Este capítulo va dedicado a dos grandes amigos, que están celebrando aniversario de bodas. Esperando que el amor de ellos sea al mejor estilo de amores de libros, con un "vivieron felices para siempre".
Los adoro!!
Para Juan y Biany
CAPITULO 20.ORGULLO CULPOSO
A Samantha le costó despertarse para ir a la universidad. Luchó con el cansancio, arrastró los pies hasta el baño, y se dio una ducha de agua fría para despertarse. Comió el desayuno y se tomó dos tazas de café bien fuerte que le ofreció Elia. Sin embargo, no fue hasta que vio a Sai sentado con Val en una de las mesas del campus cuando se despertó por completo. En ese momento recordó el beso con Ythan y que ahora, Sai se enteraría. Los nervios obraron mejor sobre su cansancio que cualquier otra cosa.
Tenía tres amigos y había besado a dos de ellos. «Lo que me falta es besar a Val», pensó mientras caminaba hacia ellos.
Apenas se sentó, Ythan se tumbó a su lado y saludo a todos como siempre. Una parte de Samantha se alegró de que no le diera un saludo demasiado cariñoso, sobre todo frente a Sai con quien quería hablar sobre lo ocurrido con Ythan. Pero por otra parte se sintió decepcionada de aquel saludo.
En un momento de pánico psicológico se imaginó a Ythan ignorándola para siempre, fingiendo que el beso nunca había pasado, volviendo a ser un extraño para ella, y sin poder evitarlo comenzó a cuestionarse. «No hay nada extraordinario en mi», pensó y una voz en su cabeza le dijo «y sin embargo te has besado con los dos».
Samantha disimuló la sonrisa culpable que se empezaba a dibujar en su rostro. Estaba segura de que no debía sentir ese sentimiento de orgullo por haber besado a dos chicos atractivos, que resultaban ser de «los más cotizados en la universidad», según le comentó un día Val, pero mientras se reprendía a sí misma, su orgullo crecía sin control.
—¿Y tú de qué te ríes? —le preguntó Val.
—Ayer en la tarde, después de... —y comenzó a contarles su día de forma mecánica, casi se le escapa lo del beso, pero se frenó justo a tiempo para concluir— entonces nos escondimos bajo un escritorio hasta que pudimos salir.
—Tú no puedes tener tardes normales ¿verdad? ¿Leer un libro, aburrirte? —Sai desbordó ironía.
Samantha ni se molestó en responderle y le sacó la lengua.
—Tienes celos de que las tardes de Sami son más entretenidas que las tuyas — Val defendió a su amiga.
Ythan intentó disimular una sonrisa culpable que la ayudó a dispersar parte de sus inseguridades.
Conforme fue avanzando el día Ythan evitó a Samantha a toda costa. Actuaba incomodo, evitando los pasillos por donde ella circulaba; y en cambio ella comenzaba a sentirse molesta. No mejoró su estado de humor cuando anunciaron una medición en la última clase. De todas las veces que había sido medida, esta era la primera donde se sentía tan confiada que no sentía el miedo de antes, aunque le hubiese gustado hablar con Ythan antes, solo para que le infundiese ánimos como solo él sabía hacer.
Ingresó al salón cuando fue su turno y se consiguió con André que sonreía. Unas bolsas oscuras adoraban sus ojos como si no hubiese podido dormir en días y una barba naciente y desaliñada lo confirmaba. Por lo general, André iba acicalado con pulcritud, pero no era el caso de hoy. Su camisa Blanca holgada necesitaba un planchado con urgencia pensó la muchacha, y su pantalón Beige, mostraba áreas un poco más sucias que otras. Parecía, como si hubiese estado vestido más de un día o hubiese sufrido de un día muy largo con esa misma ropa.
ESTÁS LEYENDO
Gemas de Poder: Sobrevivir Con Poderes
Fantasy¿Qué pasaría si despertaras de una espantosa pesadilla recurrente, en medio de un ritual de atadura de poder que te está haciendo tu familia? Samantha siempre se había creído a lo largo de su vida, una adolescente corriente, estándar e incluso este...