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Narra Jaehyun

Johnny estaba sentado a mi lado en el sofá, con un laptop sobre sus muslos y una taza de café bien cargado a un lado suyo. Estaba atardeciendo y mi ansiedad era tan notoria que varias veces Johnny me pidió que dejara de mover mi pierna porque hacía que su laptop tambaleara.

—¿Encontraste algo? —Le pregunté sintiendo un nudo en la garganta, acompañado de una rabia que no podía ocultar. Johnny parecía estar igual que yo, solo que era un poco más fácil para el mantener la calma.

—¿Yuyu no te dijo el nombre de ese pedazo de mierda? —Johnny tenía los ojos algo agotados incluso usando esos lentes para calmar la vista contra la luz de los dispositivos electrónicos. Yo negué con frustración, cerrando los ojos y dejándome caer contra el respaldo del sofá.

—Se veía tan asustada que no quise forzarla a decirme más sobre el tema.

—¿Crees que... la haya violado? —Sé que Johnny intentó sonar lo más respetuoso posible. Yo no pude con las nauseas que el nerviosismo me provocó con tan solo imaginarla pasando algo tan horrible como eso.

—Mierda, no lo sé... —Tenía impotencia y unas ganas de llorar que nunca antes había sentido. Decidí ir al baño para pensar un poco sin tener que incomodar a Johnny, encerrándome ahí y mirando mi reflejo en el espejo. Me veía más pálido de lo normal y como había dormido mal tenía unas marcadas ojeras bajo mis ojos. Antes solía preocuparme demasiado por mi aspecto, sobre todo porque quería impresionar a Soyul. Ahora nada más me preocupaba, solo necesitaba encontrar a ese imbécil.

Estaba demasiado concentrado en mis pensamientos, sentado ahora en el frío suelo del baño. Alguien había tocado la puerta de nuestro departamento y mi corazón casi se sale de mi pecho por los nervios, ¿Algo le había pasado a Soyul? ¿Serían sus padres? Salí corriendo del baño, impresionado al ver que se trataba de Yuta y Doyoung. Estaba tan estresado que los saludé desganado.

—También me alegro de verte, Jae —Soltó Doyoung con sarcasmo, yendo directo a uno de los sofás para sentarse. Johnny se había ido a la cocina a preparar más café.

—¿Pasó algo? Supuestamente ayer nos íbamos a reunir a ver películas. Haechan estaba muy emocionado y Mark compró de todo para pasarla bien. Ya sabes —Yuta siguió a Doyoung y se sentó a su lado, solo que terminó prácticamente recostado sobre su cuerpo.— Tendrán que disculparse públicamente con los pequeños.

No tenía ganas de hablar y solo por respeto me volví a sentar en donde antes, tan desganado que Doyoung me miró ahora con preocupación. Mis ojos ardían por el cansancio pero no podía dormir sabiendo que había un tipo loco siguiendo a Soyul. Johnny volvió a aparecer, teniendo en sus manos una bandeja con tazas de café para todos, la cual dejó en la mesa de centro. Luego volvió a sentarse a mi lado, tratando de lucir tranquilo. 

 —Jaehyun no les dirá nada pero yo si.

—Cállate Johnny —Quise golpear su brazo para que cerrara la boca. Era algo sensible y privado.

—Jaehyun y Soyul corren peligro por un psicópata asqueroso. No diré más detalles pero sabemos bien que un celópata es cosa seria —Las caras de los recién llegados cambiaron, luciendo ahora bastante preocupados. Doyoung estaba algo confundido porque nunca llegué a hablar demasiado de Soyul con él debido a temas de tiempo, pero Yuta se vio furioso. Sabía que el japones estaba interesado en Soyul  y aunque a mi me dijera que ya no le interesaba Johnny me contaba en secreto que el seguía diciéndole que era su crush. 

