Capítulo 12

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CONSEJO: el video lo podéis escuchar desde el principio del capítulo o ponerlo más adelante cuando os lo indico.

No paro de dale vueltas al idea que Lexa me ha dado. Aunque al principio estaba muy reticente a pensar en ella, porque sería revivir el pasado de nuevo.

¿Pero no es eso lo que estoy haciendo? ¿No me estoy derrumbando cada vez que algo me recuerda a ellos? Lexa está siendo un bálsamo para mi mente torturada por los recuerdos. Sin darse cuenta me está dando la paz que mi alma necesita.

Tengo que tomar una decisión y tengo que tomarla ya, porque mi representante me está metiendo prisa, para evitar que nos quiten el sitio en la galería.

Decidida aunque algo reticente, salgo de la habitación y busco a Lexa, quien se encuentra en el salón siendo engullida por un montón de papeleo y un cachorro travieso que no la deja tranquila.

-¡Oreo para! -veo como lo quita de su regazo y lo pone en el suelo. El pobre se la queda mirando detenidamente durante unos segundos y después su mirada vaga hasta el sofá. Como puede se sube sobre él y va hacia su ama quien se encuentra con la espalda apoyada en el sofá. Se acerca a ella y la lame la mejilla haciendo que de un respingo- ¡Oreo! -se queja- ¡No! -le riñe, pero él ni corto ni perezoso se lanza sobre ella para que juegue con él- ¡Oreo! -se queja resignada y empieza a acariciar su barriga mientras él pone cara de felicidad- eres un consentido.

-Lo es –Lexa levanta la cabeza y me encuentra apoyada en la pared- hacéis una buena pareja.

Lexa mira al perro y después a mi haciendo una mueca.

-Con la única que quiero hacer buena pareja es contigo –me mira sonriente dejándome sin palabras- ¿qué necesitas preciosa?

-He tomado una decisión sobre la exposición, pero necesito tu ayuda –la miro dubitativa.

-Tu dirás -me sonríe encantada.

-¿Puedes acompañarme a mi piso? -pregunto con un susurro.

Asiente y se levanta del suelo para seguirme hasta la puerta. Salimos al descansillo y vamos directas a mi piso. Abro y entramos dentro para evitar que algún vecino cotilla se acerque de forma inesperada.

-Parece que no están -susurro caminando hacia mi habitación.

-¿Y si no están porqué susurramos? -pregunta Lex divertida.

Me encojo de hombros y voy a mi habitación. Está tal y como la dejé la última vez. Ni Lexa cuando vino a por mis cosas, ni Raven viviendo aquí con Octavia han tocado nada.

Me dirijo al armario y lo abro, miro la última balda y como pensaba no llego y no tengo escalera.

-Ayúdame a mover la cama hasta el armario –le pido a Lexa- gracias -me deshago de mis deportivas, me subo a la cama y empiezo a sacar ropa- ponla por ahí -murmuro sin darle mayor importancia. Después de bucear en el fondo del armario durante un rato encuentro una gran maleta y la arrastro hacia delante. Lexa intuye que quiero bajarla y se sube a mi cama para ayudarme- gracias -sonrío- ahora pásame la ropa que debo guardarla de nuevo.

El tedioso proceso de devolver las cosas a su sitio nos lleva un rato. Cuando por fin lo hacemos colocamos la cama en su lugar. Con ayuda de Lexa quito la maleta de la cama y la abro para poder acceder al contenido que se encuentra debajo de ella. Como antes tengo que quitar lo que está encima para encontrar lo que busco. Lo saco y vuelvo a colocar todo en su sitio para cerrar la cama.

-¿Algo más? -me pregunta curiosa y me limito a negar con la cabeza mientras sonrío.

Me dirijo a la puerta y cuando está medio abierta ambas oímos un gemido y nos detenemos.

¿A dónde me he mudado? (CLEXA AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora