They just fell in love » Larry Stylinson - 1ra parte

Juego.

13.

Último día de clases de la semana. Viernes, al fin.

«Soportarás un día más, ¿no? Lo harás.»

¿Desde cuándo se supone que me envías mensajes de aliento?

«Vamos ricitos, ni que fuera tan negativo.»

Trate de salirme de aquel reconfortante lugar pero me vi presionado por un bulto a mi lado.

-Hmm -Se quejó.- Déjame dormir más tiempo.

-Necesito vestirme, se hace tarde y debemos asistir al colegio.

Me puse de rodillas ya que mi compañero de cuarto me tenía acorralado contra la pared. Me tomó de la cintura y volvió a generar presión para que vuelva a acostarme a su lado.

-Louis, por favor.

Enroscó su brazo derecho sobre mi cuerpo apegándome más a él, la tensión comenzó a hacerse cada vez más fuerte en la habitación y la temperatura bajo las sábanas se podría decir que no ayudaba mucho. Realmente, no ayudaba en nada. Mi compañero seguía con los ojos cerrados pero con una sonrisa en el rostro.00

-¿Por qué el apuro? Aún nos queda una hora. ¿Cómo has dormido?

Interrogó Louis, con sus preciosas perlas azules aún escondidas bajo sus párpados. Era hermoso como se lo podía encontrar en la mañana, su pelo caía como una ligera cascada, sus bellos faciales se hacían completamente visibles a la hora de despertar y ni hablemos de su preciosa y perfecta sonrisa, brillaba más que nunca.

«Bueno, por algo se empieza, al fin estás admitiendo que te está gustando de a poco.»

-Bien, supongo -Sería correcto preguntar devuelta.- ¿Y tú?

Abrió sus ojos, dejando a la vista aquéllas orbes casi irreales que poseía el castaño. Nuestras miradas se juntaron y él me dedicó una sonrisa que casi me deja sin aliento, mierda, ¿qué?

«Lamento informarte que, te estas volviendo loco por tu nuevo amigo Louis Tomlinson, Harry Styles.»

¿Amigo? ¿Nuestra ''relación'' cuenta realmente como una amistad?

-Perfectamente, gracias por dejarme descansar contigo.

-No fue nada, ¿ahora me dejarás lugar? Necesito vestirme, no quiero llegar tarde al colegio y tú tampoco tienes que hacerlo.

Acortó (un poco más) nuestra distancia, tanto que nuestras respiraciones desataron una pequeña guerra que era de nunca acabar.

-Vendrás esta noche al partido de fútbol, ¿verdad?

-¿Qué partido?

-Merston vs. West Shawk. Clásico.

-¿Estás en el equipo?

Pregunté curioso, jamás lo había visto entrenar en esto días.

-Si, capitán. Número 10.