí a muchas personas de esos estupidos matones, pero creo que contigo es algo distinto.

–¿Distinto? –Aún seguía llorando, avergonzada por hacerlo–

–Nunca llegué a conocer a una persona que estaba cansada de su vida, y eso rompió mi corazón... Desde que te vi, me puse una meta, algo que necesito hacer. Quiero protegerte, Soyul –Suspiró y yo cada vez me sentí más y más avergonzada por todo. Llegué a sentirme culpable– Sé que debo ser paciente. Tu madre me lo dijo cuando hablé con ella en privado... Sé que eres desconfiada, y ahora tú debes saber que yo soy de esas personas que nunca se rinden.

–Me cuesta creer esto. Demasiado –Mi corazón latió con fuerza y sentía calor en toda mi cara. Nunca nadie me había dicho algo así sin que fuera por alguna apuesta–

–Pues tienes que empezar a creertelo, porque yo cumplo lo que me propongo. Y no estoy mintiendo. No soy esa clase de personas.

Me dejó sin palabras, y también sin aliento. No quería que me soltara solo por el hecho de que mi pálido rostro debía estar completamente rojo, como un tomate. Pero Jaehyun aún así lo hizo, solo que ahora me tomó del brazo. Quizás el creía que yo iba a salir corriendo.

–Jaehyun... –Murmuré bajito, intentando mirarlo a pesar de toda la vergüenza que estaba sintiendo. Este chico me ponía mal, en un buen sentido– Perdóname, ¿Si? Yo solo... Es complicado y nuevo para mi.

–Nada de disculpas, Soyul. Entiendo que debe ser difícil confiar, incluso a mi me pasa, pero con el tiempo todo se vuelve más fácil –Nuevamente sonrió, como si de esa forma podría calmarme, solo que me ponía peor. Esos malditos hoyuelos...–

–Tendrás que acostumbrarte. Creo que cada día digo la palabra "Perdón" unas mil veces.

–Intentaré hacerlo, pero si te disculpas demasiado te quedarás sin pastel de moras.

Aquello me hizo volver a reír, y yo mirando hacia otro lado aproveché de limpiar mis mejillas. Ya estábamos cerca de mi casa y no quería que mis padres vieran mis ojos algo rojizos.
Jaehyun lo había notado y me sujetó del brazo esta vez mucho más tierna, más cariñosa.

"Maldito, me quiere matar" Pensé evitando caminar como una boba por culpa de la forma cariñosa en la que me trataba.