—¿Quién es? Quiero golpearlo —Sus puños se habían puesto blancos por la rabia. La tensión en la sala era pesada y Doyoung agarró una taza con café, empezando a beber con nerviosismo. Ninguno de nosotros estaba acostumbrado a situaciones como esta. 

—No lo sabemos —Mi voz se quebró, necesitaba llorar y también tenía ganas de encontrar a ese tipo para hacerle entrar en razón a golpes. 

—Sé que ustedes tres quieren matarlo, pero saben que es ilegal, ¿No? —Doyoung, aún nervioso, intentó hacernos pensar un poco más antes de que empezáramos a planear un asesinato.— Lo mejor sería demandarlo.

—Soyul no hablará —Unas lagrimas salieron de mis ojos. Johnny sobó mi espalda intentando calmarme un poco.— Está asustada y se siente culpable de todo lo que pasó con ese tipo.

—¿Qué le hizo? —Yuta agarró un cojín solo para aplastarlo con sus manos. Al verle así imaginé como se pondría frente a ese celópata. Con tanta rabia de seguro todo terminaría siendo un intento de homicidio. 

—Yuta, creo que debemos respetar le intimidad de Soyul en este momento. Obviamente hizo algo asqueroso e ilegal, y por lo mismo es mejor no imaginar eso... Jae tampoco está pasándola muy bien —Johnny bebió también un poco de su café, estaba cansado e intentaba mantenerse despierto con esa bebida tan cargada. No tenía intensiones de dormir hasta encontrar información.

—Jae, creo que deberías ir a descansar —La suave voz de Doyoung llamó mi atención, colocándose al frente mío para practicamente obligarme a ir a mi habitación a recostarme con tan solo una mirada. Me tomó del brazo y me acompañó, apoyándose en la puerta hasta verme en la cama, tapado con las mantas.— Confía en nosotros, ustedes no están solos en esto. 

—Soyul corre peligro, no puedo quedarme durmiendo como si nada.

—No solo ella corre peligro —Fruncí el ceño. Pasaba buen tiempo en el gimnasio ejercitándome, tenía brazos fuertes y seguramente podría golpear a ese estúpido con facilidad.— Y si, sé en lo que estás pensando. Deja de tocar tus brazos.

—Doyoung, soy fuerte. Yo puedo defenderme bien, ustedes lo saben —Me senté en la cama para mirarlo. Estaba furioso por todo y la impotencia era tal que tenía ganas de ir a vigilar la casa de Soyul día y noche hasta encontrarme al chico que la molestaba.

—¿Y si el psicópata ese tiene armas? ¿Tus músculos son a prueba de balas? ¿Crees que algún cuchillo se doblara al tocar tu piel? —El se cruzó de brazos, negando con la cabeza. Me dolió saber que tenía la razón.— Tenemos que ser cuidadosos... Y agradece que estoy metido en esto, porque si no, ya los imagino saliendo en televisión por haber cometido algún crimen. 

—Yo no soy el criminal, el asqueroso que tocó a Soyul lo es.

Doyoung se acercó, sentándose en mi cama y dándome un empujón para que volviera a acostarme. Soltó un suspiro, agotado por mi comportamiento vengativo. 

—¿Crees que a Soyul le gustaría verte así? Piensa en ella, por favor.

Imaginar a Soyul llorando me dolió, el nudo que tenía en la garganta me impidió tragar y hasta me costó respirar. Ella era frágil y de nada le ayudaría verme como una persona violenta, porque yo tampoco me consideraba alguien así. Me estaba dejando llevar demasiado por la rabia y no todo se solucionaba a golpes. Doyoung me dejó solo, diciéndome que iría a hablar con Yuta, quien también parecía estar empezando a perder un poco la razón. 

Agarré mi móvil antes de intentar dormir, abriendo el chat de Soyul.

"Descansa, pequeña. Todo estará bien, te lo prometo" 




𝙎𝙖𝙫𝙚 𝙈𝙚 ❦ [𝙅𝙖𝙚𝙝𝙮𝙪𝙣]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora