Hogar (II).

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7 (II).

Besar a Louis era como tocar el cielo con las manos, ¡con las dos!

«¿Qué hay de Adam, maldito idiota? ¿Cambiarás sus besos por los de Louis?»

Mi voz interior me aconsejaba pero no podía alejarme de aquél... ¿cómo decirlo? ¿embaucador tal vez?

-¿¡Qué haces!?

Lo empujé, no alejándolo mucho ya que era más débil que él. 

Volvió a acercarse a mí y habló sobre mis labios.

-Tranquilo ricitos, no parecías estar en desacuerdo cuando nos besabamos.

-Mi nombre es Harry, no ricitos.

Traté de volver a alejarme de él pero puso su mano izquierda contra el muro impidiendome el paso, entonces, fue ahí cuando se dió el gusto de reír.

-Como tú digas. Y, cuentame, ¿con quién hablabas tan cariñosamente?

Un par de pasos se oyeron en la escalera, gracias a Dios. Phoebe corrió y se aferró a mis piernas mientras mamá caminaba tranquila y conservaba una sonrisa en el rostro.

-Harry cariño, ¿qué ocurrió con tus labios?

Louis abrió la boca levemente pero le gané de mano.

-Nada.

-La cena está lista, ¡pido lugar al lado de Harry!

Gritó la pequeña rubia y la alcé en brazos. Ya todos reunidos, Gemma era la encargada de agradecer esta noche. Me encontraba en medio de Phoebe y Louis.

-¿Harry?

Phoebe me llamó por lo bajo.

-¿Sí?

-Mi hermano es muy lindo, ¿no? 

¿Por qué Pheebs preguntaba aquello? ¿Habrá visto algo? Acababa de probar un pequeño trozo de aquél ordinario puré y ya lo tenía atorado en la garganta, traté de bajarlo rápido y respondí.

-Si, supongo.

-Louis es mi hermano, los dos somos parecidos, eso quiere decir que te parezco linda.

Sonreí del alivio y por la ternura que Phoebe poseía. Muy inteligente para sus escasos seis años.

-Claro, linda.

-Harry, ¿quiéres ser mi novio?

Reí ante la respuesta formulada por la pequeña.

-Por supuesto.

Phoebe saltó de su puesto a mis brazos.

-¡Louis, tengo novio!

Él se atragantó con la comida y los dos reímos ante la situación en la que el castaño estaba.

-¿¡Qué!?

-Harry es mi novio.

Declaró ella con una enorme sonrisa mientras se aferraba a mi cuello.

-Phoebe, ya me habías asustado. Harry es muy grande para tí, bebé.

-¿Y qué? ¿Dices que tenga que ser como tú?

-Tal vez, quizás a Harry le guste, ¿no Harry?

Louis me guiñó el ojo "disimuladamente" pero, al igual que él, no pude disimular el nerviosísmo. Volví a Phoebe a su lugar y comencé a comer rápido.

-Tranquilo Harry, vas a ahogarte.

Louis habló y las palabras salieron de su boca como tibias caricias.

La cena transcurrió entre la confesión de Phoebe, las risas de mamá y Jay, los gritos de las chicas y todos los comentarios en doble sentido que fueron y vinieron por parte de Louis.

-Gemma, Harry, ¿por qué no van con los chicos para arriba? Jay y yo tenemos que hablar.

-Bien.

Gemma y las chicas se escabulleron por delante de nosotros.

-¿Vamos a ver televisión, Phoebe?

Ella asintió con un salto.

Camino a las escaleras, Louis se nos unió. Nuestras miradas se conectaron y de sus perfectos ojos azules se desprendió un pequeño guiño que me hizo temblar hasta la médula, ¿pero quién se creía?

-Harry, ¿dónde está el baño?

-Al lado de la habitación de Gemma, Pheebs.

-¡Ya vuelvo!

Continué camino a mi habitación y Louis me siguió los pasos por detrás.

-¿Vas a contarme con quién hablabas hoy?

-No creo que sea algo que te incumba.

-Así que extrañas sus besos, ¿no?

Pude identificar el contacto de él con mi espalda.

-Louis.

Pronuncié débil.

-Puedo hacer que te olvides de él en un instante.

Nuestros cuerpos estaban tan juntos que el choque podía sentirse en toda la habitación.

Lo aparté, estaba muy enojado. ¿Cómo mierda podía estar en esta situación?

-¿Qué sucede? ¿No te gusto? Aunque... lo dudo.

Besó mi cuello y largué un ligero gemido inaudible pero una sonrisa se formó en el rostro de aquél... idiota.

They just fell in love » Larry Stylinson - 1ra parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora