La última semana se había ido en un suspiro entre prácticas de concentración para ayudarla a mejorar y a Enrique se le ocurrió la genial idea llenar la casa de distintas piedras. El resultado fue una vajilla nueva, reemplazar todos los bombillos de la casa y un moretón que le salió a Thaly en la espalda cuando Samantha la hizo levitar mientras dormía.
Ahora Samantha estaba preparándose frente al closet para enfrentar su primer día de universidad. El problema para elegir qué ponerse no lo había tenido nunca, así que se levantó una hora antes de la prevista para decidir y ya llevaba cuarenta y cinco minutos decidiendo. En el colegio usaba uniformes reglamentarios pero en la universidad podía ir vestida como quisiera y eso abría un mundo inmenso de posibilidades, destrozando así sus tan preciadas rutinas.
—¿Jeans o falda? —se preguntaba mientras pasaba cada uno de los ganchos en el closet— ¿Camisa o sudadera?, ¿Converse o zapatillas?... No, zapatillas no. ¿Negro?... No voy de luto. ¿Rosa?... Pareceré un algodón de azúcar. ¿Verde?... Como un árbol.
Se decidió por ir cómoda, así que sacó unos Jeans azules que iban con una sudadera violeta ajustada que su mamá le había comprado en Pull & Bear, no sabía que obsesión tenía su mamá con esa tienda, pero no podía negar que su ropa además de ser muy linda, transmitía a perfección su personalidad. Para rematar su atuendo cómodo, se calzó unas Converse, escogió entre todos los colores que tenía y se decidió por el amarillo. Poco le importaba si combinaban o no, las Converse siempre combinaban con todo.
Se quitó el anillo que le dio su abuelo, no estaba segura si haría que el gato del vecino flotara otra vez hasta el techo, bastante le había costado convencer al malvado felino de que ella quería ayudarlo a bajar.
Samantha jamás usaba morrales, odiaba guindarse esa cosa en la espalda. Prefería los bolsos cruzados y su mamá le regaló uno de color azul un tanto desvencijado que también había comprado en Pull & Bear. Era del tamaño perfecto para sus cuadernos y resistía el sobrepeso que Samanta le colocaba. Con su atuendo completo, se miró en el espejo.
—¡Es lo más combinada que puedo estar! —se dijo a si misma sintiéndose a gusto con lo que veía.
—¿Estas lista? —interrumpió Thaly y Samantha asintió— Ok, recuerda que puedes llamarme cuando quieras porque hoy no iré a trabajar y los abuelos también estarán en la casa, no te de pena ni miedo, llama por cualquier duda cuando estés en el salón o donde sea. Y a la hora del descanso también llama para saber cómo va todo, y llama cuando...
—Mamá —la detuvo Samantha cansada— llamaré si es necesario. Llamarte cada cinco minutos no mejorará mis nervios ni tampoco me ayudará a pasar desapercibida.
—Lo sé, lo sé, es solo que... —Thaly soltó un suspiro profundo— estarás bien, lo sé, soy yo la que no está lista aún para dejarte ir.
Dentro del vehículo Samantha tomo la mano de su mamá y le dedicó una sonrisa sincera, era momento de partir a la nueva experiencia.
* * *
La Universidad era mucho más grande de lo que Samantha imaginó, pero no tan grande como una Noide. Se encontraba en una zona apartada y circundada por un pequeño bosque que la mantenía escondida.
La universidad estaba constituida por dos edificios: Q y A; el primero de ellos tenía forma de cuadrado de dos pisos, un patio interno que intercomunicaba los pasillos donde se encontraban el cafetín, el laboratorio, los salones de Estudios Generales y los dos primeros años de carrera; y el segundo era un edificio de cuatro pisos donde funcionaban el resto de las aulas de los últimos años y las oficinas administrativas. No tenía canchas deportivas de ningún tipo, lo que resultó un alivio para Samantha que había declarado cualquier enfermedad o dolencia en la mayoría de las clases de deporte del colegio por los últimos 3 años, no obstante contaba con un Campus verde colina abajo donde había bancos y mesas, ese era por excelencia el lugar donde los estudiantes comían y descansaban.
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Gemas de Poder: Sobrevivir Con Poderes
Fantastik¿Qué pasaría si despertaras de una espantosa pesadilla recurrente, en medio de un ritual de atadura de poder que te está haciendo tu familia? Samantha siempre se había creído a lo largo de su vida, una adolescente corriente, estándar e incluso este...