El día siguiente de la atadura, como era de esperarse, Samantha cayó en cama con cansancio inmenso, fiebre alta y unos delirios agotadores, sin embargo, logró descansar de todas las elucubraciones que su mente producía. Era un tiempo que necesitaba para reponerse de lo que le habían dicho, pues en una sola noche habían destruido todo el mundo que ella había conocido hasta entonces y ahora debía construir uno nuevo con bases desconocidas y, por si fuera poco, debía fingir ser normal en un mundo donde ya sabía que no lo era, además de pretender ser corriente en el otro mundo. Su condición era tan especial como peligrosa en cualquiera de los dos mundos.
En medio del caos contaba con algo de suerte; las visitas de André eran cronometradas y más cuando se trataba de la familia Adams, eso le daba tiempo de ventaja para comenzar a preparase.
—Bueno, creo que hoy tampoco hemos tenido suerte con este famoso juguete, ¿no? —dijo André tomando de las manos de Samantha aquel aparato.
—Creo que no, ¿será posible que esté dañado? —contestó Samantha con fingida inocencia.
Una sonrisa torcida e irónica se formó en la boca de André antes de responder.
—¿Sabes qué?... Tienes razón, este se dañó. Creo que debo sustituirlo por uno nuevo, le preguntaré a mi hijo qué sucede y compraremos uno de mejor calidad. Prometo regresar con un aparato que funcione la próxima vez.
Samantha asintió y sonrió, pero no pasó desapercibida para ella aquel instante en que su mirada se oscureció, ni tampoco el contenido debajo de esas palabras: una sospecha.
Cuando André se marchó, su mamá les pidió a todos que volvieran a sentarse en la mesa y comenzó a hablar.
—Bien, es hora de que comencemos a elaborar el plan de estudio de Sami. Creo que todos notaron la advertencia de André, por eso debemos prepararla para que ingrese al mundo energético antes de que esta mentira nos explote en la cara —afirmó Thaly.
—Tienes razón. Eso de que traerá un nuevo sensor de mejor calidad me dejó preocupado. No he escuchado nada así en las oficinas, pero tendré que averiguar —dijo Enrique.
—Me parece bien, debemos estar preparados para su próxima visita, sin embargo no es lo único para lo que debemos estar listos, Samantha deberá presentar un registro aceptable con ese sensor y si quiere ingresar a la EUniversity deberá empezar a leer lo que no ha aprendido en 10 años de vida enérgica —resaltó Elia.
—Pero ¿y el instituto? No puedo perder clases —dijo Samantha preocupada—, y ¿Qué es la EUniversity?
—Es la Universidad de Energéticos —contestó Thaly—. Y no, no perderás clases, debemos seguir con nuestra rutina normal solo que vas a dedicarte más que nunca a estudiar con nuestra ayuda. En la mañana seguirás asistiendo a clases y deberás hacer un horario estricto sobre las horas que dispondrás para tus tareas noides, porque en la tarde tus abuelos comenzaran tus clases energéticas más básicas... Tu abuelo traerá todos los libros energéticos que sean necesarios y te enseñará sobre las leyes y normas—aseguró Thaly mientras Enrique asentía con firmeza—. Tu abuela comenzará con historia energética y los rituales más básicos para la casa y cuando yo llegue en la noche continuaré donde se hayan quedado ellos, además te ayudaré con las tareas noides porque si bajas tu promedio podrías levantar sospechas.
Con este nuevo itinerario, lejos de sentirse agobiada, Samantha brillaba de felicidad. Organización, planes de estudio, horarios, lectura; era todo lo que le gustaba hacer.
—Bien, necesitaré nuevos cuadernos, uno por cada materia y muchos lápices y resaltadores —dijo entusiasmada.
Y de ese modo se organizaron.
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Gemas de Poder: Sobrevivir Con Poderes
Fantasy¿Qué pasaría si despertaras de una espantosa pesadilla recurrente, en medio de un ritual de atadura de poder que te está haciendo tu familia? Samantha siempre se había creído a lo largo de su vida, una adolescente corriente, estándar e incluso este...