¿A dónde me he mudado? (CLEXA AU)

Capítulo 8

Lexa se ha estado portando realmente bien conmigo durante el mes que llevo en su casa. Si un mes, en el que he estado sumergida en mis propios pensamientos. Como por inercia, duermo porque tengo que hacerlo, no porque sienta la necesidad de hacerlo.

Oreo se ha convertido en mi fiel compañero cuando Lexa no está. Ella regresa a comer todos los días después de salir del gimnasio y cuando regresa de la protectora salimos a dar largos paseos con Oreo.

No me ha presionado en ningún momento como si lo ha hecho Raven. No puedo culparla se que está preocupada por mi, pero ahora mismo soy incapaz de salir de esta burbuja en la que me he sumergido.

La que está teniendo mucha paciencia conmigo es Anya. No es que pase mucho tiempo en el piso, pero he usurpado su hermoso sofá y no está muy contenta con ello, pero no ha dicho nada al respecto.

-¿No piensas coger la llamada? -me pregunta Lex.

-No –la ayudo a preparar la cena- es como la décima llamada que me hace.

-¿Quién te llama? -me mira curiosa.

-Mi representante –suspiro- quiere saber cuando tendré listos los cuadros para exhibirlos en la galería.

Lexa me mira pero no dice nada. Se que me quiere preguntar muchas cosas, pero como siempre respeta mi silencio y simplemente asiente.

Terminamos de hacer la cena y comemos en la pequeña isla de la cocina. Como siempre cenamos solas Anya pocas veces nos acompaña y alguna vez Raven y Octavia vienen con unas cajas de pizza pero la mayor parte de las noches somos ella y yo.

Al terminar recogemos entre las dos y nos vamos al sofá. Oreo viene con nosotras y ocupa su lugar en mi regazo como viene siendo habitual. Lexa alza una ceja cuando lo ve pero no dice nada. Enciende la tele y se limita a buscar algo que ver mientras acaricia distraída al cachorro.

Acabamos viendo un concurso de esos donde los participantes muestran sus talentos...Siento como mi cuerpo se tensa cada vez más a cada minuto que pasa. El nudo en mi garganta es cada vez mayor y siento que no puedo respirar.

Me levanto con brusquedad del sofá asustando a Oreo y a Lexa en el proceso. Corro hasta el baño y me encierro allí. Temblorosa apoyo mis manos en el lavabo y observo la imagen que el espejo me devuelvo. Mis ojos azules están apagados. Grandes ojeras marcan mi rostro, mi pelo rubio está enredado y he adelgazado unos cuantos quilos.

-¡Clarke! -la voz de Lexa al otro lado de la puerta me sobresalta- ¿Clarke estás bien?

-Si –contesto con voz temblorosa.

Abro el grifo y me echo agua en la cara intentando recuperar la compostura. Me siguen temblando las manos y mi ritmo cardíaco sigue siendo demasiado rápido pero sino salgo Lexa se preocupará aún más.

Tomo una gran bocanada de aire antes de abrir la puerta y cuando lo hago me encuentro a Lexa apoyada en la pared cruzada de brazos esperando por mi. Nada más verme se acerca a mi, su mirada verdosa me observa preocupada. Me aparta el pelo de la cara y acaricia mi mejilla con cariño.

-¿Qué ocurre Clarke?

Niego y me separo de ella, voy a la habitación y me empiezo a desnudar poniéndome el pijama. Siento su mirada en mi, no ha abandonado la habitación. ¿Por qué iba a hacerlo? Me ha visto desnuda con anterioridad. Hemos dormido desnudas. Además no tengo nada de que avergonzarme.

La oigo suspirar cuando me meto en la cama y cierro los ojos. Sale de la habitación y la oigo pasearse por el salón. Un rato después regresa y se pone el pijama para después meterse en la cama.